El sindicato UGT ha subrayado que en los seis primeros meses del año se han producido en Navarra un total de 4.112 accidentes laborales con baja, de los que 6 fueron mortales, datos que indican que la siniestralidad laboral "sigue disparada" y que Navarra encabeza "con diferencia" el ranking de Comunidades Autónomas con más accidentes de trabajo.

Así lo analiza en una nota, en la que la UGT explica que aunque en este primer semestre el número de accidentes laborales se ha reducido en 1.122 con respecto al mismo periodo del año pasado, hay que tener en cuenta que ese descenso (un 21,4 %) se ha producido con casi tres meses de paralización de la actividad productiva como consecuencia de la pandemia, paralización que afectó especialmente a sectores como la Industria y la Construcción, que acaparan buena parte de los accidentes.

Los datos "más preocupantes" para el sindicato son el aumento de los accidentes mortales, que durante este pasado primer semestre se elevaron a 6, dos más que en el mismo periodo del año pasado y el doble que en el primer semestre de 2018, y el alto número de accidentes graves, que ascendieron a 30, siete menos que en los seis primeros meses de 2019, pero el mismo número de los registrados en similar periodo de 2018.

En cualquier caso, advierten de que "la gravedad de la situación de la siniestralidad laboral en Navarra se refleja con especial crudeza en el ranking de Comunidades Autónomas por mayor accidentabilidad, medida en índices de incidencia".

Así, la Comunidad Foral encabeza con diferencia dicho ranking con 246,2 accidente laborales por cada cien mil trabajadores, seguida de Castilla La Mancha (223,8) y la Rioja (219,9).

La UGT señala que el crecimiento de la siniestralidad laboral obedece, principalmente, a dos causas: la precarización del mercado de trabajo provocada por la Reforma Laboral de 2012 y los recortes económicos en materia de prevención de riesgos laborales y vigilancia de la salud laboral realizados por las empresas durante la pasada crisis económica.

El sindicato advierte que esta situación todavía puede empeorar como consecuencia de la pandemia, tanto por la amenaza directa del virus a los trabajadores y trabajadoras más expuestos, como por "la intensificación de la precariedad y el deterioro de las condiciones de trabajo que se están produciendo como daños colaterales".

Por todo ello, la UGT hace un llamamiento a las empresas para que "adopten todas las medidas necesarias para garantizar la salud de sus trabajadoras y trabajadores, reforzando con medios materiales y humanos suficientes los sistemas de gestión preventiva".

Apela además a la Administración a que "refuerce, igualmente, a la Inspección de Trabajo, para que pueda cumplir de forma eficaz su función de vigilancia y control de la normativa laboral en materia de prevención y salud, sobre todo en una situación en la que la salud pública está especialmente amenazada".