pamplona. Volkswagen Navarra aporta ya más de uno de cada diez euros que recauda la Hacienda Foral a través del Impuesto de Sociedades. La multinacional alemana es una de las pocas firmas cuyos resultados no han sufrido el impacto de la crisis económica y ha pagado a las arcas forales 54,77 millones de euros en los últimos tres ejercicios, según se desprende las memorias públicas de la empresa.

En el mismo periodo, Navarra ha recaudado por el Impuesto de Sociedades 541 millones de euros y en ninguno de los tres últimos años se han rebasado los 200 millones de euros, una cifra que llegó a triplicarse en los años de la burbuja inmobiliaria. En 2007, por ejemplo, Navarra ingresó 732,8 millones de euros, mientras que Volkswagen Navarra pagó apenas 13,1 millones de euros. Es decir, dentro de este tributo, la principal fábrica navarra aportaba el 1,7%. Ya en el año 2009, con los beneficios empresariales desplomándose, Volkswagen suponía el 5% de los ingresos de la Hacienda Foral; en estos momentos, pese a que la recaudación de Sociedades se contabilizada con los resultados del año anterior, puede decirse que ronda el 10%.

Los datos revelan por tanto que el impacto de la empresa de ensamblaje en la economía navarra, lejos de disminuir, crece. En los últimos diez años, ha aportado 153,84 millones de euros vía Impuesto de Sociedades, después de registrar un beneficio antes de impuestos acumulado de 535,26 millones, lo que supone que paga un tipo efectivo medio del 28,74%. Solo en uno de los diez ejercicios analizados (2008) le salió a Volkswagen una declaración de Sociedades a devolver: fue en el año 2009, cuando recibió 727.000 euros.

Iva, Irpf y seguridad social El Impuesto de Sociedades supone solo una pequeña parte de lo que Volkswagen Navarra aporta a las arcas forales. Hasta el año pasado, Navarra percibía el IVA de las exportaciones de coches, y el Estado lo devolvía a Volkswagen. Este modo de proceder, vigente desde mediados de los 90, fue denunciado por la Agencia Tributaria, que ha obligado a renegociar los términos. Ahora Navarra cobra y devuelve ese IVA, un cambio que, según los datos del Departamento de Economía y Hacienda, le hará perder entre 150 y 160 millones de euros a finales de 2013. Para mitigar el impacto, se renegociaron términos del convenio económico, con lo que la merma neta para Navarra supone según la previsión del Gobierno unos 25 millones de euros al año.

A todo ello, cabe añadir lo que supone, en concepto de IRPF, las 4.533 nóminas - con un coste salarial medio superior a los 37.000 euros- que pagó la empresa a lo largo de 2012. Esta cantidad, al margen de las devoluciones posteriores, no queda por debajo de los 20 millones de euros al año. La caja única de la Seguridad Social, por su parte, percibió, solo en cotizaciones sociales abonadas por la empresa en 2012, algo más de 55,7 millones de euros.

Volkswagen, en cualquier caso, no es solo un contribuyente neto a las arcas de la Hacienda Foral, También es la empresa que más subvenciones recibe, tal y como constaba el informe de la Cámara de Comptos referido al año 2010 y que desvelaba que la multinacional había recibido 17 millones de euros: 15,7 millones a fondo perdido y el resto a cuenta de medidas anticrisis y de iniciativas de I+D. Las memorias recogen también cuantiosas subvenciones otros años, si bien no tan elevadas.

el peso del empleo Todas estas cifras, propias de una empresa que llegó a facturar 3.237 millones de euros en 2011, el año en que batió todos sus registros productivos, han ido cobrando importancia conforme el deterioro económico golpeaba a Navarra. Los 3.926 empleos directos de Volkswagen en 2007 suponían poco más del 1,4% de la población ocupada de Navarra. Hoy, con 4.533 puestos directos, supone ya cerca del 1,9% del empleo de la comunidad. Un aumento de apenas medio punto, pero que se incrementa si se tiene en cuenta el peso de la industria auxiliar.

Hay que tener en cuenta además que, tal y como se muestra en el gráfico superior, el incremento de plantilla de Volkswagen responde a las elevadas cargas productivas completadas sobre todo entre 2010 y 2011. Y al mismo tiempo, la empresa ha conseguido incrementar de modo muy significativo la productividad de su plantilla, medida en términos de coches por trabajador al año. Si entre 1999 y 2005 se movía entre 47 y 54, desde mediados de la pasada década esta cifra no ha dejado de crecer y supera ya los 65 coches por empleado.

Los datos prueban asimismo que esta carrera hacia la productividad y la máxima eficiencia se deja sentir, sobre todo, en el número de empleados de mano de obra directa (trabajadores en la cadena). Éste ha disminuido en los dos últimos años mucho más que el personal de mano de obra indirecta: oficinas y mandos. Así, mientras la mano de obra directa bajó de los 4.441 trabajadores a 3.402 entre 2011 y 2012 (hay ahora 555 menos que en 2010), la mano de obra indirecta volvió a crecer: de 1.114 a 1.131, 221 más que en el año 2010.