“Hace un año estábamos todos cardíacos ante un confinamiento que nadie había vivido”, recuerda Cristina Lecumberri, directora general de Alinar, la Asociación de Industrias Agroalimentarias de Navarra, La Rioja y Aragón.

El fin de semana del 14 de marzo en el que Pedro Sánchez declaró el estado de alarma, Cristina trabajó sin descanso como el resto del sector agroalimentario. “Teníamos un objetivo claro: proteger a las plantillas con equipos de protección individual (EPI) para mantener la actividad y asegurar el abastecimiento de alimentos a los establecimientos. ¡Una locura!”, exclama.

diversificar canales Transcurrido un año, el sector agroalimentario ha puesto en “valor la capacidad de sus equipos para reaccionar con rapidez a situaciones adversas como el coronavirus”, pero también la pandemia ha destapado cuestiones que debe mejorar, como avanzar en digitalización, abordar otras fórmulas de gestionar equipos y diversificar mercados y canales de distribución.

“Debemos mantener el abastecimiento de alimentos. En estos momentos el incremento del coste de materiales y la posible aprobación de impuestos verdes, como al plástico, perjudican al sector agroalimentario en la actual coyuntura económica”, insiste Lecumberri.

Alinar agrupa a casi cien empresas agroalimentarias de Navarra, La Rioja y Aragón, que emplean a más de 10.500 personas, con una facturación de más de 2.200 millones de euros. Esta asociación comunica a las instituciones forales y estatales las necesidades del sector para que haya una coordinación con el tipo de políticas que van a llevarse a cabo. “El perfil de las empresas agroalimentarias se corresponde principalmente con pymes, que deben contar con suficientes convocatorias para sus iniciativas”, remarca Lecumberri.

Alinar ha recopilado proyectos de sus empresas socias para presentarlos en la oficina Cenxeuropa, que ha analizado si son susceptibles de optar a los fondos europeos de recuperación.

un peso del 8% en el pib El 22% de las iniciativas compiladas por esta oficina se localizan en el sector agroalimentario, con un montante de inversión de más de 500 millones de euros. “Debemos aprovechar los fondos europeos para continuar avanzando en este sector que se caracteriza porque continuamente está innovando e invirtiendo. Nos hemos convertido en la segunda actividad económica de la Comunidad Foral, aportamos un 8% al PIB, generamos empleo y vertebramos el territorio”, recalca Lecumberri.

Además, en este contexto de oportunidad que ofrecen los fondos europeos, esta asociación trabaja en confeccionar un proyecto tractor que implique a la industria y a los agricultores y ganaderos.

Esta iniciativa persigue potenciar el vínculo entre el sector primario y el transformador, esencial dentro de la cadena alimentaria. “Queremos consolidar unas relaciones comerciales estables y continuas entre estos agentes y que haya un mayor conocimiento del campo y de la industria para planificar de manera más óptima la producción y la transformación con el apoyo de la digitalización. Con todo ello lograremos mejorar la productividad y competitividad en ambas áreas”, concluye la directora general de Alinar.