La cuota de energías renovables (EERR) en el consumo final bruto de energía en Navarra aumentó del 22,18% al 23,2% en 2018, lo que supone un crecimiento del 4,59% respecto a 2017. En ese mismo periodo, la cuota de las energías renovables en el consumo final bruto de energía en el transporte subió un 44,1%, pasando del 4,46% en 2017 al 6,43% en 2018.

El indicador que marca la energía final necesaria para producir una unidad económica, la intensidad energética final, ha descendido un 13,79% en la última década, dato que refleja la tendencia hacia una mayor eficiencia energética de Navarra. En el último año, de 2017 a 2018, este indicador baja un 1,13%, fruto de que el crecimiento de la economía ha sido mayor que el crecimiento de la energía empleada. El consumo de energía final aumentó en un 2,08%. El principal consumo procede del petróleo y sus derivados (41,61%), gas natural (27,81%), y electricidad (19,65%=. Estos consumos se han centrado en los sectores del transporte (37,7%), industria (36,14%), y el sector doméstico, de comercio y servicios (18,38%). El consumo en la administración se ha reducido un 0,03%.

La producción de energía se ha reducido en un 1,18% respecto a 2017, debido al grado de funcionamiento de los ciclos combinados. Se redujo el grado de funcionamiento de las centrales de ciclo combinado en un 52,68% respecto a 2017, con el resultado que la contribución de las cogeneraciones es superior a la de los ciclos combinados. Destaca la producción eléctrica con energías renovables que aumenta del 60,77% en 2017 al 69,22% en 2018. En 2018 es destacable el significativo incremento de la producción eléctrica de la hidráulica, que ha subido un 89,55% respecto a 2017, fruto del año hidrológico que rige la producción de este tipo de instalaciones.