vampirismo en su estado más puro, autóctono de origen navarro, es la actitud y comportamiento de la Dirección de Comansa, tomando decisiones, sin escrúpulo alguno y de una crueldad sin límites, con una plantilla de trabajadores y trabajadoras que a lo largo de los años le ha sido fiel y que con su esfuerzo y trabajo le ha proporcionado importantes beneficios. En agradecimiento a los servicios prestados y sin que les tiemble el pulso se ha deshecho del 56% de la plantilla en 14 meses, pasando de 384 a 170 el 1 de noviembre de 2009.
Estamos hablando de una de tantas empresas que aprovechando la coyuntura no está dispuesta a poner ni un solo euro para mantener los puestos de trabajo, decantándose por la solución más egoísta y rentable. Una empresa que en la última década ha ido a más, en expansión, nuevas naves, muchas subvenciones del Gobierno de Navarra, líder de la contratación eventual etc., pero como todas, bien sea capital familiar o multinacional, el resultado es el mismo. Solo miran para sus bolsillos
Comansa ha acumulado importantes beneficios, goza en la actualidad de más de 60 millones de fondos de la propiedad, y los tres últimos años ha amasado más de 34 millones de beneficios netos y con todo ello, pretende que nos traguemos que el expediente está justificado "porque si no, se pone en riesgo la viabilidad de la empresa".
Pues no, la situación económica, permitía y permite, soportar una situación estacional de uno, dos incluso más años de menos producción, según lo manifestado por el señor Alberto Munárriz, propietario de Comansa, sin necesidad de tener que despedir a nadie.
Desde esta perspectiva, LAB de manera insistente planteamos la retirada del expediente. ELA no lo ha entendido así, en esta empresa, a diferencia de otras, dando por válido el expediente como marco de negociación, que indefectiblemente conducía a la aceptación de los despidos con más o menos días de indemnización. Se mire por donde se mire. El resultado final ya lo conocemos, destrucción de 90 puestos de trabajo.
Las cosas claras, el referéndum propuesto por ELA no contemplaba el rechazo al Expediente y a los despidos, su planteamiento ha sido, decir SI o NO a la última propuesta de la Empresa, es decir, NO a los 35 días de indemnización ofertado por la empresa, frente a los 45 días propuesto por ELA. En ninguna de ambas dos, se evitaban los despidos. Por tanto, LAB en coherencia, que no negligencia, los delegados no votaron. Más claro, agua.
Para LAB, la única opción válida para tratar de evitar los despidos era oponerse frontalmente y desde el principio al expediente, con una apuesta clara en clave de movilización, cuestión ésta, que ELA con su intervencionismo desactivó y renunció a la lucha en la defensa de los puestos de trabajo.
Es evidente que el Gobierno de Navarra no contribuye a la búsqueda de soluciones como en este caso, es más, su sistemático alineamiento con los intereses empresariales, está dejando a las y los trabajadores en la más absoluta indefensión, autorizando todo, haya o no causas para hacerlo, como en Comansa. Su comportamiento es cuando menos repugnante e indigno de unos gobernantes que deben velar por una ciudadanía a la que dicen representar. LAB, exige al ejecutivo navarro seriedad y rigor y deje de colaborar en la masiva destrucción de empleo.
El sindicalismo alternativo frente al sindicalismo de gestión, nos hemos dotado de un decálogo que tenemos que hacer llegar a toda la sociedad, tarea importante de concienciación y sensibilización, de máxima urgencia en estos momentos para responder a tantas y tantas agresiones. En sí mismo, el acuerdo alcanzado por los seis sindicatos, es positivo y ahora se trata de canalizar todas las potencialidades que objetivamente sin duda tiene, En definitiva, es importante poner en valor que otro modelo económico y social es posible, para ello debemos construir desde abajo, en las empresas, actuar en coherencia y así ganar en credibilidad, pasando de la teoría a la práctica.
* Responsable de LAB en la mesa de negociación en Comansa