La Comisión del Congreso para la Reconstrucción Social y Económica del país tras la pandemia del coronavirus ha rechazado este viernes incluir la derogación de la reforma laboral de 2012 y la creación de un nuevo impuesto sobre las grandes fortunas entre sus recomendaciones para salir de la crisis del Covid.

En ambos puntos, los dos socios del Gobierno español de coalición han votado en sentido opuesto. El PSOE ha rechazado esas recetas con la ayuda del PP, Ciudadanos y Coalición Canaria, mientras que Unidas Podemos ha votado a favor junto con los proponentes, como Esquerra Republicana y EH-Bildu.

El PSOE llegó a apoyar la derogación de la reforma laboral en la sesión del miércoles, pero ya entonces forzó una repetición de la votación ese mismo día para corregirse. Esa repetición protagonizó parte del debate de la mañana de este viernes, ya que la portavoz de EH-Bildu, Mertxe Aizpurua, reclamó un informe de los letrados.

El presidente de la Comisión, el socialista Patxi López, replicó que el grupo de trabajo en el que se produjo la repetición ya estaba disuelto, por lo que no tenía sentido abundar en el tema, máxime cuando la enmienda de Bildu seguía "'viva'", por lo que se podía votar.

BILDU PROTESTA POR LA AUTOENMIENDA DEL PSOE

Aizpurua se quejó de que era "un auténtico disparate" y "una vulneración del reglamento", secundada más tarde por Ferrán Bel, diputado de Junts, que ha declinado participar en esa votación, y el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, que ha calificado de "barbaridad" y "atropello" que se repitiera esa votación. "Ustedes a veces manejan esto como si fuera su cortijo", ha dicho.

El portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, ha aclarado después que "independientemente" de si esta derogación se incluye o no en los acuerdos de reconstrucción, esta medida "forma parte del acuerdo del Gobierno". "Viendo la trayectoria del Ministerio de Trabajo, puedo afirmar que de la reforma laboral del PP no va a quedar ni los palos del sombrajo. Y si no, tiempo al tiempo", ha dicho.

Unidas Podemos también mantiene su apuesta por el impuesto de grandes fortunas, según ha reiterado este mismo viernes el vicepresidente, Pablo Iglesias, que confía en convencer a la parte socialista del Gobierno.