en primera línea de fuego; cientos y cientos de personas trabajan estos días a pleno rendimiento en el sector agroalimentario, uno de los pilares de la economía navarra ya que la agroindustria emplea a unas 14.000 personas, una cifra récord que supone entre el 7% y el 8% del PIB. En este estado de alarma se encargan de nutrir a grandes y pequeñas tiendas de alimentos para que no falte nada en los hogares.

Un ejemplo de ello es El Navarrico, conservera que ha tenido que adaptarse a la situación, algo totalmente nuevo a pesar de los años de experiencia que le avalan. De acuerdo con José Pedro Salcedo, director general, "puede que vengamos con más miedo por las circunstancias que nos rodean pero estamos trabajando mucho, tanto en expedición, como en almacén y administración, respetando las condiciones sanitarias establecidas".

Y es que, explicaba, en productos de consumo habitual han incrementado, incluso duplicado, los pedidos con respecto a lo que podía haber sido una semana normal del mes de marzo. Sin embargo, y a pesar de la carga, "estamos dando servicio y abasteciendo a todos sin problema, con mucho más trabajo y esfuerzo, eso sí". De hecho, ahora están con legumbres, cuya demanda ha aumentado considerablemente.

Para poder dar salida a todos los pedidos y hacerlo a las horas de reparto previstas con una plantilla de 50 empleados divididos en dos turnos, insistía Salcedo, "ha sido primordial la organización de todos". Por eso, de momento, y a expensas de que las cosas cambien de un día para otro, seguirán con esta dinámica de trabajo.

"Nosotros seguimos con nuestro calendario, lo que ha cambiado es que normalmente almacenábamos mucho producto para centrarnos de lleno en la campaña del espárrago, que viene ahora, y así seguir teniendo stock, y esto es lo que se va a ver más resentido. Solíamos tener existencias hasta el mes de septiembre, pero ahora nos organizamos de diferente manera y trataremos de llegar a todo. Tendremos que ver si luego no hay un frenazo derivado de esta situación", puntualizaba Salcedo.

Se trata de una situación atípica, nunca antes experimentada. Y es que, de acuerdo con Salcedo, no se asemeja a ninguna otra campaña o temporada: "En Navidad hay mucho jaleo pero la gente busca más productos delicatessen y sin embargo ahora hay más demanda de legumbre o de salsas, digamos que de productos que alimentan, los necesarios para el día a día, aquellos de primera necesidad".

El tema de la seguridad, como en el resto de empresas, también se ha visto muy reforzada. José Pedro explicaba que "hay que coger buenos hábitos y practicarlos constantemente. Además, hemos colocado muchos dispensadores de gel hidroalcohólico y todo se desinfecta constantemente".

"No somos ni más ni menos, ni más héroes ni menos que nadie. Tenemos igual mérito que el que se tiene que quedar en casa por diferentes motivos, cada uno tiene lo suyo y todos, en la medida de nuestras posibilidades, colaboramos. Nosotros sabemos que estamos en un sector que es vital que funcione para comer y, de hecho, estamos trabajando no al 100 por 100 sino al 200 por 100, que es algo de agradecer, pero está claro que cada cual arrima el hombro como puede".

Por otro lado, un asunto que tendrán que abordar ahora es la campaña del espárrago, una temporada muy importante en esta zona que esperan desarrollar con relativa normalidad. De hecho, Salcedo comentaba que aunque ya ha arrancado tímidamente hasta dentro de 10 o 12 días no estará a pleno rendimiento, dependiendo un poco del tiempo que haga.

En este sentido esperan afrontarla con fuerza ya que "no podemos romper la cadena, si nosotros no trabajamos, el agricultor tampoco entrega su fruto". Para ello, insistía, respetarán todas las medidas de seguridad.

Por último, el museo de la conserva local 'La Fábrica Vieja', espacio que cumplió un año recientemente, ha cerrado sus puertas hasta nuevo aviso aunque la tienda, con horario reducido, sigue abierta al tratarse de productos de alimentación.

CNTA

Seguridad alimentaria

También siguen activos y al tanto de la actualidad en el Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA) situado en San Adrián. Y es que, siendo parte de la cadena alimentaria, es también uno de los pilares esenciales de la economía a día de hoy. "Ha cambiado la forma, no el fondo".

