El impulsor de Davalor Salud, empresa navarra hoy en liquidación, tiene un nuevo proyecto empresarial entre manos. Y ha propuesto a sus antiguos inversores, que perdieron todo lo que aportaron en su momento, que canjeen sus participaciones y lo acompañen en esta iniciativa con el objetivo de poder recuperar al menos una pequeña parte de lo invertido.

"De este modo, mantendrían viva su inversión en un proyecto diferente que, con suerte, podría darles dividendos en un futuro", explica Bestaker, la sociedad que se encargó de captar dinero para Davalor mediante crowdfunding a los antiguos inversores. Esta sociedad, al igual que Davalor, era propiedad de Juan José Marcos, el ingeniero impulsor del proyecto y quien explica que con la nueva iniciativa existe "una posibilidad" de obtener una rentabilidad. "No puedo prometer éxito, pero sí que estrujaré esa posibilidad con honestidad y esfuerzo".

En total, se calcula que unos 3.000 pequeños inversores aportaron 12 millones de euros a Davalor, una iniciativa en la que también tomó parte Sodena, una decisión que ha terminado por costarle el puesto a Manu Ayerdi como consecuencia de la querella planteada por UPN.

Davalor diseñaba y fabricaba máquinas de análisis visual con el objetivo de comercializarlas en cadenas de ópticas. No tuvo éxito y, en su trayecto, acumuló una deuda cercana a los 30 millones de euros y terminó por entrar en concurso de acreedores, que fue declarado asimismo como culpable.

Nueva sociedad con salto tecnológico y 'big data'

Bestaker explica a sus inversores las líneas maestras de la propuesta. "Una sociedad (aún en constitución) ha propuesto a Juan José Marcos construir un nuevo proyecto basado en sus nuevas ideas y su capacidad para desarrollarlas. Las discusiones entre ambos han llevado a definir un proyecto nuevo que consideran muy atractivo: con un salto tecnológico y uso de datos masivos, llegada rápida al mercado, potencial de crecimiento", explica la carta.

Marcos, vista sin embargo su situación, será solamente un empleado de esta nueva sociedad. "No podrá ser ni socio ni administrador del nuevo proyecto". A cambio de ello, Marcos reclama que un número de participaciones de Davalor Salud se canjeen por participaciones de una nueva sociedad que, a su vez, tendría una participación en este proyecto.

Esta segunda sociedad, que actúa como vehículo de inversión, no tiene otro objeto que entrar como socio en la sociedad que va a desarrollar el nuevo proyecto. "Como el nuevo proyecto no ha comenzado aún, el valor de ambas sociedades sería prácticamente nulo. Sin embargo, si el proyecto encontrara inversores y se desarrollara exitosamente, las sociedad alcanzaría algún valor" y, por tanto, también la nueva sociedad inversora y, con ello, las participaciones canjeadas.

Quienes decidan acudir a este canje no tendrían que hacer frente a nuevas inversiones, pero sí hacerse cargo de los gastos administrativos y de notaría del proyecto. A saber: un inversor que fuera a convertir entre 1.000 y 5.000 euros tendría que pagar, 25 euros en gastos; entre 5.000 y 50.000, 100 euros; entre 50.000 y 100.000 euros, 500 euros; y quienes conviertan más de 100.000 euros deberían afrontar unos gastos de 1.000 euros.

El informe a los inversores incluye una carta personal de Juan José Marcos. En la misiva, el fundador de Davalor recuerda que las circunstancias de la vida le han retrotraído a su "más rabiosa juventud". "Ahora que tengo 63 años no tengo nada en el presente. Toda mi liquidez fue a financiar Davalor Salud y he perdido mi casa, que garantizaba préstamos" de la empresa. "Pero enfrento un proyecto con un futuro cargado de promesas".