LAB calificó ayer de “ataque a las condiciones de vida de la clase trabajadora” decisiones de los gobiernos de España y Francia como retrasar la edad de jubilación o “privatizar” el sistema público de pensiones y considera que hay “fuerza, oportunidad y necesidad para construir un sistema de pensiones propio, que asegure las condiciones de vida de los trabajadoras y pensionistas”. El sindicato LAB reunió ayer en San Sebastián a militantes y expertos en el sistema de pensiones en un seminario interno, que comenzó con una intervención del coordinador general, Igor Arroyo.

Arroyo recordó que el sistema de pensiones ha sido “una importante victoria en la historia del movimiento obrero” y que “el intento de privatización y demolición derivado de la ofensiva neoliberal no es baladí”.

Destacó así la importancia del “reparto equitativo de la riqueza que genera la clase trabajadora”, así como el sistema de pensiones universal y público para “asegurar unas condiciones de vida dignas, una vez concluida la vida laboral”.

El sindicato detalló las propuestas de “triple distribución” recogidas en el Programa Socioeconómico de LAB y puso en valor “la lucha y determinación mostrada durante estos cinco años por el Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria”.

En la primera mesa redonda de la sesión se analizó la realidad de los pensionistas de Navarra y la CAV y se destacó la situación provocada por las últimas reformas. Así, se analizó el retraso de la edad de jubilación a los 67 años, la decisión de extender el modelo de pensiones privadas y la pretensión de alargar los años de cotización que se barajan estos días. En la segunda mesa redonda se analizó “la viabilidad económica, institucional y política de construir un sistema de pensiones público y propio”, y las ponentes versaron sobre “la necesidad de reconsiderar el modelo desde una perspectiva feminista y transformadora”, explicó LAB.

Se recordó asimismo “la posibilidad de avanzar desde las competencias actuales, la posibilidad de complementar las pensiones mínimas y ligarlas al salario mínimo”, así como la propuesta del Código Laboral y Seguridad Social de LAB para el sistema de protección propio. El objetivo era “aportar nuevas reivindicaciones y herramientas que contribuyan a la lucha por unas pensiones dignas y avanzar en la construcción del sistema propio”, precisó LAB, para llamar “a la clase trabajadora vasca a construir en Euskal Herria lo que no es posible en Madrid y París”.