Navarra deberá esperar para ensamblar coches eléctricos. Volkswagen planea comenzar por Martorell (Barcelona) la fabricación de vehículos pequeños movidos por batería, una decisión que supondría en el mejor de los casos postergar durante un tiempo a la planta navarra, que seguiría dedicándose a las motorizaciones convencionales.

Según publicaba El Mundo, Herbert Diess, consejero delegado de Volkswagen, ya le habría comunicado a Pedro Sánchez, presidente del Gobierno con el que se reunió el 26 de noviembre, la decisión de la multinacional alemana.

En el encuentro, Diess habría explicado que el grupo ya tiene completo el plan de negocio para su gama de coches pequeños y, en especial, el Audi A1, el Seat Ibiza y el Volkswagen Polo. Los dos primeros se fabrican en la planta barcelonesa, mientras que el último supone en estos momentos el 40% de la producción de Landaben, donde el T-Cross, más demandado por el consumidor y más rentable para la empresa, tiene prioridad absoluta.

El objetivo sería que Seat comience a fabricar los tres modelos (A1, Ibiza y Polo) en Martorell hacia el año 2024. Y, a partir de entonces, decidir en función de la demanda.

Con casi 15.000 trabajadores, Seat-Martorell triplica en tamaño a Landaben, que afronta como el resto de plantas un inicio de 2021 complicado. El cierre de los concesionarios en Alemania seca el principal mercado de exportación para Volkswagen Navarra, que no estaría en todo caso descartada para fabricar coches eléctricos. Su adjudicación llegaría, sin embargo, en una segunda fase, siempre que la demanda en Europa responsa a las inversiones. Tampoco se descarta a Palmela, la planta portuguesa, para esta misma gama.

En Pamplona, fuentes sindicales apuntaban asimismo que existe una cierta inquietud tanto por la situación actual del mercado como por la falta de novedades respecto al mercado eléctrico. La planta afronta en cualquier caso un año con dos lanzamientos: la renovación del Polo y el nuevo todocamino con aire deportivo. Un CUV que en Brasil se denomina Nivus pero que podría cambiar de nombre para su lanzamiento en Europa, previsto para el otoño.

Eléctricos, el reto del momento

Industrializar la fabricación de utilitarios eléctricos, donde el precio debe ajustarse al máximo, es el principal reto al que se enfrentan casi todos los grupos y marcas. Y, según la misma información, Diess prefiere a Seat para llevar a cabo un proceso que requerirá de inversiones millonarias y que garantizaría grandes volúmenes productivos si la demanda responde. Las mismas fuentes apuntaban que los directivos de Seat llevarían ya meses negociando con proveedores para este proyecto.

De hecho, el proyecto sería uno de los candidatos a recibir fondos europeos para la recuperación económica, denominados Next Generation.

La batalla por recibir adjudicaciones de coches eléctricos y acoger plantas de fabricación de baterías se encuentra abierta en todo el continente. Países y regiones pujan por un sector que, de momento, no mira a España como destino para sus inversiones. Y que aguarda, además, el desembarco definitivo de Tesla, a quien el mercado sitúa, según su valoración bursátil, como líder indiscutible en 2030.