De acuerdo con Héctor Barbarin, director general de CNTA, "el sector agroalimentario se destacará como clave para poder mantener unos mínimos niveles de actividad económica y de tranquilidad social, dentro de lo posible. El sector médico, por razones obvias, y el agroalimentario contribuyen a que el impacto de la crisis no sea todavía más severo. Espero y deseo que al menos sirva para que lo visualicemos con la importancia estratégica que tiene y merece ser reconocida".

De hecho, en cuanto al papel que les toca desempeñar en esta crisis, Barbarin apunta que "nosotros, como agente clave en el control de alimentos y procesos productivos en cuanto a calidad y seguridad alimentaria, seguimos dando soporte a la industria alimentaria para que pueda seguir produciendo y abasteciendo a los hogares".

Barbarin aseguraba que están trabajando a corto plazo en el control de producto y validación de parámetros de proceso e instrumentos de medida ya que los temas de medio largo plazo se han frenado mucho (formación o nuevos proyectos de I+D+I).

De todas formas, y al contrario que sucede con las conserveras y empresas de alimentación, su carga de trabajo ha disminuido ya que, explicaba, aunque hay industrias que han multiplicado su trabajo, "otras que tienen su producción enfocada a hostelería y restauración han caído en actividad de manera radical".

Por último, y en cuanto a las principales dudas que surgen y les plantean estos días en torno al sector, el director general destacaba que "el principal problema es evitar el riesgo de contagios para evitar parar la producción. Se toman muchas medidas de higiene, distanciamiento y de limitación de acceso para evitar contagios. Es necesario considerar el sector estratégico, ya que una parada de actividad productiva sería un gravísimo problema. La simple percepción de potencial escasez de alimentos llevaría a compras compulsivas y sería un nuevo y grave asunto a gestionar".

Grupo Ezquerro

Vistiendo los alimentos

Aunque puede parecer que no se trata de una empresa de primera necesidad y que no están en primera línea de fuego, ellos son los que se encargan de "vestir" los alimentos. El Grupo Ezquerro en Lodosa, con sus secciones de adhesivos y gráficas, ha multiplicado estos días su trabajo debido a la cantidad de producto que sale de las conserveras y empresas de alimentación de la Ribera navarra, La Rioja y parte de Álava (aquí sobre todo en el sector vinícola).

"Notamos un alarmismo total y no sabemos si es porque en los centros logísticos se han quedado sin stock o qué pasa, pero esto no es normal, nunca antes habíamos visto algo semejante", explicaba Carlos Ezquerro, comercial.

Un total de 87 trabajadores en tres turnos, "dando el do de pecho", como recalcaba Ezquerro, han tenido que reorganizarse para dar salida a toda la demanda. "Desviamos gente de un puesto a otro, vamos jugando con los sitios en los que hace falta más gente y luego unos y otros van ayudándose. Todo el equipo está trabajando al máximo, apoyándose y, de momento, por fortuna, no tenemos que lamentar ninguna baja por enfermedad", comentaba Carlos que aseguraba que el hecho de estar más expuestos no ha sido excusa para nadie. "Quizás sí venimos más nerviosos o con cierto miedo, pero es nuestra obligación dar un servicio, no podemos decirle a una conservera que no le damos las etiquetas puesto que no pueden mandar el alimento a las tiendas; no podemos romper la cadena".

En la actualidad entre el 90% y 95% de su producción en la parte de gráficas va al sector alimentario y el resto, a limpieza, desinfectantes, maquinaria agrícola, etc, mientras que en la parte de adhesivos las conservas suponen un 70% del trabajo.

A pesar de haber multiplicado la producción (a la semana producen entre 20 y 25 millones de envases y al día están en reparto sin parar dos camiones y dos furgonetas) sí han notado que han bajado los pedidos que iban para la hostelería.

Las medidas de seguridad que han adoptado también son muy exhaustivas; en los cambios de turnos se desinfecta todo, han colocado dispensadores con gel de manos y utilizan guantes y mascarillas, entre otras.

Por último, y debido a los controles, explica que les han parado varias veces en la carretera pero "cuando dices que abasteces a las conserveras, en seguida te dejan pasar. Nos están dando muchas facilidades".

"Estos días trabajamos al 200 por 100 pero no somos ni más héroes ni menos que nadie"

Director General El Navarrrico

"El sector es clave para mantener unos niveles mínimos de actividad económica"

Director General CNTA

"No podemos romper la cadena, no podemos decirle a una conservera que no hay etiquetas"

Grupo Ezquerro