- A una semana de que se cumpla un año del acuerdo entre los líderes europeos con el que se hizo realidad un Fondo de Recuperación de 800.000 millones de euros para la reactivación económica tras la pandemia, el plan elaborado para acceder a 69.500 millones de euros en forma de transferencias a fondo perdido ha recibido el visto bueno de los ministros de Finanzas de la UE.

El primer pago será un anticipo de 9.000 millones de euros que la Comisión Europea (CE) prevé entregar en las próximas semanas, una vez se firmen los últimos documentos oficiales con el Ejecutivo comunitario. Además del español, los ministros aprobaron los planes de Austria, Bélgica, Dinamarca, Francia, Alemania, Grecia, Italia, Letonia, Luxemburgo, Portugal y Eslovaquia.

Para la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, la aprobación "allana el camino para la implementación de las inversiones y reformas del (fondo) Next Generation EU para una recuperación fuerte, verde, digital, inclusiva y justa en Europa".

España, segunda beneficiaria del fondo con más de 140.000 millones de euros disponibles, usará las ayudas para implementar programas de movilidad sostenible, rehabilitación de vivienda, modernización de las Administraciones públicas o digitalización de pymes, entre otras inversiones, y acometer reformas como la del mercado laboral, la de pensiones o la fiscal.

Bruselas calcula que el plan aportará un 2,5% adicional al producto interior bruto (PIB) solo con las inversiones, un impacto que podría alcanzar el 10% si se cuenta también el efecto de las reformas.

Con el visto bueno del Consejo, el último paso formal antes de poder recibir el anticipo de 9.000 millones es firmar el acuerdo de financiación entre el Gobierno y la CE, un trámite que el Ejecutivo espera completar lo más rápido posible, pero que podría llevar algunas semanas.

Bruselas espera que estos acuerdos puedan firmarse de aquí a finales de julio y que los primeros pagos se efectúen en las próximas semanas, según indicó el vicepresidente comunitario, Valdis Dombrovskis.

El resto de los desembolsos hasta 2026 serán semestrales y estarán condicionados a que los países demuestren que han logrado los objetivos de su plan en el calendario fijado con la Comisión.

España prevé solicitar ya este año un primer desembolso de unos 10.000 millones de euros, que está ligado a más de 50 hitos y objetivos que ya se han cumplido entre marzo de 2020 y junio de 2021, por lo que el Gobierno espera que no haya ningún problema para recibirlo.

España ha optado por concentrar la mayor parte de las reformas e inversiones en los tres primeros años del plan, lo que se refleja en el volumen de desembolsos previstos: aproximadamente 19.000 millones en 2021, 18.000 millones en 2022, 17.000 millones en 2023, 8.000 millones en 2024, 3.000 millones en 2025 y 4.000 millones en 2026.

Desde el Gobierno reconocen que el calendario es ambicioso, pero defienden que era necesario desplegar cuanto antes el potencial del fondo para responder al golpe de la covid-19 y activar la recuperación. Y aseguran que los socios comunitarios, que preguntaron por esta estrategia durante las discusiones a nivel técnico, entienden el planteamiento.

Los ministros debatieron ayer sobre la implementación y el control de los planes en general. Y es que la vigilancia de la UE se centrará en la implementación de los planes, que obligará a los países a absorber un volumen de fondos sin precedentes en tiempo récord y determinará el éxito del plan.

Solo con los doce planes aprobados ayer se han asignado ya 392.193 millones del fondo de recuperación y la CE tendrá que abonar 49.991 millones de euros en anticipos.