La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha confirmado este martes en el Senado que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) va a financiar la obra para construir el Canal que va a llevar agua a la Ribera.

En un principio, Canasa informó de que se trataba de una posibilidad entre varias alternativas, pero la ministra ha confirmado que esta operación “está encarrilada”. El consejero de Cohesión Territorial, Óscar Chivite, ya adelantó en el pleno del 6 de junio que el préstamo podía ascender a 190 millones.

Cuándo

La elegida eurodiputada en las elecciones del pasado domingo ha señalado que la Declaración de Impacto Ambiental de la segunda fase de esta infraestructura estará para finales de 2024, y que posteriormente se iniciarán las obras, sin poner una fecha.

Aunque sí ha adelantado que al mismo tiempo que comience esta construcción, se desarrollará el recubrimiento del canal a cielo abierto –en la primera fase– con placas fotovoltaicas. Así ha respondido a una pregunta de la senadora regionalista María Caballero.

Acuerdo económico-financiero

De esta forma, Ribera ha asegurado que el proyecto de construcción de la segunda fase del Canal contará con financiación del BEI.

“El acuerdo económico-financiero que permitirá reducir las tarifas va a ser financiado por el BEI; precisamente, el 28 de mayo hubo una reunión de los dos equipos para poder cerrar este asunto”, ha declarado Ribera en el Pleno del Senado, agregando que, gracias al tipo de interés “muy ventajoso” que ofrece el BEI, confía en “completar tanto la infraestructura como la financiación de la infraestructura en condiciones lo más óptimas posibles para los usuarios”.

Inversiones sostenibles

El Banco Europeo de Inversiones, órgano de la UE, concede préstamos en condiciones beneficiosas para proyectos que contribuyan a los objetivos de la UE, entre otros, impulsar el potencial de crecimiento y empleo, apoyar inversiones dirigidas a mitigar el cambio climático y fomentar la sostenibilidad.

Ribera ha remarcado que, actualmente, se está evaluando la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto, que espera que esté lista “a final de año” para “iniciar inmediatamente después las obras” –pero sin aventurarse a fijar una fecha concreta–. En marzo de 2022, María Chivite anunció que la licitación de las obras sería a finales de 2023, por lo que continúan los retrasos.

302,5 millones

El presupuesto de construcción de la segunda fase, según el proyecto actual, asciende a 250 millones de euros más IVA. En total 302,5 millones –de los que la mitad abona Canasa y la otra mitad los usuarios–.

La primera fase

Este proyecto incluirá, según ha avanzado la ministra, la instalación de una estructura fotovoltaica en forma de pérgola que cubrirá el canal a cielo abierto en la primera fase, permitiendo reducir la evaporación “en más de un 30%” y, al mismo tiempo, suministrar “casi el 45% del consumo eléctrico de la infraestructura y los edificios del Gobierno foral”.

Réplica

Por su parte, Caballero ha recordado que la ampliación del canal debería haberse acabado en 2018, para luego adjudicar las obras de la segunda fase en 2021 y terminarlas en 2026. “Llevamos un cúmulo de seis años de retrasos”, ha subrayado la senadora de UPN, quien ha recalcado que esta infraestructura es “crucial” para “llevar agua a la Ribera” y, con ello, garantizar “el futuro de la industria agroalimentaria”. Asimismo, ha manifestado su preocupación ante el cambio de cartera esperado en el departamento de Ribera, elegida eurodiputada.