La Encuesta de Población ha enfriado la recuperación del empleo en Navarra. Lo ha hecho con notables contradicciones, como muestra habitualmente una estadística basada seguramente en un número insuficiente de consultas, pero también lanzando algunas alertas que conviene no olvidar. Navarra tiene dificultades serias para rebajar su tasa de paro, que queda den 10,7%. De hecho, el desempleo crece en 1.600 personas respecto al trimestre anterior y afecta a 34.200 personas.

El dato resulta sorprendente, sobre todo porque en el último trimestre el paro registrado, aquel que miden los servicios de empleo públicos, ha caído con fuerza. Pero esta divergencia ha servido sin embargo para que, por primera vez en los últimos cinco años coincidan las cifras de paro que ofrecen una y otra estadística. Entre julio y agosto la cifra media de desempleados era de 33.800 personas, apenas 400 menos de las que dice la EPA.

La encuesta muestra además una creación de empleo algo más débil de la que muestran los datos mensuales de la Seguridad Social. En el último trimestre se crean unos 1.500 empleos (unos 5.800 más que hace un año), pero, si la comparación se realiza respecto a 2019, Navarra queda a la cola de la recuperación de todas las comunidades, con 5.200 ocupados menos que hace dos veranos.

¿Qué está sucediendo? El Gobierno de Navarra apunta a la insuficiencia de la EPA como método para analizar cambios concretos. "La contradicción está en que llevamos siete meses de reducción del desempleo registrado y varios meses en los que hemos batido récords de afiliación a la Seguridad Social en Navarra", ha explicado Maeztu, quien ha añadido que "son también contradictorios los datos por sexo, según la EPA hay casi tres puntos porcentuales más de tasa de paro masculino, pero en el paro registrado tenemos casi un 60% de tasa de paro femenino".

Hay otras variaciones también poco creíbles. La tasa de paro juvenil se ha reducido de modo drástico en diez puntos porcentuales en un único trimestre y ha caído hasta el entorno del 15%, un dato que que practicamente serviría para dar por solventado uno problema grave del mercado de trabajo. Pero, al mismo tiempo, la la EPA arroja un crecimiento muy relevante en el número de hogares que tiene a todos sus miembros en paros: son 16.600 (600 más que hace un año). Al mismo tiempo, las peticiones de renta garantizada han descendido en los últimos meses

De hecho, la tendencia de fondo sigue siendo positiva. La población activa, aquella que está en disposición y edad de trabajar, crece con cierta fuerza y se sitúa de nuevo al borde de las 320.000 personas, la cifra más elevada de su historia. Y la muestra de personas ocupadas, a pesar de dejar todavía un crecimiento leve, constata que el empleo ha retomado la marcha ascendente. No sería de extrañar que, en uno de los siguientes trimestres, la EPA arrojara un fuerte incremento que llevara a equiparar la cifra de personas ocupadas con la de afiliadas.

El detalle del empleo por sectores muestra, eso sí, la capital importancia de la industria en Navarra, convertida de nuevo, junto a la administración pública, en el sostén del empleo en una crisis. Ambas actividades incrementan su ocupación de un modo notable respecto a 2019, mientras que sufren con claridad las actividades donde la interacción es más relevante, como el comercio, afectado además por un cambio en el modelo.