Madrid - El Consejo de Ministros aprobará previsiblemente hoy el nuevo impuesto digital y el que gravará las transacciones financieras, conocidos como tasa Google y tasa Tobin, cuyos proyectos de ley decayeron en la pasada legislatura ante el adelanto electoral, según confirmaron ayes en fuentes gubernamentales.

El acuerdo de Gobierno entre PSOE y Unidas Podemos incluía la aprobación de ambos impuestos, con los que el Ejecutivo espera recaudar unos 2.050 millones de euros (1.200 millones con el impuesto digital y 850 millones con el de transacciones financieras).

El nuevo Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales, conocido como tasa Google, gravará previsiblemente aquellas empresas con ingresos anuales totales de, al menos, 750 millones de euros y con ingresos en España superiores a los 3 millones de euros, tal y como adelantó ayer El País.

En concreto, en línea con la propuesta que en su día hizo la Comisión Europea, gravará el 3% de los servicios de publicidad en línea, servicios de intermediación en línea y la venta de datos generados a partir de información proporcionada por el usuario durante su actividad o la venta de metadatos. El Gobierno espera recaudar con este tributo 1.200 millones de euros, cuya liquidación será trimestral.

El Gobierno defiende la creación de este gravamen porque hay ingresos obtenidos en España por grandes empresas internacionales a partir de ciertas actividades digitales que escapan al actual marco fiscal, por lo que están haciendo competencia desleal especialmente al pequeño comercio.

Quedan excluidas del impuesto la venta de bienes o servicios entre los usuarios en el marco de un servicio de intermediación en línea; y las ventas de bienes o servicios contratados en línea a través de la web del proveedor de esos bienes o servicios en la que el proveedor no actúa como intermediario. Además, se excluyen de la tasa determinados servicios financieros.

El ejemplo francés El impuesto que aprobará el Gobierno es similar al que aprobó Francia el año pasado y cuya entrada en vigor se ha paralizado tras alcanzar un acuerdo con Estados Unidos, que había anunciado la imposición de aranceles a productos franceses por considerar que este impuesto digital penalizaba principalmente a los grandes gigantes tecnológicos de EEUU, como Amazon, Google o Facebook.

Precisamente, el Gobierno prevé adoptar un sistema para el pago del nuevo impuesto digital “similar” al del país galo, que ha optado por aplazar su liquidación hasta finales de año tras mantener conversaciones con EEUU.

Así lo aseguró ayer la vicepresidenta de Asuntos Económicos del Gobierno, Nadia Calviño, en declaraciones a la prensa antes de participar en la reunión del Eurogrupo en Bruselas. No obstante, matizó que no se trata de una suspensión del gravamen, sino de un aplazamiento de la liquidación hasta finales del ejercicio.

“En el caso francés, se han suspendido los pagos a cuenta. Es decir, que la liquidación del impuesto se produzca a finales de año. Desde ese punto de vista, nosotros prevemos un sistema similar para dar un poco de tiempo y ver cómo evoluciona la negociación en el ámbito internacional”, expresó.

Junto con este impuesto, el Consejo de Ministros aprobará previsiblemente hoy el proyecto de ley que crea el Impuesto sobre las Transacciones Financieras, conocido como tasa Tobin, que gravará con un 0,2% las operaciones de compra de acciones españolas ejecutadas por operadores del sector financiero.

Solamente se someterán a tributación al 0,2% las operaciones de adquisición de acciones emitidas en España de empresas cotizadas cuya capitalización bursátil sea superior a 1.000 millones de euros. No se gravará la compra de acciones de pymes y empresas no cotizadas. El sujeto pasivo es el intermediario financiero que transmita o ejecute la orden de adquisición, y deberá presentar una declaración anual del impuesto.

Quedan fuera del ámbito de la tasa Tobin la deuda, tanto la pública como la privada, y los derivados. En concreto, las adquisiciones exentas de dicho gravamen son las operaciones del mercado primario, las necesarias para el funcionamiento de infraestructuras del mercado, las de reestructuración empresarial, las que se realicen entre sociedades del mismo grupo y las cesiones de carácter temporal. El Gobierno calcula que ingresará unos 850 millones por esta nueva figura tributaria.

Por su parte, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal estimó hace un año que la recaudación de ambos impuestos será muy inferior a lo calculado por el Gobierno.

Las claves

Amenaza de EEUU. Estados Unidos ha amenazado con imponer aranceles del 25% sobre las importaciones europeas si se pone en marcha una tasa a grandes empresas de servicios digitales.

Tasa común. La Ley del Impuesto sobre las Transacciones Financieras especifica que España no abandona la cooperación reforzada que desde 2013 mantienen diez países -España, Alemania, Francia, Italia, Eslovenia, Austria, Portugal, Eslovaquia, Grecia y Bélgica- para introducir una tasa a las transacciones financieras o tasa Tobin común.

La frase

Digitales “No se debe castigar a empresas con impuestos ya fiscalizados”

La patronal tecnológica DigitalES ha pedido que la tasa Google se diseñe de manera que evite gravar doblemente a aquellas empresas que ya están tributando por sus ingresos en el país.