El futuro de Twitter es objeto de intenso debate entre usuarios y analistas de todo el mundo. Debate que, por supuesto, se celebra en la propia red social, donde se acumulan los mensajes de escepticismo acerca del rumbo que va a tomar la plataforma bajo la dirección de Elon Musk. El magnate estadounidense de origen sudafricano, y que también posee la nacionalidad canadiense, formalizó la compra de la compañía el mes pasado por algo más de 40.000 millones de euros. 

Su entrada en la empresa ha sacudido a todo el entorno que forma parte de la red social, incluidos los propios trabajadores. Cientos de empleados de Twitter en Estados Unidos le han hecho saber la semana pasada a Musk que no será necesario que les envíe un correo electrónico comunicándoles su despido, puesto que ellos mismos renunciaban a sus trabajos. De esta manera, expresaban su rechazo a trabajar más horas, tal y como les ordenó Musk bajo amenaza de despido.

RED DE PAGO “La gente no quiere sacrificar su salud mental y su vida familiar para hacer más rico al que ya es el hombre más rico del mundo”, resumió uno de esos empleados. Ante esta situación, ha crecido el temor entre los usuarios de la red social de que esta finalmente cierre, ya que según algunos de estos exempleados no existe un cupo mínimo de ingenieros a cargo de determinados sistemas críticos. 

Otra de las controversias que resurge periódicamente -además de la que atañe a los límites de la libertad de expresión- es si las redes sociales como la propia Twitter y Facebook acabarán requiriendo un pago para su uso. Musk ha planteado cobrar un canon de ocho dólares mensuales a los usuarios que quieran seguir disfrutando del famoso‘check azul que garantiza la autenticidad de la cuenta. Para Álex Rayón no está claro que las redes acaben siendo de pago, aunque sí cree que su definición está cambiando. “Son redes sociales, pero están evolucionando a redes de entretenimiento, con un mayor poder de los algoritmos para influir en los contenidos que se van a ver”, indica. Pese a la crisis, Twitter ganó en el primer trimestre 500 millones de euros.