PAMPLONA. Los regantes del Canal de Navarra han pasado de sembrar 25 cultivos en 2009 a 47 en 2018, un incremento de la variedad debido al cambio de tendencias saludables del consumidor y al aumento de la agroindustria. Además, "las alternativas escogidas en cada zona varían según la climatología predominante, el tipo de terreno, el grado de desarrollo de la infraestructura en las parcelas y las preferencias de los agricultores", detalla la Memoria de 2018 de la Comunidad General de Regantes del Canal de Navarra (CGRCN).

El año pasado incluyeron cuatro alimentos, la berenjena, el calabacín, la calabaza y la lenteja, pero todos ellos apenas ocuparon 21 hectáreas de las 22.584 que componen la superficie de la primera fase de esta infraestructura, que a su vez, se divide en 15 sectores con sus respectivas localidades. A pesar de que en nueve años, los productores han incorporado 22 cultivos a su oferta, con la cifra récord de 47 variedades el año pasado, únicamente tres cubren casi el 60% de las hectáreas y los otros 44 se distribuyen en el 40% de la superficie restante. El maíz, el cereal de invierno y la viña ocuparon 13.255 hectáreas (ha) de la primera fase, y solo el maíz consumió el 45% del agua utilizada. "La superficie dedicada a este cultivo se ha mantenido en 2018 prácticamente igual que un año antes, con un leve aumento de 136 hectáreas, al pasar de las 6.054 a las 6.190, e interrumpió la tendencia a la baja de los últimos cinco años", especifica la Memoria de la CGRCN. En 2013, los agricultores sembraron el récord de 10.149 hectáreas de maíz, y a partir de ese año comenzó a disminuir el número de superficie dedicada a este cultivo de manera consecutiva por el descenso del precio, hasta el año pasado que frenó esa caída.

Los agricultores sembraron maíz grano en el 77% de las 6.190 hectáreas; en un 8%, la variedad semilla, en otro 8%, la tipología forraje y en un 7%, la dulce. Los regantes cultivan el maíz en los 15 sectores que componen la primera fase, pero su presencia varía según la zona. Así es el cultivo predominante en nueve sectores, en los que se encuentran las localidades de Adiós, Añorbe, Enériz, Legarda, Muruzábal, Obanos, Biurrun-Olcoz, Puente, Tirapu, Úcar, Uterga, Artajona, Larraga, Mendigorría, Berbinzana, Miranda de Arga, Olite, Tafalla, Falces, Peralta, Caparroso, Marcilla, Murillo el Fruto, Santacara, Pitillas, y Murillo el Cuende.

En la lista inicial

La Memoria de 2009 de la Comunidad General de Regantes registró la producción de maíz, viña, girasol, cereal de invierno, sorgo, olivo, árboles, ray-grass, haba, pimiento, espárragos, huerta, pradera, patata, tomate, espinaca, cereal de primavera, judía, bróculi, alfalfa y guisante. En cada campaña desde 2009 excepto en 2016, los regantes han sumado nuevas variedades: en 2010 se cifraron un total de 28 referencias; en 2011, 32; en 2012, 36; en 2013 y 2014, 41; en 2015, 42; en 2016, 40; en 2017, 43; y el año pasado, 47. Los alimentos incorporados estos años son la colza, con 867 ha; remolacha, con 387 ha; almendros, con 214 ha; cebolla, con 146 ha; forraje, con 137 ha; escarola, con 83 ha; granja, con 68; endivia, con 53 ha; invernadero, con 47 ha; soja, con 42 ha; nogales, con 40 ha; aromáticas, con 39 ha; hortícolas, con 24 ha; achicoria, con 18 ha; acelga, con 16 ha; zanahoria, con otras 16 ha; quinoa, con 12 ha; grelo, con otras 12 ha; cardo, con diez ha; lúpulo, con 9 ha; calabacín, con 8 ha; alcachofa, con otras 8 ha; garbanzos, con 7 ha; calabaza, con 6 ha; berenjena, con 4 ha; lentejas, con 3 ha; coliflor, con 3; y ajo, con 1.

El uso del agua

El año pasado, los regantes de la primera fase del Canal consumieron 79,13 millones de m3, un 9,5% menos que en la campaña anterior por la climatología en 2018 en la que primó la lluvia, por la alternativa de cultivo y por el aprendizaje de los agricultores que logran producciones similares pero con un uso más eficientes del agua, explica la Memoria. El consumo medio fue de 4.237 m3 por hectárea, cuando la dotación que tienen asignada los regantes asciende a 6.400 m3 por hectárea. Los regantes de Peralta, Caparroso, Marcilla y Olite contabilizaron los mayores consumos, con 6.990 m3 por hectárea; en cambio, los productores de San Martín de Unx fueron los que menos usaron el regadío, con 1.717 m3 por hectárea. El presidente de la Comunidad General de Regantes del Canal de Navarra, Félix Chueca, insiste en que el trabajo de Aguacanal la concesionaria de la primera fase "satisface mayoritariamente a los regantes y pese a tener ciertas discrepancias en el mantenimiento de drenes, caminos e hidrantes, se puede decir que las parcelas riegan de manera correcta".

Ampliación de la primera fase

En relación a la zona de riego de la ampliación de la primera fase del Canal, las 15.275 hectáreas debían estar conectadas a la infraestructura desde abril de 2018, pero únicamente se están regando 4.883 hectáreas. El año pasado se incorporaron 121 del sector Ega-1. Chueca explica en la Memoria por qué se ha llegado a 2019 solo con un 32% de las hectáreas en funcionamiento. Remarca que el inicio de este proyecto en 2015 no fue el adecuado, a pesar de que así lo advirtió la Comunidad General de Regantes. "Nació con la negativa de dos zonas de riego, los regadíos de Lerín y Cárcar, a integrarse en el Canal, y la entrada parcial de la zona de Falces. Además, continuó con el rechazo inicial de los regantes de Peralta que posteriormente, con un año de retraso sobre el calendario previsto, aprobaron su entrada en el Canal", recuerda. Chueca insiste en que "el Gobierno de Navarra de la legislatura pasada presidido por Yolanda Barcina, con Javier Esparza como consejero de Desarrollo Rural y la empresa pública Intia cometieron unos cuantos errores en la planificación y en la contratación". Estas equivocaciones repercutieron en el calendario de ejecución de la infraestructura.

Además, según opina Félix Chueca, "el Gobierno de Navarra actual y en funciones presidido por Uxue Barkos, con la consejera Isabel Elizalde en Desarrollo Rural está tardando mucho tiempo, llevan cuatro años, en dar solución a los problemas técnicos y administrativos que están surgiendo en la ampliación de la primera fase". Reconoce que "algunos de ellos se están desbloqueando", pero considera que "otros siguen enquistados y sin resolver". Además, manifiesta que "la sociedad concesionaria de la ampliación de la primera fase, Aguas de Navarra compuesta por OHL y Agbar, en los primeros años de su contrato se mostró proactiva a dar solución a los problemas que surgían, pero lleva un tiempo en que parece que prevalece la defensa de sus intereses legales y económicos sobre la ejecución".