pamplona - Un camión cargado de huevos saldrá el lunes rumbo a Holanda desde la Granja Legaria. No será seguramente el último. La crisis desatada en Holanda y Bélgica, y que afecta ya a 16 países europeos y a Hong Kong, puede beneficiar de rebote al sector español y al navarro, si bien las cantidades que se exportan desde la Comunidad Foral no son demasiado grandes.

Según los datos del Instituto de Comercio Exterior, las granjas navarras exportaron en 2016 por valor de poco más de 7,13 millones de euros, una pequeña proporción de las aproximadamente 27,67 millones de docenas de huevos que se produjeron en la Comunidad Foral. “En nuestro caso, estamos centrados en hostelería y en pequeño comercio y se suelen exportar algunos excedentes. En el mercado nacional no se nota movimiento alguno, pero en en el exterior sí”, explican desde Legaria, una empresa familiar dedicada a la producción de huevos desde 1973.

Con Francia como principal destino, el sector navarro se encuentra ante la oportunidad de incrementar sus ventas al exterior en medio de una crisis “que no es buena para nadie”, explica Enrique Díaz Yubero, gerente de Federovo, que agrupa al sector. El 20% de la producción española (unos 1.000 millones de docenas y unos 800 millones de facturación) tiene como destino la exportación, cerca de la mitad a la Unión Europea. El sector confía incluso en doblar sus exportaciones. “Está afectando, sí, todos los productores andan firmando operaciones de ventas porque la demanda continúa y se buscan otros fuentes de suministro”. “Están empezando a subir los precios”, confirma María Ángeles Intxausti, de la granja Danona de Etxarri Aranatz, quien pide cautela, porque “hasta dentro de unos días o de un par de semanas” no se conocerá “la repercusión que tiene esta crisis”. “Están reteniendo los huevos, pero la demanda continúa”. Danona, aunque atiende sobre todo el mercado cercano, también posee cierta trayectoria exportadora: “Hemos vendido a Estados Unidos, Corea, Marruecos, Mauritania...”, dice Intxausti.

El incremento de los precios debería en cualquier caso ceñirse a la exportación, sin repercutir en los consumidores locales. “En España, la importación de huevos es muy pequeña”, explica Díaz Yubero, en referencia a una crisis que ha saltado ya el perímetro inicial: Bélgica, Países Bajos y Alemania. La contaminación tiene su origen en el uso del insecticida fipronil y ya se han detectado casos de huevos contaminados en Suiza, Suecia, Reino Unido, Francia, Dinamarca, Luxemburgo, Italia, Rumanía, Austria, Polonia, Irlanda, Eslovaquia y Eslovenia. En el sistema de alerta también aparece Hong Kong, donde se han exportado huevos contaminados desde Europa.

código 2 y código 3 De esta forma, el escándalo afecta ya la mitad del bloque europeo, aunque fuentes comunitarias advierten de que la situación no es la misma en todos ellos: mientras que Países Bajos y Bélgica se encuentran en el origen de la crisis, donde se ha utilizado el insecticida y ya se han producido incluso algunas detenciones, en otros lo que sucede es que se han importado productos contaminados.

En España, la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) informó este miércoles de que “hasta el momento” no se han distribuido huevos contaminados por fipronil, un desparasitador que no se emplea en las granjas navarras. Los productores navarros recuerdan asimismo que los huevos afectados pertenecen al código 2 (gallinas en un gallinero que se mueven libremente por el suelo), mientras que la producción navarra se corresponde casi íntegramente con el código 3 (gallinas en jaulas en grupos reducidos). “Las jaulas de ahora no son como las que habían antes, están como en un hotel. Lo que sucede es que los consumidores piden huevos de gallinas con más libertad, pero la realidad es que es más difícil garantizar la higiene”, dice uno de los productores.

Código 0. Visible en la propia cáscara, identifica los huevos de producción ecológica, regulada por una normativa específica de la UE y certificada por los Consejos Reguladores de la Agricultura Ecológica.

Código 1. Son gallinas camperas, con acceso permanente a parques al aire libre durante el día.

Código 2. Se corresponden con los huevos afectados por la crisis. Las gallinas están encerradas, pero se mueven libremente por el suelo.

Código 3. Pese a que el mercado demanda cada vez más otros códigos, este es el mayoritario. Las gallinas se encuentran enjauladas y disponen de perchas y nidos.