pamplona - Navarra no abandona los puestos de cabeza de la competitivad regional. Pese a las críticas que recibieron los retoques fiscales de la pasada legislatura, la Comunidad Foral no solo se mantiene en primer nivel junto a Madrid y la Comunidad Autónoma Vasca, sino que, en el último informe del Colegio de Economistas presentado ayer, adelanta a esta última comunidad y se sitúa en segundo puesto de una escala que mide diferentes variables, desde el entorno empresarial y económico, hasta el mercado laboral y la innovación.

Estos dos últimos son, precisamente, los puntos fuertes de una comunidad que, explica el informe, "experimenta un crecimiento de su competitividad estructural superior al promedio, permitiéndole "escalar" una posición dentro del nivel competitivo relativo. Así, a pesar del descenso en el entorno económico, producto sobre todo de las peores perspectivas generales, los indicadores que miden el entorno empresarial registran el crecimiento más elevado de todas las comunidades. En el último año, además, se han producido leves mejoras tanto en el mercado de trabajo como en el capital humano. Por el contrario, la pobreza en infraestructuras, algunas de ellas dependientes del Estado, penaliza a Navarra en la comparación con otros territorios.

El estudio cita algunas de las fortalezas ya tradicionales de Navarra en este indicador. Y apunta sobre todo a la elevada inversión extranjera directa, la baja tasa de paro, los reducidos niveles de desempleo juvenil y de ninis, así como al relativamente alto volumen de personas ocupadas que siguen formándose. Junto a todo ello, los niveles de desigualdad y de deuda por habitante, el número de empresas exportadoras regulares, el de mujeres empleadoras, la variación de la productividad y las viviendas con banda ancha conforman el grupo de variables con una mayor incidencia positiva en la competitividad. Por el contrario, la variación real del PIB y de la tasa de ahorro, la tasa de paro de larga duración, la tasa temporalidad y el abandono del sistema educativo, así como el saldo de las Administraciones Públicas y un aumento en el número de delitos muestran el peor comportamiento de todos los indicadores.

Navarra se mantiene estable en aquellos indicadores que hacen referencia al ámbito institucional y en el que precisamente se mide el esfuerzo fiscal que realizan sus ciudadanos y empresas. Una evolución que parece descartar un impacto excesivamente negativo de los cambios en materia fiscal.

A nivel mundial, España ocupa la 23ª posición competitiva según el Informe sobre la Competitividad Global del World Economic Forum (WEF), lo que supone avanzar tres puestos respecto al año anterior. En la edición de 2018, España solo desciende en uno de los pilares que componen el Global Competitiveness Index (GCI), manteniéndose en dos y mejorando en el resto. Según el responsable del área de Prácticas de Referencia del WEF, Thierry Geiger: "España ha tenido una mejora real, su subida no se debe a que otros han bajado, sino a que ha progresado en todos los pilares".

Asturias, la que más baja. Es la única comunidad que pierde dos puestos en el ranking por territorios.

Comunidad Puntuación

Madrid 14,4

Navarra 12,2

País Vasco 12,0

Cataluña 10,4

Aragón 9,8

La Rioja 8,7

Castilla y León 7,8

Galicia 7,7

Cantabria 7,7

P. de Asturias 7,6

C. Valenciana 7,2

R. Murcia 6,4

Baleares 6,1

C.astilla La Mancha 5,8

Canarias 5,6

Andalucía 4,8

Catalunya, madriD y la cav

Triángulo de la competitividad. El informe confirma la existencia de un triángulo de la competitividad que tiene sus puntas en Madrid, Catalunya y la CAV. "Las regiones que quedan dentro son las más competitivas, si bien son Navarra y Aragón las que más peso ganan", señala el informe que muestra también cierta atonía en Catalunya y la CAV. En el caso de Cataluña, el clima de crisis institucional y la creciente incertidumbre empiezan a hacer mella en la competitividad de esta comunidad. Tanto el crecimiento económico, como la inversión extranjera o el clima empresarial, comienzan a resentirse. En el País Vasco hay que buscar las causas en el menor crecimiento económico y de su productividad, la menor inversión extranjera, el aumento de la temporalidad, el estancamiento en la desigualdad , la intensa caída en las empresas exportadoras o el aumento de los costes laborales unitarios. - D.N.