La quebrada Miasa, que continúa suministrando a sus clientes, busca con urgencia un comprador para evitar el cierre definitivo.

El proceso concursal de la empresa constituida por los Huarte hace más de 50 años sigue su itinerario y el administrador trabaja en recabar posibles ofertas durante las próximas semanas.

La plantilla acude a su puesto de trabajo, y el personal de mano de obra directa cubre los tres turnos en la sección de fundición; y dos en la de mecanizados.

A pesar del concurso de acreedores, la empresa se mantiene al corriente de las nóminas.

El pasado 6 de abril concluyó el periodo de consultas del expediente de regulación de empleo (ERE) para despedir a toda la plantilla, y terminó sin acuerdo entre la empresa y el comité.

La parte social está compuesta por CCOO, LAB y ELA.

RÚBRICA DEL ACTA Y AL FOGASA

RÚBRICA DEL ACTA Y AL FOGASA

Ambas partes se han citado este viernes para rubricar el acta de finalización del periodo de consultas sin acuerdo. Para posteriormente el administrador entregar la documentación en el Juzgado de lo Mercantil para que dé su aprobación.

Durante las pasadas cuatro semanas, la empresa ha mantenido como oferta la indemnización por despido objetivo que marca la reforma laboral, 20 días por año con el tope de una anualidad, han contado fuentes sindicales.

Tras no lograr ningún pacto, la plantilla será indemnizada con esta cantidad, y lo hará a través del Fondo de Garantía Salarial (Fogosa). A esta herramienta acuden los trabajadores afectados por un concurso de acreedores, ya que la compañía alega falta de liquidez para afrontar dichas indemnizaciones.

Desde que anunciara la compañía de fundición y mecanizado de piezas para el automóvil su liquidación, por lo menos, una decena de personas han dejado de trabajar en la factoría, han manifestado estas fuentes.