¿Qué peso y proyección tiene el mercado americano para el sector agroalimentario navarro en un contexto de subida de costes?

–EEUU se presenta como un mercado potente para el sector navarro de alimentación y vino. Estamos en un escenario difícil con aumento de costes de producción y también logísticos. Por eso, mercados que valoran los productos de calidad y permiten mantener unos márgenes, deben seguir en nuestro punto de mira.

¿La chistorra es un embutido conocido entre el consumidor de EEUU?

–Gusta entre aquellos que la han probado. Además, en este país existe un importante mercado para los productos de calidad diferenciada. Dentro de muy poco vamos a presentar la Chistorra de Navarra como la próxima IGP que formará parte de Reyno Gourmet.

Ha participado en la Semana del Clima de Nueva York, ¿por qué es importante la presencia de Navarra en esta cita?

–Estar con gobiernos y regiones de todo el mundo permite conocer y compartir experiencias en materia climática y contrastar nuestro trabajo en mitigación y adaptación. Los ejecutivos de las regiones son actores esenciales para impulsar cambios para dar respuesta a la ciudadanía que reclama cambios urgentes. Resulta esencial formar parte de una red internacional de gobiernos regionales –Under2– convencida de avanzar en la reducción de emisiones. Atrás queda el tiempo de los compromisos y toca trabajar ante la emergencia climática porque estamos sufriendo este año lluvias torrenciales, inundaciones, sequía e incendios nunca vividos.

¿Qué valoración hace del trabajo de la Comunidad en esta materia en relación a otros territorios?

–Positiva. Navarra ha avanzado en conocimiento y desarrollo de energías renovables, en protección de su biodiversidad y en gestión de residuos, con una ley propia de 2018, que se adelantó al crear un fondo de residuos para incentivar las buenas prácticas en su gestión. Además, llevamos cinco años desarrollando el proyecto piloto pionero en Europa en adaptación, LiFE Nadapta, que trabaja los ámbitos de agua, bosques, agricultura, salud, monitorización e infraestructuras y ordenación del territorio. Navarra elabora más de 100 indicadores de mitigación y adaptación en el Life Nadapta y en la hoja de ruta Klina. Nuestra región elabora anualmente el Balance Energético y el Inventario de Gases de Efecto Invernadero de Navarra, así como los indicadores de Cambio Climático.

¿Qué supone la Ley de Cambio Climático para la Comunidad?

–Una herramienta clave y un cambio cualitativo que permite pasar de las palabras a los hechos.

¿Qué abarca esta normativa?

–Medidas para impulsar las energías renovables a través del fomento de cooperativas o grupos de consumo y productores de proximidad. Contempla obligaciones para las empresas distribuidoras energéticas o medidas de impulso de la energía producida por biomasa forestal. Regula la eficiencia energética de los edificios y del alumbrado exterior, la movilidad sostenible o la mitigación de las emisiones en el sector primario y en el ámbito de la gestión de residuos. Navarra trabaja en todas estas áreas y en lanzar paquetes de ayudas para agilizar la transición energética, que a través de esta normativa cuentan con un paraguas normativo y de cumplimiento preceptivo.

En el marco de la Semana del Clima en Nueva York, ¿los fenómenos naturales han favorecido una mayor concienciación para actuar?

–Sí, sin duda: una mayor concienciación porque el cambio climático ya es visible: lluvias torrenciales, sequía, incendios... en Navarra ya lo estamos padeciendo.

¿La crisis energética puede ser un obstáculo para avanzar?

–Sí, existe cierta preocupación en que haya un freno en los progresos por la crisis energética. Tenemos que estar vigilantes para no caer en tentaciones que nos hagan retroceder en la exigencia para reducir las emisiones.

¿En qué debe seguir avanzando Navarra en materia climática?

–La ley tiene tres herramientas: la Agencia de Transición Energética, el Fondo Climático y la fiscalidad verde. En todo ello tenemos que trabajar con impulso político, además de potenciar la economía circular.