La vendimia de la Denominación de Origen Navarra ha finalizado este año con un histórico descenso en la producción de uva, siguiendo la misma tendencia que se está registrando en otras regiones vitivinícolas europeas, pero augurando una "calidad de excelente" del fruto, lo que repercutirá en una "mejora sustancial del vino".
Así, la DO Navarra ha finalizado oficialmente la campaña de 2025 con la recogida, por parte de bodegas y viticultores, de 33,7 millones de kilos de uva, lo que convierte a esta campaña en la de menor producción en la historia de la Denominación. Sin embargo, la calidad de la uva ha sido extraordinaria, gracias a las condiciones meteorológicas favorables registradas durante la recta final de la vendimia que, un año más, se ha caracterizado por su precocidad, ya que la recogida comenzó antes de lo previsto, en torno al 14 de agosto, en las zonas de la Ribera Baja y Ribera Alta.
El consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, José Mari Aierdi, y el presidente del Consejo Regulador de la DO Navarra, David Palacios, han participado hoy viernes en Olite / Erriberri en el tradicional acto del corte del último racimo que pone fin a la vendimia de esta campaña.
“Prestigio y valor añadido”
El consejero Aierdi ha celebrado la mejora de la calidad de la uva que se desprende de esta vendimia y, en este sentido, ha abogado por “aportar cualificación, prestigio y valor añadido al vino de Navarra y ser más imaginativos en las fórmulas de promoción en nuevos mercados para revitalizar el sector vitivinícola, la cultura y el entorno rural que le rodea”.
Se da la circunstancia de que precisamente este mismo martes se reunía en Olite la Mesa Sectorial del Vino, un marco en el que el consejero de Desarrollo Rural propuso ante bodegas, productores y consejos reguladores una serie de medidas de reestructuración a medio plazo encaminadas a mantener la apuesta por la calidad en el vino de Navarra o mejorar las acciones de promoción, en acciones que vayan más allá de las medidas coyunturales de crisis.
En ese sentido, Aierdi ha señalado en el acto de hoy que “la crisis que atraviesa el mercado del vino a nivel global debe servirnos de oportunidad para apostar por la calidad de nuestros vinos y su materia prima, porque la tenemos, tal y como podemos comprobar en esta misma vendimia, y también para hacer especial hincapié en la promoción y en remar de forma conjunta para posicionar nuestro producto”.
Por su parte, el presidente del Consejo Regulador de la DO Navarra, David Palacios, ha señalado que “aunque ha sido una cosecha corta, la calidad de la uva es extraordinaria, lo que nos permitirá elaborar unos vinos excelentes, porque el vino empieza en la viña”. Asimismo, Palacios ha añadido que “seguiremos posicionando a Navarra como una Denominación de Origen de calidad, imbatible en todos los mercados, para continuar avanzando hacia vinos de mayor valor y compensar el esfuerzo de bodegas y viticultores ante la baja producción de este año”.
1.349 viticultores y 83 bodegas en 8.500 hectáreas
Esta vendimia ha movilizado el trabajo de 1.349 viticultores y 83 bodegas, que han recogido uva en cerca de 8.500 hectáreas de viñedo acogidas a la D.O. Navarra y repartidas por toda la geografía navarra.
En la D.O. Navarra, el 84% del viñedo está plantado con variedades tintas y el 16% con blancas. La Garnacha Tinta, variedad más emblemática y representativa de la Denominación, ocupa actualmente el 29% de la superficie de viñedo, seguida por el Tempranillo (26%). En variedades blancas, la Chardonnay destaca con un 7,5% del total. Además, Navarra cuenta con un 22 % de viñedo ecológico, un dato que refleja el compromiso del sector con la sostenibilidad, la biodiversidad y el cuidado del entorno.
Reconocida por sus rosados, su Garnacha y la frescura que caracteriza a todos sus vinos, la D.O. Navarra disfruta de una ubicación privilegiada con algunos de los viñedos de mayor latitud del país, donde confluyen los climas atlántico y mediterráneo y una gran diversidad de paisajes. Este contraste de climas y biodiversidad es el que hace posible la existencia de una amplia gama de estilos de vino y elaboraciones difícil de encontrar en otras denominaciones.
La región vitivinícola se divide en cinco áreas de producción: Baja Montaña, Valdizarbe, Tierra Estella, Ribera Alta y Ribera Baja, cinco terruños singulares que aportan a los vinos de Navarra su carácter único y diferenciador.