Pamplona - Fundación Caja Navarra va a promover la construcción de al menos 35 viviendas destinadas al alquiler social en Mutilva. La iniciativa, pionera en el sector fundacional de las cajas de ahorros, busca ampliar la oferta de pisos a colectivos con mayores dificultades de acceso, como los jóvenes, y supone asimismo una apuesta por la diversificación de los ingresos de la fundación, muy concentrados hasta el momento en los dividendos que abona periódicamente CaixaBank.

El proyecto se acomete de la mano de la empresa pública Nasuvinsa, con la que Fundación Caja Navarra firmó un acuerdo la pasada primavera y que aporta la parcela de 1.210 metros cuadrados de suelo urbanizable situada en la zona de Entremutilvas. Fundación Caja Navarra, por su parte, invierte 5,4 millones de euros, con lo que se garantiza un derecho de superficie durante 30 años. “Una vez que pasa este tiempo el derecho revierte en Nasuvinsa”, explica Javier Fernández Valdivielso, director de la fundación. El proyecto, que contaría con una subvención cercana al 35% por parte del Gobierno de Navarra, permitirá a la entidad obtener una rentabilidad anual media del 4,3%, negativa en los dos primeros ejercicios, pero superior a esa cifra en los siguientes. El objetivo es que las obras comiencen en enero de 2020 y los pisos se encuentren disponibles a partir de 2022.

Si Fundación Caja Navarra, cuyo patrimonio ronda los 200 millones de euros, aporta el dinero, Nasuvinsa se encarga, en primer lugar, de abrir el concurso público para el proyecto y de adjudicar la construcción del edificio. Y del mismo modo se ocupará de alquilar los pisos. Con una demanda que, en estos momentos, llega a las 3.500 viviendas, la sociedad pública garantiza así una ocupación al 100% de los metros residenciales del edificio, que contará también con locales comerciales en la planta baja. “El objetivo es que estos locales puedan ser aprovechados por la fundación para distintas actividades y para que los use el tejido asociativo de la zona”, explica Javier Miranda, presidente de Fundación Caja Navarra e impulsor del Plan Estratégico que ampara una iniciativa que ya ha despertado interés en otras comunidades.

Entre sus objetivos generales, el plan contempla distintas líneas de actuación en las que encaja la iniciativa, que puede sorprender en una institución dedicada sobre todo a hacer obra social: Civican, Isterria, clubes de jubilados, colonias de Hondarribia... “Una de las líneas de actuación, dentro del eje de la promoción de la solidaridad, se encuentra la experimentación de nuevas formas de convivencia y solidaridad”, señala Miranda, quien entiende que se cumple también con las claves de trabajo en red, innovación, accesibilidad y equidad que conforman el enfoque metodológico del plan.

“Somos una herramienta que debe servir para eliminar desigualdades, para mejorar la vida de las personas”, recuerda Miranda, quien considera que “facilitar el acceso a la vivienda” es una de las demandas de la sociedad. Así, cuando a comienzos de año Fundación Caja Navarra comenzó a trabajar en este proyecto, la demanda del alquiler se concentraba en Pamplona y en su comarca, donde vive cerca del 60% de la población navarra. “Y los estudios nos dicen que la mayor parte son jóvenes, con familias de uno o dos miembros”, explica Javier Fernández. Caja Navarra apuesta precisamente por el colectivo de los jóvenes como los potenciales usuarios de las viviendas de alquiler social.

La inversión será asimismo “socialmente responsable”, explican los rectores de la entidad fundacional. Para ello se pretende que el consumo energético del edificio sea cercano a cero y que las viviendas incorporen domótica que permitan su adaptación a personas con diferentes grados de discapacidad.

otros ingresos La iniciativa, pese a rebasar el concepto clásico de la obra social, abre una puerta a futuras actuaciones similares posteriores, sobre todo teniendo en cuenta las necesidades de un mercado, el del alquiler, que no parecen remitir. Y tratan de guiar asimismo a Fundación Caja Navarra por un camino de sostenibilidad financiera que pasa por lograr una diversificación en sus ingresos. “En estos momentos el 54% procede de las acciones de CaixaBank”, explica Javier Fernández Valdivielso.

Fundación Caja Navarra posee el 0,89% de las acciones de CaixaBank, valoradas ahora mismo en unos 123 millones de euros. Esta participación es el resultado del hundimiento de Banca Cívica, absorbida por CaixaBank y que fue fundada por Caja Navarra, que quedó convertida en una fundación sin negocio financiero y con un patrimonio que oscila según la valoración de las acciones de la entidad financiera catalana.

Estas acciones aportan hoy el 54,03% de los ingresos de Caja Navarra, mientras que los intereses procedentes de la renta variable -hay una cartera de acciones de grandes empresas- suponen casi un 10% y los de la renta fija (deuda) en torno a un 3,5%. El proyecto de las viviendas, que debería reportar unos 230.000 euros anuales a Fundación Caja Navarra, “es un paso hacia la diversificación en los ingresos”, explica Javier Miranda, que se está acometiendo a una velocidad incluso inferior a la deseada como consecuencia de la caída en la cotización de CaixaBank. Ayer cerró a 2,015 euros, frente a los 4,1 euros de hace un año.

62,6%

Acciones de caixabank. El 0,89% de las acciones de CaixaBank suponen el grueso del patrimonio de la entidad, con sede en el Civican de la avenida Pío XII de Pamplona.

15%

Renta variable. La fundación posee distintos paquetes de acciones destinados sobre todo a proporcionar dividendos: el año pasado supusieron 1,03 millones.

13,1%

inmuebles. La red de locales, el Civican y el edificio de las colonias de Hondarribia se encuentran entre ellos.

9,5%

Resto. Se compone sobre todo de renta fija (6%), obras de arte (0,4%) tesorería, mobiliario..