PAMPLONA. Construcciones Flores ha planteado hacer frente al 50% de la deuda contraída con proveedores, Hacienda y pólizas de crédito sin garantía hipotecaria. La histórica empresa navarra, que presentó el martes el concurso de acreedores, plantea pagar en cinco años un máximo de 35 millones de euros, la mitad de lo que debe en concepto de deuda ordinaria. Aszendia, la empresa que asesora en estos momentos a Construcciones Flores, considera que la empresa podrá afrontar el resto de la deuda, la que se corresponde con los trabajadores y con hipotecas con entidades financieras.
La propuesta de concurso de Flores plantea la posibilidad de alcanzar un acuerdo con los acreedores que permita continuar con la actividad de la compañía, prácticamente inexistente desde que, a comienzos del pasado verano, se paralizaron todas sus obras ante los sucesivos impagos. La sede central de Flores en Gorraiz, de hecho, ha sido embargada, según explicaron ayer desde Aszendia. "Se ha diseñado un plan de viabilidad que requiere asimismo de la generación de ingresos mediante obra pública o en cooperativas de VPO", explicaron desde Aszendia. Esta última opción ya fue sondeada hace meses por la propia Conchita Flores con los sindicatos.
El concurso de Flores reconoce en estos momentos una deuda de 162 millones de euros, de los que 140 se corresponden con entidades financieras, unos 7,8 millones con la Hacienda Foral y unos 14 millones con proveedores y trabajadores. En los últimos meses, se han producido algunas ejecuciones de embargo que han rebajado la deuda reconocida por la compañía, que a comienzos de octubre ascendía a 153,25 millones de euros sólo con las entidades financieras. En total, la deuda suponía en ese momento unos 175 millones de euros, por lo que en este tiempo se ha rebajado en unos 13 millones. Según explicaron desde Aszendia, Hacienda Foral no ha ejecutado ningún embargo "sobre las propiedades que Flores presentó en garantía" para aplazar la deuda.
cambio de asesores Esa información constaba en un documento presentado por Irea, una empresa especializada en la reestructuración de deuda, a la docena de entidades financieras a las que Flores debía dinero. La propuesta de convenio presentada en ese momento, que arrojaba un saldo favorable a Flores en unos 26,7 millones de euros, fue rechazada poco después de su presentación, en octubre de 2009.
Semanas más tarde, Flores cambia de asesores. Irea y Garrigues, con los que había trabajado durante los meses precedentes, son sustituidos por Aszendia, especializada también en procesos de reestructuración de deuda. "Nosotros comenzados a trabajar con Flores en diciembre y no nos ha dado tiempo a alcanzar un acuerdo. Ha habido más reticencias por parte de los proveedores que de los bancos", explican desde Aszendia, firma de origen castellonense pero que trabaja "con empresas de toda España".
Desde Aszendia señalan que la clave para alcanzar un acuerdo es la valoración que se dé a los activos que posee la compañía, gran parte de ellos suelo urbanizable. "El mercado está complicado -admiten- pero, si se reconoce el valor de tasación, es posible hacer frente a la deuda. La liquidación de la compañía no es buena para nadie".