Álvaro Bajén abrió su despacho de abogados en Zaragoza en 1985 y en más de treinta años de experiencia, especializado en derecho laboral y penal, nunca ha vivido tanto riesgo para la economía y el empleo como el derivado de la pandemia por coronavirus. Hasta el punto, advierte, de que sin un plan de choque será "peor que el crack del 29".

"La situación está generando una paralización de toda la economía, no de sectores concretos, y no se puede comparar con ninguna otra que conozca yo del pasado", enfatiza este abogado.

Doctor en derecho en materia de trabajo autónomo, conoce de primera mano, como secretario general de la Asociación de Autónomos de Aragón, el miedo que existe a perder el empleo y a no poder levantar de nuevo la persiana de un negocio.

De hecho, su día a día ha dado un vuelco del cien por ciento por esta crisis. "Las consultas son permanentes", con dudas e incertidumbre por el cese de actividad, las bajas, los ertes. "Hay una situación complicada en muchos sectores, aunque es difícil valorar si están desesperados, porque estamos todos metidos en el hoyo", analiza, en una conversación con Efe.

Nunca, asegura, ha habido tal acumulación de expedientes de regulación temporal de empleo, con una normativa que genera problemas de interpretación, y el peligro se cierne sobre todo en la hostelería y el comercio minorista, que ya arrastra caídas "muy importantes".

"La situación que se nos viene encima es difícil de resolver, sobre todo para los últimos de la cadena, como son los autónomos y la pequeña y mediana empresa" y para ellos, considera "insuficientes" las medidas económicas aprobadas por el Gobierno. "No quiero decir más", apostilla.

La liquidez, explica, es el principal problema, y después llegará la falta de solvencia, y tratar de resolver esa situación con avales, es decir, con más endeudamiento, "no es necesario en este momento, el problema no es ese", se lamenta.

"Si no hacemos un plan de choque importante, la situación va a ser caótica", y ese plan, enfatiza, debe partir de la Unión Europea, de forma que la expansión monetaria revierta en las pymes y en los autónomos. "En los deudores, no en los acreedores", subraya.

El presidente Pedro Sánchez hablaba de un Plan Marshall, pero esta situación requiere un cambio total en la manera de producir y de trabajar, como está haciendo China. Lo demás, dice, "son parches".

"No hay salida sin plan de choque" y sin cambios de las políticas monetarias modernas, para que lleguen a los consumidores, a las pymes y a las autónomos, "la gente se va a quedar en una situación muy difícil".

Sin olvidar el drama humano que supone esta crisis y que le quita el sueño, por su familia y su entorno, el "futuro" es lo que más angustia a los autónomos y a las pymes, el riesgo que tienen de perder la liquidez y el patrimonio.

"Y no es el patrimonio lo importante, es la esperanza de seguir", concluye.