pamplona. Construcciones Flores ultima acciones legales contra sus antiguos socios de European Credit PLC, la sociedad de inversión inglesa que controló la empresa entre noviembre de 2008 y agosto de 2009. European, que cerró su sede en España a finales de septiembre, manejó las finanzas y los ingresos de la firma durante este tiempo, y fuentes presentes en Construcciones Flores durante el periodo cifran en unos 2,5 millones de euros la diferencia entre lo que ingresaron por la actividad de la compañía y lo que abonaron por pagos.
Conchita Flores, de nuevo administradora de la empresa, confirmó que las acciones legales contra sus antiguos socios se presentarán de modo inminente. No desmintió que éstas tengan que ver con el manejo de los fondos por parte de European, si bien prefirió "ser prudente" antes de que la denuncia haya sido formalmente presentada. Flores confirmó asimismo que el control financiero de la compañía correspondió de modo exclusivo durante nueve meses a European. "Ellos eran en esos momentos parte de Flores", se justifica.
European Credit PLC fue presentada como nueva socia de Construcciones Flores el 19 de noviembre de 2008. Llegó como una firma de inversión inglesa, con sede central en Londres, y lo hacía para aliviar las tensiones financieras de Flores, que había tenido que renegociar su deuda bancaria, cifrada a finales de 2007 en unos 197 millones de euros. European Credit adquiría su participación mediante una ampliación de capital y dejaba el otro 49% en manos de la familia Flores. Conchita quedaba como vicepresidenta y tanto su hermana Cristina como su hijo Ignacio Aguado figuraban como vocales. Jerónimo Camacho, procedente de Cener, es nombrado presidente de la compañía. Alfonso Arroyo pasa a ser consejero delegado.
¿Pero qué es European Credit PLC? Casi nadie la conoce, no presenta actividad registrada y en su representación acude el canario José Miguel Artiles, acompañado por Antonio Larrea Morales y Juan Manuel Rojas. Ninguno había aparecido por la empresa, al menos públicamente, antes de que la compra ya hubiese sido formalizada, algo que sorprende a algunos trabajadores. "No es normal que alguien compre una empresa sin verla antes", explica uno de ellos.
control de la tesorería Sin embargo, muy pronto toman el manejo de las finanzas. Artiles, que es presentado como director financiero, manda, y tanto Larrea como Rojas ejecutan. Ambos se hacen con las claves de acceso a las cuentas de la empresa y trasladan el control de la tesorería a Las Rozas, donde se ubica la sede de esta sociedad. A partir de ese momento, el control financiero de la empresa recae en Madrid. Desde Pamplona acude incluso un decorador para mejorar unas instalaciones preparadas para acoger a una quincena de trabajadores, según explica una antigua trabajadora de la empresa. En Pamplona nunca tuvieron constancia de que hubiese más de cuatro personas trabajando.
Entre la plantilla de Construcciones Flores las alarmas saltan muy pronto. El último día de diciembre de 2008 los trabajadores no cobran sus nóminas y desde Madrid se atribuye el problema a un fallo técnico. La situación se repite en enero con los pagarés a proveedores, que son retrasados a febrero. Tampoco entonces se pagan. Para entonces, las sospechas acerca de la fiabilidad de European Credit se han generalizado entre los trabajadores y no tardan en confirmarse. Un empleado de la empresa decide llamar al teléfono que figura en la sede de Londres. Al otro lado de la línea nadie sabe de la existencia de European Credit.
Mientras tanto, va quedando clara la estrategia de European Credit, a cuyas cuentas van a parar las certificaciones de obra y los pagos que se van recibiendo. Diversas fuentes calculan que, en total, Flores podría haber contabilizado ingresos por unos diez millones de euros en estos conceptos. Se venden asimismo algunas propiedades.
Ya con las claves bancarias en la mano, European barre periódicamente las cuentas de Flores y desvía el dinero a las suyas propias. De ahí, abona parte de las nóminas de marzo y abril (unos 300.000 euros mensuales en una plantilla de unos 80 trabajadores todavía) y algunas cotizaciones sociales por un valor cercano a los 100.000 euros. Llegado este punto, y con los balances de 2009 sin cerrar -aún no han sido presentados ni siquiera los de 2008- resulta complicado seguirle la pista al dinero que circula de una cuenta a otro, pero las mismas fuentes calculan en algo más de 2,5 millones de euros el dinero que no regresó tras estas transacciones.
hacia los impagos En los meses previos al verano se hace visible que Construcciones Flores camina hacia el abismo. La sociedad inglesa en ningún momento realiza una inyección de capital que permita evitar el estrangulamiento financiero de Flores, que tenía que pagar cerca de nueve millones de euros en intereses al año. Una vez que se dejan de satisfacer los intereses a los bancos, éstos bloquean las cuentas y se quedan con cualquier ingreso que se produzca en ellas. A partir de mayo, ni proveedores ni trabajadores cobran. Se les adeudan alrededor de 8 millones de euros.