El consumo eléctrico desde que se empezó a aplicar el plan de ahorro energético, impulsado por el Gobierno hace mañana un mes para hacer frente a la crisis energética que se avecina, ha caído cerca del 4 % si se compara con el mismo periodo del año anterior.

Según datos provisionales de Red Eléctrica de España (REE) recogidos por Efe, la demanda acumulada desde el pasado 10 de agosto -día en el que entró en vigor el decreto que regula el citado plan- hasta hoy, viernes 9 de septiembre, ha sido de 21.522,5 gigavatios/hora (GWh), mientras que en el período equivalente de 2021 fue de 22.429 GWh.

Ello supone un descenso del 4 %, mientras que si lo comparamos con la demanda acumulada en el período equivalente de 2019, antes de que estallara la pandemia (22.781 GWh), el descenso alcanza el 5,5 %.

Cifras similares se observan si se compara la media diaria de consumo eléctrico desde el pasado 10 de agosto hasta hoy, viernes 9 de septiembre (694,27 GWh) con la media de esos mismos días en 2021 (722,55 GWh) y de 2019 (723,57 GWh).

En ambos casos se observa un descenso del 4 %, tanto respecto del 2021 como de 2019, antes de que estallara la pandemia, que alteró en gran medida los hábitos de consumo energético, por la ralentización de la economía en general y por el despegue del teletrabajo.

Estos porcentajes están calculados comparando directamente los datos provisionales de demanda de electricidad en el conjunto del sistema nacional difundidos por Red Eléctrica de España, sin aplicar ajuste alguno por razones de calendario o temperaturas.

En cualquier caso, están cerca de los porcentajes manejados por el Gobierno, que al acabar agosto calculaba un recorte del entorno del  4,7 % en la demanda peninsular energética desde que se aprobó el decreto en comparación con la demanda media del mismo periodo en los cinco años anteriores.

Esta disminución del consumo eléctrico está cerca del porcentaje que baraja la Comisión Europea para exigir a los Estados miembros que disminuyan el consumo en los momentos que son pico de demanda de cara a este invierno si Rusia mantiene su negativa a suministrar gas a Europa en protesta por las sanciones europeas impuestas tras la invasión de Ucrania.

A comienzos de mes la empresa púbica Gazprom interrumpió de manera indefinida el suministro. Inicialmente anunció un corte por tres días por labores de mantenimiento, pero finalmente Moscú reconoció que no tenía intención de retomarlo hasta que no se suspendieran las sanciones europeas impuestas a Rusia por la invasión a Ucrania.

El plan de ahorro energético incluye medidas para limitar la climatización de los locales a 27º en verano y la calefacción a 19º en invierno, además de obligar a apagar los escaparates a las 22:00 horas, y de los espacios públicos cuando no estén en uso.

Está previsto que próximamente el Gobierno lance una campaña de comunicación que ofrezca recomendaciones a los hogares españoles para reducir su consumo energético y contribuir así a la coyuntura "tan compleja" que atraviesa Europa.

Hacia un plan europeo común y un nuevo mercado mayorista

Estos esfuerzos por contener el consumo se han de sumar a la estrategia que se diseñe para favorecer la independencia de Europa en materia energética, algo en lo que desde hace tiempo trabaja Bruselas, que ha pedido a cada Estado miembro que le remita propuestas antes de finales de mes.

Otra vía de trabajo que la Unión Europea está explorando para tratar de contener los precios de la electricidad (ahora disparada por el coste del gas que se utiliza para generarla) es la revisión y reforma del mercado mayorista, que en la actualidad se rige por un sistema marginalista.

El mecanismo para la fijación de precios supone que la última tecnología que entra en cada una de las horas para las que se marcan los precios al casar la oferta y demanda -la más cara- marca el importe para todas las demás.

Los ciclos combinados de gas son la fuente de generación con un precio más alto y más ahora con unos precios del gas disparados, lo que encarece enormemente el precio final.

De hecho, y pese al mecanismo establecido excepcionalmente en España y Portugal desde mediados de junio para limitar el precio del gas (lo que se ha denominado la "excepcionalidad ibérica"), agosto ha sido el mes con la electricidad más cara desde que hay registros en España, con un precio medio de 300 euros/MWh en el mercado mayorista.

Ello propició igualmente que la factura de la luz para un consumidor medio acogido a la tarifa regulada o PVPC fuera en agosto la segunda más cara de la historia.

Para un consumidor tipo del mercado regulado, utilizando el simulador del recibo eléctrico de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), con una potencia contratada de 4,4 kilovatios y un consumo mensual de 250 kilovatios hora (KWh) distribuido en los diferentes periodos (punta, llano y valle), la factura de agosto alcanzó los 115,49 euros.