Pamplona - Navarra seguirá en 2020, como el resto de las haciendas forales y de la Agencia Tributaria, muy lejos de los niveles europeos y de la OCDE en cuanto a esfuerzo en la lucha contra el fraude. Los presupuestos del próximo año, remitidos hace unos días al Consejo Económico y Social, sí bien contienen algunos avances, apenas reflejan incrementos significativos en el gasto de personal previsto, un dato clave para comprobar en qué se traducen los sucesivos anuncios.

De este modo, el crecimiento más llamativo se produce en la partida de Inspección e Tributos, la que más comúnmente se asocia a la lucha contra la economía sumergida y el fraude tributario. Crece un 9,45% producto en parte de la subida de los salarios del sector público pero sobre todo del incremento en el número de efectivos fijos adscritos a ella. Los números resultan en cualquier caso modestos: los gastos pasan de 1.702.121 euros previstos en los Presupuestos del año 2019 a los 1.863.121 de 2020. Se trata, eso sí, del incremento más llamativo de los últimos años y contrasta con el leve descenso que experimenta el área de gestión tributaria, cuyo presupuesto de personal cae en apenas 23.000 euros, hasta los 1,718 millones de euros.

Incrementos, como se ve, tímidos en su conjunto, que difícilmente servirán para aproximar a Navarra a los niveles medios de la Unión Europea y de la OCDE en cuanto al personal de Hacienda. Según los principales estudios, Navarra, al igual que la Agencia Tributaria, cuentan con menos de la mitad del personal que otros países. De hecho, según los datos de 2018, en Navarra había apenas cinco empleados de Hacienda por cada 10.000 habitantes frente a los 17 de Francia o 14 de Alemania.

Y, dentro de lo que cabe, la Comunidad Foral ha sido capaz de contener el descenso el su personal disponible, algo que no ha sucedido en el conjunto del Estado. Según la última Memoria de 2018 Hacienda Foral ha elevado en apenas un 5,26% su plantilla en los últimos cuatro años. Un incremento leve, muy inferior al que ha registrado, de media, la plantilla del Gobierno foral (14%), que dejaba a cierre del año pasado en 320 el número de personas adscritas a este organismo autónomo. Cuatro más que el año pasado y 16 más que en 2015, “Ni siquiera hemos conseguido cubrir las bajas por jubilación”, se lamentaba en su despedida Mikel Aranburu, exconsejero de Hacienda.

Su sucesora, Elma Saiz, ha asegurado que la lucha contra el fraude será uno de los objetivos de su departamento y anunció para después de verano una OPE con 25 plazas que debería servir para reforzar la plantilla, si bien las jubilaciones y bajas que se produzcan podrían provocar que resulte escasa, advertía Iosu pardo, de Attac.

A día de hoy -explican desde Hacienda-, en el Servicio de Inspección Tributaria hay 37 inspectores (entre técnicos de hacienda -nivel A- y gestores de hacienda -nivel B-) a los que hay que añadir cuatro agentes tributarios (creados en 2011). “Además, el Gobierno de Navarra ha creado hace unas semanas dos plazas más de técnico de hacienda que se van a adscribir al Servicio de Inspección de forma inminente para fortalecerlo y tiene previsto incrementarlo el año que viene creando dos plazas más de técnico de hacienda”, explican desde Hacienda, que entiende que “para incrementar la eficacia y eficiencia de la Inspección es fundamental reforzar su personal, altamente cualificado y en formación continua y avanzar firmemente en el uso de las nuevas tecnologías para luchar contra el fraude.

empleados DE hacienda

Por cada 10.000 habitantes

Bélgica 22

Luxemburgo 18

Francia 17

República Checa 16

Alemania 14

Dinamarca 13

Polonia 13

Noruega 12

Irlanda 12

Reino Unido 11

Portugal 11

Suecia 10

Canadá 9

Finlandia 9

Austria 8

Islandia 8

Italia 6

España/Navarra 5

Japón 4

Estados Unidos 3

México/Chile 2

MENOS PLANTILLA EN LA aGENCIA

Un 11% desde 2008. Pero, si la evolución de la plantilla de Hacienda Foral de Navarra suele ser motivo de quejas por la escasa dotación de personal, la situación en la Agencia Tributaria parece incluso peor. Así, los datos de la Memoria 2018 de la Agencia Tributaria reflejan una tendencia casi constante. Desde que la crisis de 2008 impuso la austeridad en las políticas de contratación pública: cae el número de personas encargadas de la recaudación y control de los impuestos, el medio por el que se financian los servicios públicos. Y la plantilla se encuentra asimismo cada vez más envejecida, Así, el año pasado había 24.849 trabajadores (entre inspectores, técnicos, agentes tributarios y aduaneros y administrativos, sobre todo) con una media de edad de 52,16 años. Respecto a 2008, la plantilla ha caído un 11%, como se observa en el siguiente gráfico. Sobre el año anterior, la bajada ha sido de 0,5%. - D.N.