El consejero de Cohesión Territorial, Óscar Chivite, ha indicado que la construcción de los 77 kilómetros para llevar agua a la Ribera a través del Canal de Navarra costará 302,5 millones (IVA incluido). Una cifra que puede variar según se vayan resolviendo las alegaciones al proyecto.

Ha vuelto a comparecer en comisión nuevamente por petición de la derecha y así se lo ha echado en cara a UPN y PPN. "Parece que usan esta infraestructura por estrategia política, ya que en solo ocho meses nos han solicitado casi cuatro veces más peticiones parlamentarias sobre este tema que las que registraron durante toda la pasada legislatura".

¿Las novedades?

El consejero ha reiterado que la información ofrecida este martes "ya está en poder " de la oposición, por lo que aunque ha vuelto a hablar sobre el canal, no ha comunicado novedades.

Ha vuelto a comprometerse con que "el Gobierno de María Chivite licitará y ejecutará la segunda fase del Canal", pero sin detallar fechas. Eso sí, ha citado que se pondrá en marcha en cuatro años, ¿será en 2028?

Ha vuelto a recordar que el pago de los 302,5 millones de la obra recaen en un 50% en Canasa y en un 50% en usuarios, según el actual convenio de hace diez años. Eso significa que el Estado debería aportar 92,1 millones; Navarra, 61,4 millones; y usuarios, 153,5 millones. Pero otra vez tampoco ha profundizado cómo será esa financiación. El peaje en sombra ya lo rechazó el anterior Ejecutivo de María Chivite, con Bernardo Ciriza como consejero.

Estudio económico financiero y de viabilidad

Óscar Chivite ha señalado la fórmula de financiación dependerá del estudio económico financiero y de viabilidad que está en curso, en el que intervienen en su elaboración la dirección general de Administración Local, Riegos de Navarra, Canasa y la Comunidad General de Regantes -como novedad esta última-.

Están analizando la demanda real actual y la que va a consumirse en el futuro para hacer una distribución equilibrada del recurso hídrico.

De esta forma, "una vez obtenidos los datos de la demanda estimada, presente y futura, y junto al coste real total -750 millones, según datos de 2014-, puede obtenerse el modelo económico financiero actualizado y viable", ha reiterado.

Defensa de un convenio único

El consejero ha defendido "un convenio único que contemple diferentes formas de pago y de dotación de agua para hacer más viable el proyecto para los usuarios". Habrá que esperar al mes de junio o julio para concluir la redacción de dicho estudio.

Llegados a este punto, Chivite ha enumerado los pasos en los que se encuentran actualmente: "aprobar definitivamente el proyecto de la segunda fase, renovar el convenio de Navarra y Estado sobre financiación, y actualizar el convenio de gestión directa de Estado-Canasa en el que quedarán reflejadas las tarifas definitivas de usuarios -regantes y agua de boca e industria-".

En breve

59.160 hectáreas: Chivite ha señalado que en 2012 el proyecto tenía marcado el objetivo de 59.160 hectáreas. "Veremos hasta dónde se puede llegar", ha dicho. Ha vuelto a poner encima de la mesa el debate de modificar la dotación de agua a los regantes.

Terminar la ampliación en 2025: El Gobierno prevé terminar las obras de la ampliación de la primera fase en el primer trimestre de 2025.

Hectáreas complementarias: Las 2.730 hectáreas de la zona regable de la ampliación de la primera fase se incluyen en las actuaciones del plan de regadíos de Navarra. De esta forma, con estas hectáreas, la ampliación de la primera fase llegará a las 15.275.

"La misma situación que en 2011"

El portavoz del PPN, Javier García, ha criticado, según indica Europa Press, que "desgraciadamente, hoy la situación es la misma que en 2011". "No hemos avanzado nada, la Ribera no tiene agua de calidad, ni para beber, ni para industria", ha dicho, tras incidir en que "no se ha avanzado absolutamente nada" por "su ineficacia y su falta de gestión".

"Solo dan excusas"

En nombre de UPN, Miguel Bujanda ha considerado que el consejero ha "mentido a los navarros desde el principio" y que "llevan cinco años en el Gobierno sin hacer nada". "Sólo dan excusas. Cada vez estoy más convencido que el Partido Socialista no es que no apueste por el Canal, directamente no lo quiere hacer, y no lo quiere hacer por las exigencias de sus socios", ha subrayado.

"Se trabaja en la buena dirección"

Javier Lecumberri, del PSN, ha subrayado que "se está trabajando en buena dirección, se están haciendo las cosas al ritmo que se pueden hacer, dentro de las garantías que hay que tener". "Hay que ir al ritmo seguro al que se está yendo y al que este Partido Socialista cree que es el correcto para una obra de esta envergadura", ha dicho, tras destacar que "se avanza a la velocidad de los trámites de la administración", que son "muy cuidadosos".

"Absoluta incertidumbre"

Por parte de EH Bildu, Adolfo Araiz ha criticado "la absoluta incertidumbre" de "la viabilidad de la ejecución de este proyecto en términos económico-financieros" y que, entre otras cuestiones, "no sabemos cuántos usuarios quieren participar". "Hay dudas importantes que exigen que esto se trate con mayor finura desde el punto económico-financiero", ha dicho, tras criticar que este es un proyecto "faraónico".

"Paralización de la segunda fase en 2012"

Pablo Azcona, de Geroa Bai, ha afirmado que "es evidente que la paralización de la segunda fase del Canal se hizo en 2012" y que "de 2015 a 2019 los avances fueron significativos". "Se hizo un trabajo de ejecución y administrativo que luego ha servido para seguir avanzando en la obra", ha apuntado.

"Llama la atención las prisas"

En nombre de Contigo-Zurekin, Daniel López ha apuntado que "me llama la atención las prisas y exigencias de la derecha, que contrastan con lo que se ha vivido". Según ha dicho, "en 2012 hubo una paralización" que "dio pie a un replanteamiento" en la legislatura de 2015-2019 "buscando más sostenibilidad". "Necesitamos varias certezas: cuánta agua va a llegar y cuánto le va a costar el agua a la gente", ha apuntado.

"Todo está en el aire"

Emilio Jiménez, de Vox, ha criticado que "no hay avances, hay mucha burocracia, mucha administración por medio y muchos reproches". Según ha añadido, "no hay nada nuevo bajo el sol", ya que "no hay un compromiso en fechas, el tema económico-financiero también está por tratar y no sabemos el número de demandantes". "Es decir, todo está en el aire", ha dicho.