Dos años después de su entrada en vigor, la Ley que regula el control horario en las empresas sigue sin aplicarse en cientos de centros de trabajo de Navarra. Una grieta en el sistema por la que se filtran horas extra no registradas, no cobradas y no cotizadas. La Inspección de Trabajo, de hecho, ya ha impuesto sanciones por ello. En toda España, ha detectado alrededor de 10.000 infracciones en este periodo.

No parece, en cualquier caso, que la vigilancia esté resultando demasiado estrecha. Desde el 12 de mayo de 2019, cuando se abrió un periodo de flexibilidad de tres meses, todas las empresas deben contar con un registro que contabilice la hora en que un empleado empiece a trabajar. Pueden hacerlo por medios físicos -la tarjeta que registra en la puerta las entradas y salidas es la más frecuente-, mediante papel, con la huella del dedo o con una aplicación web en el teléfono o en el portátil que se activa desde el momento en que una persona empieza a trabajar.

La realidad es, sin embargo, muy dispar, y se ha visto además condicionada por el estallido de la pandemia en marzo de 2020, que ha cambiado el modo de trabajar de millones de personas. Los sindicatos señalan que el control horario se ha implantado de modo generalizado en las grandes empresas y de forma mayoritaria en las medianas. La situación es, sin embargo, muy diferente en las pymes y en las microempresas, que siguen representando más del 90% de los centros de trabajo de la Comunidad Foral.

“Donde no hay representación sindical es muy difícil que alguien denuncie. Hay miedo”, explica Alfredo Sanz, responsable de política sindical de CCOO en Navarra, quien señala que los mayores problemas para asegurar el cumplimiento del registro se viven en la hostelería y el comercio, así como en pequeñas empresas de construcción. Según explica, en muchos de estos establecimientos se ha apostado por registrar en papel las horas de entrada y salida de los trabajadores, una vía que “permite el fraude”.

“Hay que tener en cuenta, además, -explica Sanz- que la pandemia ha golpeado sobre todo a sectores como la hostelería, por lo que no se está pidiendo hacer horas por encima de la jornada, como podía suceder con anterioridad”. En muchos casos, las plantillas han pasado casi tanto tiempo en ERTE como trabajando.

Una opinión muy distinta a la de CCOO y a la de los sindicatos tiene la Confederación Empresarial de Navarra, quien considera que existe un “cumplimiento generalizado por parte de las empresas”. “En este sentido -señalan-, nos consta el esfuerzo que han realizado las empresas navarras en la aplicación y adaptación a esta ley en los dos últimos años”.

Así, la CEN admite que cuando se publicó la normativa en marzo de 2019, surgieron dudas y confusión sobre el procedimiento, los dispositivos y cómo había que llevar a cabo el registro, “sobre todo en empresas pequeñas con menos medios”. También, se apreciaron ciertas dificultades respecto a la conjugación de la norma con la flexibilidad horaria o determinados puestos de trabajo de tipo comercial, “pero, hoy en día, la implantación está ya generalizada”.

No lo tienen tan claro desde el portal de empleo Infojobs, que ha elaborado una encuesta sobre horas extra encubiertas. Y en ella casi la mitad de los trabajadores dice realizar todavía horas extra que no están controladas o pagadas. Y todavía uno de cada cuatro trabajadores señala que su compañía no registra las horas de su jornada laboral”.

APUNTE

  • Aplicación en el móvil. En algunas empresas donde los trabajadores no trabajan físicamente en la oficina, los trabajadores han tenido que instalarse una plicación de control horario que deben activar en el momento en que empieza su jornada. “Nosotros reclamamos que sean las empresas las que faciliten este teléfono que se emplea para fines profesionales”.
  • Colisión con otros derechos. Los expertos advierten de que estas aplicaciones pueden entrar en colisión con otros derechos, como de la intimidad, sino como facilitar un “control injustificado y desproporcionado”.

LA CIFRA

El 44% de los jóvenes no cobra las horas

El estudio de Infojobs muestra que casi la mitas de los menores de 40 años no cobra las horas extra que hace.