pamplona - El mercado laboral vive desde hace unos cuantos trimestres en una paradoja. La tasa de paro, pese a haberse reducido de manera sustancial, sigue cercana al 8% en Navarra y al 14% en España; lejos, muy lejos, de lo deseable, Y al mismo tiempo cada vez más empresas, especialmente en la Comunidad Foral, se encuentran con serios problemas para encontrar aquellos perfiles profesionales más demandados.

Las voces de alarma se suceden. Y no solo desde el sector agrario o el hostelero, donde la ausencia de peones, camareros o cocineros parece haberse cronificado. También la industria, responsable de tres de cada diez nuevos puestos de trabajo en Navarra, está comenzando a padecer la ausencia de trabajadores en áreas geográficas como Sakana. "Ello podría implicar -explican desde BBVA Research- que estén dándose restricciones de capital humano en la región, donde se necesitan trabajadores con ciertas habilidades específicas, como los servicios avanzados para manufacturas y Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), por ejemplo", explicaban en su último informe de situación, que coloca a Navarra a la cabeza de las vacantes de España. Su número, aunque inferior al de hace un año, roza el 1% de la población activa y es el más alto, en términos relativos y con mucha diferencia, de todas las comunidades.

Esta proporción, que no llega al 0,6% en la Comunidad Autónoma Vasca, ofrece pistas acerca del dinamismo de la economía Navarra, una de las que más ha crecido en los últimos dos años y que, sin embargo, se encuentra con problemas, en muchos casos derivados de su tamaño, para atraer y retener talento. Puestos específicos y de muy elevada cualificación resultan cada vez más complicados de cubrir. Y no son pocas las empresas, sobre todo multinacionales, que no logran convencer a directivos para que trasladen a la Comunidad Foral. "No tenemos ingenieros suficientes", se quejaba hace solo unos días Ascen Cruchaga, fundadora de Orbital Critical Systems, una de las empresas tecnológicamente punteras de la Comunidad Foral. Cruchaga reclama un plan efectivo para atraer tanto a empresas como a trabajadores. Y hace también solo unos días, el director general de Cener, Pablo Ayesa, describía problemas similares: "Nos cuesta convencer a personas para que trabajen aquí".

En niveles intermedios los problemas son diferentes. Las empresas reclaman habilidades que muchas veces no se imparten en los centros educativos. "Este es un problema que afecta a toda España y se trata de un asunto importante", explicaba el viernes José Antonio Sarría, presidente de la Confederación de Empresarios de Navarra, quien recuerda que el 55% de las empresas españolas busca trabajadores sin encontrarlos. Sarría cita dos ejemplos más o menos recientes. "Nos han venido empresas de matricería que se encuentran con verdaderos problemas para encontrar profesionales. Ya hemos llegado a un acuerdo para hacer un tercer año de Formación Dual especializada en Virgen de Camino. Las empresas están hartas de quitarse unas a otras trabajadores pagándoles más", explicaba Sarría. Algo similar ha sucedido en el ámbito de la hostelería, donde también se va a reforzar la formación dual. "No sé está dando la formación adecuada, tiene que haber una mayor conexión entre centros educativos y empresas", dice Sarría, quien considera indispensable acelerar algunos procesos para responder con mayor agilidad a las necesidades del mercado. "Hasta ahora, el Ministerio de Educación y el de Trabajo han vivido de espaldas".

Pero no se trata solo de una cuestión formativa -que sí puede afectar a un colectivo cada vez más reducido de desempleados de larga duración- ni se ciñe exclusivamente a una economía próspera pero limitada como la navarra. En el conjunto de España comienzan a percibirse problemas similares que se derivan en buena medida de una estructura demográfica alarmante, a la que solo puede rescatar la llegada sostenida de cientos de miles de inmigrantes.

empleo extranjero Algo de esto, aunque en cifras todavía muy modestas, ha comenzado a suceder. La población extranjera acumula ya cuatro años consecutivos de crecimientos. Y en el mercado laboral las cifras resultan todavía mucho más concluyentes. En los últimos doce meses, la Seguridad Social ha incorporado 2.548 nuevos afiliados de origen extranjero, lo que supone un aumento superior al 9% y tiene también otra lectura. Uno de cada tres nuevos puestos de trabajo los ocupan trabajadores nacidos en otros países, que acceden sobre todo a puestos de trabajo rechazados por los locales. Esto supone una proporción muy superior al peso que la población de origen inmigrante tiene tanto entre la población como en el empleo: en torno al 10%.

"El contexto de la evolución demográfica es en Navarra similar a la media", explican desde BBVA, quien detecta que la escasez de mano de obra comienza a dejarse sentir ya en la evolución de los costes laborales y de los salarios. "Desde la segunda mitad de 2016, el coste laboral total en Navarra en el sector servicios se ha incrementado en diez puntos porcentuales", lo que estaría impulsando los salarios globales en Navarra unos seis puntos por encima de la media nacional.

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Crecimiento. Entre 2010 y 2013, en los peores momentos de la gran recesión, de Navarra salían a trabajar prácticamente el mismo número de trabajadores que entraba, en torno a 7.000 u 8.000 cada trimestre. Desde entonces, de la mano de la recuperación económica, la movilidad se ha disparado, especialmente en dirección a la Comunidad Foral. Los datos del último trimestre, recogidos por el Servicio Público de Empleo Estatal resultan especialmente llamativos: 19.283 personas, firmaron un contrato para trabajar en Navarra procedentes de otras comunidades, sobre todo La Rioja y la CAV. Por el contrario 12.713 navarros salieron. - D.N.