La dirección provincial del Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe) en Navarra ha multiplicado casi por tres el gasto en prestaciones en solo ocho meses de pandemia. Hasta el momento mantiene el récord de 287,7 millones de euros desembolsados en pagas por paro, por expedientes de regulación de empleo de suspensión temporal de contratos (ERTE), subsidios y rentas activas de inserción a través de 353.183 prestaciones, un 121% más.

La pandemia ha disparado las cifras del Sepe a niveles que hasta ahora no se habían registrado, con la tramitación de 10.400 ERTE concentrados en apenas unos meses por primera vez, pero que al mismo tiempo han servido para evitar un incremento sin precedentes del desempleo en tan poco espacio de tiempo, como así han reconocido diferentes entidades en sus informes económicos esta semana, como la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) o el BBVA.

Sin embargo, a pesar de esta herramienta, el número de personas desocupadas en la Comunidad Foral ha crecido hasta casi rozar las 40.000 en noviembre -cifras equiparables al año 2016-, con 7.111 personas más sin empleo ahora que hace un año. Aunque esta cifra preocupa, los ERTE han impedido un descalabro del paro, y la factura por la regulación se ha elevado a los 137,2 millones de euros entre abril y noviembre en la Comunidad Foral, aunque el pico de gasto se produjo durante el confinamiento tras la proclamación del estado de alarma el 14 de marzo y el cierre temporal de empresas de servicios e industria. Entre abril y mayo abonó el 56% del total de prestaciones por ERTE de este periodo -31,8 millones en el cuarto mes del año y 44,8 millones en mayo-.

El inicio de la desescalada trajo la recuperación de actividades y el descenso del desempleo entre junio y septiembre -meses habituales en los que disminuye el paro en el verano- y eso supuso que el desembolso del Sepe por ERTE descendiera respecto a abril y mayo: una media mensual de 12,2 millones en la época estival.

Durante la primera ola, la mayoría de estos expedientes de suspensión estuvieron vinculados al coronavirus, catalogados por fuerza mayor, una característica que permitió que las personas trabajadoras reguladas por este motivo no consumieran de su bolsa de desempleo, y que mantuvieran intacto todo el periodo de derecho a prestación por paro si posteriormente se quedaban sin trabajo. Esta condición expiró el 30 de septiembre, excepto si los trabajadores que han vuelto a sufrir un ERTE son despedidos en 2021 por finalización de un contrato de duración determinada; extinción individual o colectiva por causas económicas, técnicas, organizativas o productivas; o despido por causas que lo declaren improcedente.

Esto significa que aquellas personas que durante los próximos cuatro meses hasta el 31 de enero estén reguladas, mantendrán su bolsa de paro íntegra si se quedan sin empleo en 2021. En cambio, aquellos empleados que sufran un ERTE estos cuatro meses, perciban prestación y no sufran una extinción el próximo año, pero sí en 2022, no tendrán entera la bolsa del paro, sino que se les descontará aquello que han consumido por el ERTE. Habrá que esperar si esta condición cambia cuando se vuelva a abordar en enero la posibilidad de una nueva prórroga de los ERTE. La patronal ya ha manifestado en más de una ocasión de alargar hasta junio de 2021.

El gasto en prestaciones por paro entre abril y noviembre ha crecido un 62%, al pasar de los 76,2 millones el año pasado a los 123,7 millones ahora; y los subsidios (por agotamiento de paro, hijos a cargo o para mayores de 52 años) han subido un 26%, de los 19,5 a los 24,6 millones.

261

El Sepe ha abonado entre abril y noviembre 261 millones de euros en prestaciones contributivas: 137,2 millones en 192.817 prestaciones por expedientes de regulación de empleo de suspensión temporal de contratos; y 123,7 millones en prestación por paro. El año pasado el gasto por este último concepto fue de 76,2 millones en este periodo.

24,6

El Sepe ha ingresado a 60.529 perceptores entre abril y noviembre 24,6 millones en subsidios. El año pasado fueron 50.645 perceptores y 19,5 millones de euros.

2

Entre abril y noviembre, el Sepe tramitó 5.315 prestaciones de renta activa de inserción por un valor de dos millones de euros. Esta ayuda ha disminuido respecto al mismo periodo de 2019, ya que el año pasado contabilizó 6.223 prestaciones por un importe de 2,188 millones.

10.400

ERTE tramitados por el Sepe durante la pandemia, de los que 9.500 correspondieron a empresas navarras; y 900 se trataron de ERTE que dependían del Ministerio con parte de sus centros en la Comunidad Foral.

Meses/Gasto en € en Navarra

Total137.263.234

Meses/Perceptores en Navarra

Total192.817

Fuente: Sepe Navarra