El turismo rural en Navarra afrontaba una campaña de verano con las expectativas de superar los datos de visitantes de 2021, que a pesar de la pandemia, el año pasados los meses de julio, agosto y septiembre mejoraron los resultados de 2019 en un 3,1%, según Nastat. En esta cifra se han tenido en cuenta los viajeros que han optado por el turismo rural, apartamentos o campings –sin incluir albergues–.

El año pasado, estos alojamientos hospedaron a 174.624 personas entre julio, agosto y septiembre, por las 169.223 del mismo periodo del año anterior, debido a que después del coronavirus, los turistas demandaron espacios naturales, abiertos y poco masificados.

El sector pronosticaba con optimismo este verano, después “de una primavera de récord”, explica Ramón Navarro, asesor técnico de la Federación de Turismo Rural de Navarra. Pero, nadie contaba con un factor inesperado y destructivo: el fuego.

Los incendios más devastadores de los últimos tiempos en Navarra han golpeado “esta actividad económica, uno de los ejes principales en el mundo rural”, relata Nacho Calvo, portavoz de la Asociación de Hostelería y Turismo. “Manejábamos una previsión espectacular de viajeros para estos meses. Pero ahora ha quedado truncada”, reitera Calvo.

El mismo martes la Federación de Turismo Rural subrayó que “el primer año considerado normal tras la pandemia, ha dejado de serlo para las áreas afectadas por el fuego, donde se desarrollan negocios de turismo rural y empresas relacionadas con la naturaleza”. Durante la semana pasada, hoteles y casas rurales comenzaron a registrar cancelaciones. “Hemos contabilizado un 12,5% de anulaciones que abarcan desde la última quincena de junio hasta el 31 de agosto en alojamientos ubicados en las zonas perjudicadas por los incendios, como la Ribera, Valdorba o Zona Media”, resalta Navarro. “Es un porcentaje elevado”, valora.

Otra consecuencia

Sin embargo, las cancelaciones han llegado a alojamientos situados en otros puntos de Navarra, como Valle de Roncal o Salazar, –alejados de los malogrados espacios destruidos por las llamas–. “Establecimientos del Pirineo han sufrido anulaciones el fin de semana del 25 y 26 de junio”, especifica Beatriz Huarte, secretaria general de la Asociación de Pequeña Empresa de Hostelería (Anapeh).

La mayoría de los viajeros que se decantan por el turismo rural habitan en otras comunidades –por ejemplo, el año pasado el 94% de los ocupantes de casas rurales procedían de España, según Nastat–. “Una persona que se informa de lo que ha ocurrido en Navarra, piensa que esa problemática se ha extendido por todo el territorio, y por ese motivo decide otro destino”, manifiesta Huarte. Para evitar esa percepción, el sector va a elaborar una campaña de imagen exprés para frenar la pérdida de viajeros, como así adelantan desde la Federación.

Tanto este organismo como Anapeh y la Asociación de Hostelería y Turismo han confeccionado una encuesta para repartir entre los asociados y conocer sus opiniones de cómo va a afectarles esta catástrofe natural. “Tememos que algún negocio pueda cerrar por el varapalo de los incendios tras dos años de pandemia”, relata Calvo.

Escoger la comunidad

Ramón Navarro resalta una de sus mayores preocupaciones en estos momentos: el efecto negativo que pueda tener sobre las reservas que todavía los visitantes no habían confirmado. “Es difícil hacer cambiar al consumidor cuando ha tomado una decisión; por eso debemos reaccionar rápido para captar la atención de los turistas y convencerles de que escojan Navarra para sus vacaciones”, remarca.

El portavoz de Anapeh, Juan Carlos Oroz, reitera que el desastre que ha ocasionado el fuego costará décadas repoblar. “Ataca de lleno a la oferta turística de naturaleza, paisaje y actividades al aire libre”, aclara. Pero, todos coinciden en seguir trabajando para salvar esta campaña y las próximos enseñando los encantos de la Comunidad. “A nadie gusta el olor ha quemado de un bosque, pero Navarra es más”, concluye Calvo.

174.624 viajeros entre julio y septiembre. El sector turístico registró 174.624 visitantes entre julio y septiembre en 2021 en casas rurales, apartamentos y campings, un 3,1% más que en el mismo periodo de 2019 –sin tener en cuenta los albergues–, según los datos del Instituto Navarro de Estadística (Nastat). En este informe no se han contado los viajeros en albergues, con un salto espectacular de 2019 a 2021: de 10.662 a 86.996. El portavoz de la Asociación de Hostelería y Turismo de Navarra, Nacho Calvo, critica la falta de limpieza de los montes, que favoreció la extensión del fuego con más rapidez, y que ahora repercutirá en un descenso de viajeros en la época estival. “Esto se previene en invierno”, dice. “Soria es una de las provincias españolas con más superficie forestal, y aquí no ocurren incendios al preocuparse por tener bosque sanos”, destaca. Con este ejemplo, Calvo lanza una reflexión para todos: “Entonces, ¿por qué en Navarra, con menos extensión, ha sucedido este desastre natural?”.