El duro ajuste del Popular contempla 3.000 empleados y 300 oficinas menos
La entidad, con 15.000 trabajadores, quiere pactar prejubilaciones con los sindicatos
pamplona - El Banco Popular comunicó ayer oficialmente a los sindicatos que va a realizar un ajuste que afectará a entre 2.900 y 3.000 empleados y supondrá el cierre de unas 300 oficinas con el fin de elevar su rentabilidad con los actuales tipos de interés. La intención del banco es que los despidos sean pactados.
La entidad explicó ayer en una reunión con la representación sindical que estos ajustes se enmarcan en la era digital y que están pensados para optimizar la red de oficinas, por lo que se reducirá la plantilla en aquellas de menor rentabilidad por empleado y se limitarán los días de apertura en las localidades de menor tamaño.
El Popular también prevé potenciar la operativa multicanal y la transformación digital. “Esta propuesta presentada a los sindicatos tiene por finalidad mejorar la rentabilidad y la eficiencia de la entidad, compromisos adquiridos en el plan de negocio anunciado en la ampliación de capital, así como modernizar la estructura del banco”, explica la entidad.
Fuentes sindicales consultadas creen que la entidad, para lograr los objetivos ya anunciados en su último plan de negocios, no necesita un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), sino solucionar un grave problema estructural, que es el exceso de “ladrillo” en su balance.
Además, están preocupadas por las condiciones en las que saldrían de la entidad las personas afectadas, ya que aseguran que el banco tiene una cantidad de dinero “limitada” para este fin.
El Popular adelantó que el ERE afectará a entre 2.900 y 3.000 empleados, dependiendo “de la aplicación definitiva de las medidas de optimización” y recordó que tiene unos 1.700 empleados con 59 años o más.
Ambas partes tienen previsto reunirse de nuevo el próximo viernes 23 y los sindicatos esperan que los representantes del banco sean más precisos sobre sus intenciones.
El Popular cuenta con una plantilla de 14.935 trabajadores, de lo que cerca de 1.700 son empleados con 59 años o más, y con 2.093 oficinas a junio de este año.
El Banco Popular transmitía por primera vez la semana pasada a los sindicatos que iniciaría un proceso de despido colectivo en la plantilla, por lo que desde los sindicatos se temía un ERE “de calado”.
La entidad también prevé abordar en la reunión con los sindicatos los cambios organizativos para simplificar las estructuras territoriales de apoyo a la red comercial y los servicios corporativos.
El banco presidido por Ron ha defendido este ajuste tanto de plantilla como de oficinas con el fin de mejorar la rentabilidad y eficiencia, más aún en un contexto prolongado de bajos tipos de interés. - D.N.
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