Con una inflación subyacente que apenas da señales de contenerse -en mayo se situó en el 6,1%- y consciente de que los precios de los alimentos son, junto a la energía y, en su caso, las hipotecas, los conceptos que más están descabalgando las cuentas domésticas de miles de familias, la vicepresidenta primera del Gobierno español y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, anunció ayer la prórroga del decreto anticrisis, por el cual se mantendrá la rebaja del IVA de los alimentos básicos y las ayudas a los billetes de transporte público.

Eso sí, Calviño se cuidó de manifestar hasta cuando estará vigente esta extensión de las medidas. Para ello habrá que esperar al Consejo de Ministros de hoy, que será el que dé aprobación al decreto-ley, que deberá ser convalidado por la Diputación Permanente del Congreso, toda vez que las Cortes se encuentran disueltas por el adelanto electoral. Calviño, que está adoptando una estrategia más activa a la hora de defender su gestión económica -el escudo social lanzado tras la pandemia es una de las bazas de campaña de Pedro Sánchez- insistió en una entrevista en RNE en que la bajada del IVA de los alimentos básicos y el apoyo al transporte público son dos de las medidas “que se van a mantener” si los precios se encuentran “por encima de lo razonable”.

De esta manera, continuará la eliminación del IVA para alimentos de primera necesidad (pan, harinas panificables, leche, queso, huevos, frutas, verduras, hortalizas, legumbres, patatas y cereales) y la rebaja del 10 al 5% para los aceites y la pasta. Esta rebaja comenzó a aplicarse con el inicio de año y, si sigue los ritmos de otras prórrogas, lo más probable es que se extienda hasta final de año. Sus efectos, no obstante, son poco apreciables para muchos consumidores, que siguen quejándose del alto precio de los alimentos básicos, como aceites, leche, pan, pasta y verduras. Así, un litro de aceite de oliva virgen extra, que antes de la entrada en vigor del decreto ley se acercaba a los 6 euros, ahora ronda los 6,5 euros. La leche sigue en el entorno de los 1,2 euros y la pasta, dependiendo de sus variedades, tampoco ha alterado muchos sus precios de venta en supermercados, con productos entre 1 y 2 euros.

Asimismo, la vicepresidenta primera descartó extender la rebaja del IVA a la carne y el pescado, aduciendo que lo “conveniente” es seguir con las medidas actuales y que, además, “uno de los precios que ha bajado ha sido el del pescado”. 

“Lo que hemos hecho en este primer semestre del año es hacer una bajada del IVA que está subordinada o condicionada a cómo vayan evolucionando los precios de los alimentos y esa es la línea que tenemos que seguir en general, medidas que se vayan adaptando lo más automáticamente posible a cómo vaya respondiendo la economía”, explicó Calviño, que sí mostró su deseo de que estas subvenciones tengan un carácter “cada vez más quirúrgico”, de forma que beneficien principalmente a los colectivos más golpeados por la crisis inflacionaria. Además, la titular de Asuntos Económicos recordó que el jueves se reunirá con las patronales bancarias para evaluar los distintos códigos de buenas prácticas, y adelantó que plantearán “varias cuestiones y quejas de los usuarios” para “seguir avanzando”.