PAMPLONA. El Índice General de Producción Industrial de Navarra (IPIN) creció en agosto un 4,5% en comparación con el mismo mes de 2018 y bajó un 3,8% también en tasa interanual si no se tiene en cuenta la rama de Energía.

El Índice General de Producción Industrial de España registró en agosto un descenso del -0,5% respecto al mismo mes de 2018.

Los datos publicados este martes por el Instituto de Estadística de Navarra indican que en el periodo acumulado de enero a agosto de este año la actividad industrial aumentó en la Comunidad Foral un 3,8% respecto al mismo periodo del año pasado, mientras que en el conjunto del país lo hizo en un 0,4%.

El Instituto atribuye el crecimiento de la producción industrial Navarra a la evolución de la rama Energía (53,8%) y, en menor medida, a las de Material de transporte (7,1%) y Papel, madera y muebles (2,8%), que logran compensar los descensos estimados en la Industria agroalimentaria (-3,5%), Otras industrias manufactureras (-4,3%) e Industrias metálicas (-10,3%)

Respecto al destino económico de los bienes producidos y, en relación a agosto de 2018, se observa un incremento en Bienes de Inversión (2,3%), mientras que desciende en Bienes de Consumo (-5,6%) y Bienes Intermedios (-7,6%).

BUEN DATO DE ALEMANIA La producción industrial de Alemania registró en agosto un crecimiento del 0,3% respecto del mes anterior, cuando había caído un 0,4%, superando las expectativas del consenso del mercado, que esperaba un nuevo retroceso mensual del 0,1%, según los datos publicados por la oficina federal de estadística, Destatis.

En el mes de agosto, la producción de la industria alemana sin tener en cuenta la energía registró un repunte del 0,7%. En el seno de la industria, la producción de bienes intermedios se incrementó un 1% y la producción de bienes de capital creció un 1,1%, mientras que la producción de bienes de consumo registró un descenso del 1,7% y la actividad en el sector de la construcción cayó un 1,5%.

No obstante, en la comparativa anual la producción de las fábricas germanas experimentó una caída del 4%, empeorando así en una décima el retroceso interanual del 3,9% observado en julio.

"Al fin una buena noticia desde la mayor economía de la eurozona", reconoció Peter Vanden Houte, economista jefe de ING para Bélgica y la zona euro, para quien, sin embargo, "no hay razón para emocionarse demasiado", puesto que la producción industrial siempre es volátil durante los meses de verano, por lo que "septiembre será más importante para evaluar si realmente se puede hablar de un cambio de tendencia".

En este sentido, el experto señaló que ante el estancamiento del comercio mundial, la industria alemana y, por extensión, toda la economía alemana, seguramente "languidecerá", por lo que, dado que la política monetaria ha alcanzado sus límites, el apoyo a la economía debería provenir de la política fiscal. "La buena noticia es que esto ya no es un tema tabú en Alemania", añadió.