El Gobierno foral, a través del Servicio Navarro de Empleo-Nafar Lansare (SNE-NL) ha habilitado 5 millones de euros para incentivar la generación de empleo a través de ocho convocatorias distintas.Según ha comentado Miriam Martón, directora gerente del SNE, casi 3 millones están dirigidos a empresas y entidades para favorecer la contratación de colectivos con dificultades de incorporación al mercado laboral; y los otros dos, ampliables, son para apoyar al emprendimiento mediante el trabajo autónomo.

De las subvencione a empresas y entidades por contratar a personas en desempleo, Martón ha indicado que oscilan entre los 550 y los 1.100 euros al mes, dependiendo de las bases de cada convocatoria, de las características de la persona contratada y la duración del contrato.

O también pueden ser importes fijos de hasta 10.300 euros por contratar de manera indefinida a una persona con discapacidad o un incentivo de entre 3.600 y 6.100 euros por contratar a jóvenes en prácticas.

A comentado además que el apoyo a la contratación en empresas será reformulado en los próximos meses, conforme a la estrategia del SNE y del Plan de Empleo en negociación, con fondos adicionales de 600.000 euros, ampliables.

Como novedad, se incentivarán los retornos laborales, la contratación indefinida, la incorporación de mujeres víctimas de violencia de género o los contratos de formación y aprendizaje, vía esta última sobre la que Martón ha subrayado la interlocución SNE con el sector empresarial favorecer la formación a demanda.

"En Navarra estamos haciendo una gran apuesta por la integración de políticas activas, una cadena de valor que une intermediación, orientación, formación y fomento del empleo", para favorecer la creación de empleo y al competitividad de las empresas, ha dicho,.

En este sentido ha destacado que las empresas pueden optar a ayudas por contratos en prácticas para jóvenes (1 millón de euros) y por contratos de calidad a jóvenes en empresas de sectores clave de la economía navarra (970.000 euros).

También tiene ayuda la contratación de desempleadas de larga duración y personas a las que se les ha extinguido su contrato indefinido o superior a un año como consecuencia de la crisis del COVID-19 (580.000 euros), la de personas perceptoras de Renta Garantizada (200.000 euros) y personas con discapacidad (240.000 euros).

El año pasado los programas de incentivos a empresas y el empleo autónomo tuvieron un comportamiento desigual debido a la pandemia y en conjunto alcanzaron los 1.442 contratos subvencionados.

En el caso de las altas de autónomos subvencionadas crecieron un 9% en comparación a 2019, 895 frente a 819), el presupuesto destinado creció un 7%, hasta los 2.081.200 euros ejecutados, el 76% de las personas desempleadas beneficiarias pertenecían a colectivos con mayores dificultades de acceso al mercado laboral.

Por el contrario, la actividad en empresas se resintió y se paso de 757 contratos subvencionados en 2019 a 517 en 2020, y de 428 entidades y empresas beneficiadas a 348, a pesar de lo cual Miriam Martón ha puesto en valor que se mantuvo la actividad subvencionadora en un 70% .