Este martes Chechu Rodríguez ha guardado en una caja pertenencias que tenía en su despacho de la sede de CCOO, en Pamplona. El secretario general del sindicato en Navarra agota sus últimos días en el cargo, hasta la celebración del 13º Congreso el viernes 16 de mayo.

En medio de esas tareas, recibe una llamada a su teléfono móvil de este periódico. Al descolgar, responde, y unas notas suaves de piano se dejan escuchar. La conversación se desarrolla con música clásica de fondo, esa que tanto ensalza.

Este tudelano de 65 años va a cerrar su etapa en la primera línea de CCOO tras ocupar distintos cargos: secretario de la sección sindical de CCOO en VW Navarra en 2011; secretario general de la Federación de Industria en 2014; y secretario general desde 2017 hasta 2025. A finales de los 70 del siglo pasado se afilió a las Comisiones Obreras y hasta ahora. También cita su trayectoria como militante en el Partido Comunista, una leve estancia en el Partido Socialista, "cometí este pecado porque así nos lo recomendó Santiago Carrillo", confiesa; y luego se afilió en Izquierda Unida, donde continúa.

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El 30 de septiembre del año pasado se jubiló como trabajador de Volkswagen Navarra después de haber sido contratado por la factoría el 14 de octubre de 1984. Cuatro décadas de vinculación laboral, en la que trabajó en la cadena de montaje, ejerció de delegado en distintas áreas hasta que lideró CCOO en la fábrica durante cuatro años. "VW es una escuela del sindicalismo", manifiesta. De ahí dio el salto a la estructura del sindicato, y del despacho en la planta de automoción se trasladó a la sede de la avenida Zaragoza en Pamplona: primero a la Federación de Industria y luego a la secretaría general. Sustituyó a Raúl Villar, en un momento en el que CCOO sumaba 1.410 delegados; y ahora lo deja con 1.694, con el 24,02% de representación, en segunda posición después de UGT. Ha apostado por un sindicato que sigue defendiendo el Diálogo Social con la firma de dos planes de empleo, feminista, abierto al diálogo con todas las centrales sindicales y alineado con IU. Además, siempre ha defendido Palestina frente al genocidio de Israel.

Tras ocho años al frente de CCOO, ¿con qué se queda?

Con todo, pero destaco el trabajo de mis compañeros y compañeras para mantener el sindicato en la posición correcta, y con sus señas de identidad, como la defensa de las condiciones laborales y derechos de las personas trabajadoras y las políticas sociales implementadas en el ámbito estatal y local.

En 2020 se produjo un hito. Por primer vez CCOO se convertía en primer fuerza sindical en Navarra.

La actitud y la forma de hacer sindicalismo favorecieron que pasáramos a UGT, pero posteriormente regresamos a la segunda posición.

¿Qué se le ha quedado en el tintero?

No conservar ese primer puesto como fuerza sindical. Para alcanzar nuevamente ese liderazgo, las federaciones deben trabajarlo más. Sin embargo, destaco el papel que han llevado a cabo las federaciones durante estos años en continuar con la suma de delegados y delegadas en las elecciones sindicales, que se presentan como una carrera de fondo. Seguiremos trabajando.

¿Qué cantera tiene el sindicato?

Hay gente suficiente con capacidad para que CCOO avance, con posiciones parecidas a las que hemos desplegado durante estos ocho años. Pero cada momento y cada ejecutiva requiere de nuevas ideas que harán que el sindicato evolucione.

A su llega a la secretaría general también marcó una línea política en el sindicato.

Hay elementos estratégicos que se sustentan en el ámbito político. Si tienes una ideología fuerte, puedes mejorar cuestiones, aunque siempre prevaleciendo la posición sindical.

Durante estos años ha dialogado con gobiernos de coalición tripartitos. ¿Estamos mejor que con UPN?

Bastante mejor en el sentido práctico de la política y de la posición de Comunidad. En el ámbito estatal, a través de acuerdos como la reforma laboral o las medidas anticrisis de la covid distintas a las recetas de la austeridad se han logrado avances, que han llegado a Navarra. Y ya en el terreno interno, también se ha progresado, con la disminución del desempleo, la creación de empleo con datos récord de afiliación, con la generación de empleos de calidad y con acuerdos de convenios para pactar subidas salariales. Estos gobiernos con los sindicatos de clase han sido fundamentales, y más abiertos que con ejecutivos de UPN.

¿Qué papel desempeña el sindicato frente al avance de la ultraderecha?

Luchar contra las políticas de la ultraderecha requiere de una posición política clara. Y desde el mundo laboral, CCOO puede trabajar buscando elementos que mejoren las condiciones laborales y la vida de las personas, persiguiendo la igualdad y la equidad entre la clase trabajadora.

En 2014 ocupó la Federación de Industria de CCOO. ¿Cómo recuerda esa etapa?

Buen recuerdo dentro de las dificultades. Nos tocó gestionar el final de la crisis económica y financiera, con muchos expedientes de regulación, que afrontamos lo mejor que pudimos. Ahora la industria se encuentra en un momento de tensión por su transformación ecológica y digital. Además han coincidido varias fábricas que están sufriendo situaciones críticas como Sunsundegui y Nano, abocadas al cierre, y BSH, cuyo futuro todavía no se ha resuelto. Ahí el Gobierno debe trabajar para conservar empleos, y los sindicatos también aportar soluciones que favorezcan a las plantillas.

40 años vinculado a Volkswagen Navarra. ¿Qué le ha supuesto esta fábrica en su trayectoria?

Volskwagen es una escuela de sindicalismo y agradezco ese aprendizaje. No tiene nada que ver con lo que se gestiona a nivel de federación y de sindicato. Recuerdo el complicado convenio de 2005: 20 meses de discusión con la dirección local. Finalmente tuvieron que venir representantes del grupo germano a solventar la conflictividad laboral en la empresa. Los sindicatos y la multinacional resolvimos aquel bloqueo, y hubo un cambio en la dirección de la factoría navarra.

No solo es afiliado de CCOO sino que milita en Izquierda Unida, ¿qué papel desempeña esta formación en el Gobierno de Navarra y en el panorama político local?

La aportación de Contigo-Zurekin es importante, ya que refuerza la posición progresista y de izquierdas del Gobierno, más allá del PSN. Está haciendo un buen trabajo. Además, dentro de Contigo, IU promueve esas posiciones de izquierdas.

Y a partir del viernes, ¿cómo encara esta nueva etapa?

Un sindicalista nunca se jubila y sus principios no se pierden. Me marcho en un momento en el que las políticas trumpistas y la ultraderecha intentan ganar espacio, y el sindicato debe actuar contra esos movimientos, con más defensa de derechos, tanto de los trabajadores y trabajadoras como de la sociedad en general. Me aparto de la primera línea; pero si me necesitan, ahí estaré, y sino participaré con mis compañeros y compañeras en todas las movilizaciones que se organicen.

¿Y en otras facetas?

No me lo he planteado, ya tendré tiempo para pensar. Eso sí, seguiré disfrutando de la música clásica y de la lectura. Ahora entre mis manos estoy leyendo una novela sobre la independencia de Mozambique.