- ¿Cómo celebra el 1 de Mayo?

-Tengo 32 años y siempre lo he vivido desde una óptica joven. Para mí es un día para salir por las calles de Iruña en manifestación. Hace dos años, tuve la oportunidad de participar con millones de personas en La Habana con el Sindicato de Trabajadores de Cuba. Todo un pueblo mostró su orgullo de clase. El año pasado LAB congregó a miles de personas en su manifestación nacional con una Plaza del Castillo repleta que mostró solidaridad de clase, un momento que recuerdo con cierto orgullo.

¿Había pensado que este acto en la calle podía suspenderse?

-No, nunca había contemplado un confinamiento y que un virus podría paralizar todo y suspender manifestaciones en la calle como las del Día Internacional de Trabajo. Esta pandemia ha mostrado que nuestros análisis son acertados, ya que el actual sistema está en crisis y el mundo estaba dando señales de que bastaba de abusos. Soy consciente de que estamos llevando al planeta a su extremo en todos los ámbitos, político, económico, social y ecológico. Es una pena que este 1 de Mayo no salgamos a la calle, pero se presenta como una oportunidad para cambiar y aspirar a otro modelo económico y social que defienda la vida digna para las personas.

¿Cómo va a vivir LAB este día?

-Desde el sindicato vamos a intentar movilizarnos y salir a la calle por medio de caravanas de coches con banderas del sindicato y megafonía por la Comarca de Pamplona, Sakana, Lizarra y Tafalla para alegrar y activar a la gente que está confinada. Respetaremos todas las normas de seguridad para realizar este acto en el que participará un número limitado de personas delegadas y cuadros sindicales que tienen su labor reconocida en los decretos del Gobierno. Hemos trasladado a Delegación del Gobierno nuestra petición y todavía no ha resuelto. Con esta caravana queremos difundir en pueblos y barrios nuestro mensaje de que estamos orgullos de ser trabajadores y de que no vamos a permitir que la solución de la nueva crisis se base en la austeridad y en los recortes sino en el fomento de la dignidad de las personas. El lema para 2020 es Bizitza erdigunera! (La vida en el centro). Nuestro trabajo transforma el mundo. Además vamos a continuar con la acción conjunta desarrollada el 30 de enero en la huelga general con ELA, ESK, Steilas, Hiru y Etxalde.

¿Y usted?

-Desde LAB queremos sacar el orgullo de clase y movilizar a la gente en este encierro. Quiero participar en la caravana y luego también desde casa. Entre las 10.00 y 11.30 horas tenemos previsto realizar esa caravana de coches, posteriormente hemos organizado un programa en streaming con mesa redonda sobre el sistema público, y difundiremos un mensaje de los compañeros cubanos y otro de nuestra secretaria general, Garbiñe Aranburu. Por la tarde, haremos otra emisión con diversos documentales de la lucha trabajadora en Navarra y Euskal Herria.

¿Cuáles van a ser las reivindicaciones de su sindicato este 1 de Mayo?

-Nos encontramos en una crisis sanitaria, con miles de fallecidos, y con familias enteras con ERTE sin ingresos, y personas obligadas a ir a su puesto de trabajo poniendo en peligro su salud. Es el momento de afrontar juntos lo que viene para defender que la vida está en el centro. Reivindicamos salarios mínimos de 1.200 euros y pensiones de 1.080, exigimos acabar con la brecha salarial en las mujeres, invertir en servicios públicos y residencias, impulsar la economía local y que las tiendas vuelvan a abrir, repartir la riqueza, etc. En definitiva, un trabajo, pensión y vida dignas. En la reunión que mantuvimos en febrero con María Chivite, esta señaló que no tenía competencias para establecer esos salarios y pensiones mínimas, pero en esta crisis sanitaria la presidenta ha pedido a Sánchez reactivar actividades no esenciales a petición de la patronal. El Gobierno de Navarra actúa de manera centralista con la clase trabajadora y foralista con la patronal. Este Gobierno debe aclarar si quiere regresar a la situación anterior de precariedad o apostar por un modelo más justo.

¿Qué papel está teniendo su sindicato en esta crisis sanitaria?

-Nos hemos organizado para responder con todos nuestros recursos materiales y humanos. Contamos en la sede con un número mínimo de personas y el resto se encuentra de teletrabajo. Hemos atendido una barbaridad de llamadas y consultas, alrededor de 800 de manera telemática, como la situación precaria derivada de los ERTE porque no cobran, empresas que cierran a cambio de vacaciones, o el problema de la conciliación cuando comience la desescalada, ya que si el Gobierno no aprueba un permiso retribuido, una pareja con niños y niñas deberá renunciar a un sueldo para que uno de los progenitores se quede en casa para cuidarlos.

¿Todos los ERTE están justificados?

-No, hemos judicializado ERTE en empresas con contratos públicos con la Administración foral, y también la resolución del departamento de Trabajo que ha interpretado de manera amplia la fuerza mayor en estos expedientes, como pedía la patronal. Nosotros exigimos un control más estricto. Además, algunas empresas, ante la falta de abastecimiento o de producción, no han presentado un ERTE por causas objetivas, como deberían haberlo hecho, sino por fuerza mayor.

¿Cómo va a afectar a los trabajadores la crisis económica?

-Todo el mundo coincide en que los próximos meses habrá recesión y eso va a poner en cuestión muchos puestos de trabajo. El Gobierno y las empresas deben conservar esos empleos y nosotros tenemos una posición firme en contra de su destrucción, y vamos a estar vigilantes. Agentes internacionales avalan que las recetas de austeridad de 2008 que profundizaron la pobreza no sirven para esta dura crisis. Debemos fortalecer los servicios públicos y la cohesión social con unas condiciones laborales y salariales dignas. Hay que buscar una solución distinta para alcanzar otro modelo económico y social.

¿Qué medidas puedan adaptarse para paliar esa crisis?

-La crisis sanitaria ha acelerado lo que advertimos en la huelga del 30 de enero, que el actual sistema precariza y aumenta las desigualdades. Dinero hay para salir de esta situación para hay que evitar que vaya a la banca o a las empresas del Ibex. Debe usarse para fortalecer los servicios públicos, salarios, pensiones y conversar los empleos. Instamos al Gobierno a que desarrolle un plan de reactivación económica y social para no volver a la situación anterior. No creemos que el Consejo del Diálogo Social sea el ámbito para acordar estas materias, nosotros vamos a estar al lado de la gente. Reivindicamos un proceso que nos lleve a un marco con capacidad para decidir en Navarra nuestro modelo económico y social. Pedimos ser soberanos en nuestras decisiones y no depender ni de Madrid ni de la patronal.

"El Gobierno actúa de manera centralista con la clase trabajadora, y foral con los empresarios"

"La crisis sanitaria ha acelerado la denuncia de la huelga del 30 de enero: la precarización de este modelo"