Navarra figura entre las cinco comunidades autónomas que podrían perder más competitividad por efecto de la pandemia al finalizar 2020, junto con Baleares, Cataluña, Canarias y la Comunidad Autónoma Vasca, según un informe del Consejo General de Economistas.

Esta merma se explica por varias causas. Por un lado, por los malos datos de empleo de Navarra en el tercer trimestre del año, que tendrán cierta continuidad en el cuarto y que tienen su origen en la intensidad de los rebrotes. Junto a ello, una evolución peor que la media en la productividad y, junto a todo ello, el superior impacto de la epidemia en términos sanitarios, con más casos y más fallecidos por habitante que la media española.

La Comunidad Foral, por el contrario, se situó a la cabeza en las mejoras de la competitividad en 2019, por lo que continúa en la segunda posición alcanzada el año pasado y confirmando el buen momento que atravesaba su economía antexs de la epidemia. Así lo detalla el Consejo de Economistas en su Informe de la Competitividad Regional en España 2020 en el que describe un mapa de la situación de cada comunidad autónoma para hacer frente a la pandemia y que señala que en 2019 la competitividad de las autonomías creció en un promedio del 3,2 % respecto a 2018.

En 2020 en cambio la competitividad de las regiones bajará y muy especialmente en las cinco citadas. En el grupo formado por Galicia, Murcia, Extremadura, Castilla-La Mancha, Cantabria y Andalucía, se espera una menor pérdida, que será elevada también en La Rioja, Madrid, Aragón, la Comunidad Valenciana, Castilla y León y Asturias.

Estrategias claras para recuperarse

Durante la presentación del informe y respecto a la emergencia sanitaria, social y económica, el presidente del Consejo, Valentín Pich, señaló que es imprescindible elaborar estrategias "claras y flexibles" para promover no solo que se recupere el estado previo a la aparición del virus, sino que aumente la competitividad. Así aconsejó emprender una nueva etapa de desarrollo "a la mayor brevedad posible ante un mundo que ha cambiado". Para Pich, las medidas que convendría adoptar para la recuperación deben ir orientadas a un modelo general de crecimiento económico más sostenible y basado en el capital humano, el conocimiento y la tecnología.

El coordinador del informe, Patricio Rosas,indicó que la competitividad estructural aumentó un 3,2 % en 2019, en sintonía con la desaceleración generalizada que muestran los datos de la Contabilidad Regional de España.

No obstante, ese crecimiento agregado del Índice de Competitividad Regional (ICREG) en 2019 se situó por encima de la variación media del periodo 2008-2019, aunque por debajo de la alcanzada en la etapa de recuperación y es dos puntos menor a la de 2018. Añadió que el ICREG aumentó en 12 de las 17 autonomías y descendió en Aragón y Asturias; Madrid, Navarra y Euskadi continúan siendo las más competitivas.