Madrid. El Tesoro Público decidió cancelar ayer la subasta de obligaciones que tenía previsto celebrar el próximo 18 de agosto, siguiendo su estrategia de años anteriores, en los que la falta de demanda ha aconsejado no mantener el calendario fijado inicialmente, y posponerla hasta el 1 de septiembre.
Un portavoz del Ministerio de Economía rechazó que la decisión de no convocar oficialmente la subasta y anunciar las características de la emisión se deba a las tensiones del mercado de deuda soberana.
En un comunicado, el Tesoro Público señaló que la próxima subasta de títulos de deuda pública española a medio y largo plazo se celebrará el 1 de septiembre, con la colocación de bonos a 5 años.
Por otra parte, el organismo dirigido por Soledad Núñez culminó ayer con éxito la primera subasta de deuda que se realizaba con la prima de riesgo en el entorno de los 400 puntos, ya que la alta demanda registrada mostró la capacidad del Estado de dotarse de liquidez en el mercado, aunque fuera a mayor coste.
Pese a que hubo que elevar el tipo de interés hasta niveles de 2008, el 4,9% en el caso de los bonos a tres años, no se llegó al temido 5% que se esperaba tras los sucesivos récords registrados esta semana por la prima de riesgo española, que tocó los 407 puntos.
En la subasta de se adjudicaron 3.300 millones de euros en bonos a tres años y tres años y medio, con un interés del 4,9% en el primer caso y del 5,05% en el segundo caso, que contaron con una demanda que duplicó la oferta.
Los 3.300 millones recaudados cumplen ampliamente con las perspectivas del Tesoro, que esperaba captar en esta subasta entre 2.500 millones y 3.500 millones.
Esos objetivos de colocación se alcanzaron gracias a que la demanda total fue de 7.380 millones, más del doble de la cantidad adjudicada.
El Tesoro Público captó 2.199,80 millones de euros en bonos a tres años, con una demanda de 4.715,82 millones. La otra subasta de ayer, la de bonos a tres años y medio , se celebró para dotar de liquidez a las obligaciones del Estado que vencen a principios de 2015. El Tesoro colocó esta emisión atípica que llevó a los inversores a reclamar 2.668,12 millones de euros, de los que finalmente se concedieron 1.110,97 millones.
Con esta emisión, la primera que realiza el Tesoro en agosto, España completó el 60% de las emisiones a largo plazo previstas para 2011. Desde comienzos de año, España ha logrado vender 115.710 millones en deuda a corto y largo plazo.