El empleo sigue siendo una fuente de buenas noticias, más allá de los vaivenes ocasionales. El número de ocupados en Navarra se mantiene en máximos con 313.900 ocupados en el tercer trimestre, la cifra más elevada de la historia en un tercer trimestre y similar a la que reflejan los datos de la Seguridad Social. Una cifra que coincide asimismo con un número de desempleados que sigue a la baja y que se sitúa, según el Instituto Nacional de Estadística en 24.700, cada vez más cerca de los mínimos previos a la crisis de 2008, pero con una población activa muy superior.
La tasa de paro queda de este modo en un 7,29%, solo por encima de la que muestran Baleares y la Comunidad Autónoma Vasca, y muy similar a la que reflejan Madrid, el territorio más dinámico, y Cantabria, muy estable. El desempleo se ha reducido en Navarra en el último trimestre en 2.500 personas. En el extremo opuesto, Andalucía sigue superando el 15% de paro, mientras que la media española se queda en el 10,4%.
Los datos generales de Navarra son, por tanto, buenos, pero tampoco pueden ocultar que el crecimiento de la comunidad y de su fuerza laboral es ahora más lento que la media. En el último año, según la EPA, que no deja de ser una encuesta con numerosas carencias para medir el momento actual del empleo, apenas se han generado 500 nuevos puestos de trabajo. Y toda la creación se concentra además en el sector público, con cerca de 5.300 nuevos ocupados, frente a una destrucción de unos 4.800 puestos de trabajo en el sector privado.
Una destrucción concentrada además en los servicios y que habría afectado además en mayor medida a las mujeres. "Así, en el tercer trimestre, mientras que la tasa de paro masculino descendió hasta el 4,8%, la tasa de paro femenino ascendió al 10,17%. Es decir, mientras que el desempleo femenino subió en 1.700 mujeres, los hombres en paro descendieron en 4.200, unas cifras que dejan a las claras la necesidad de seguir adoptando medidas para reducir las desigualdades entre mujeres y hombres en el mercado laboral y avanzar hacia una igualdad real y efectiva en todos los ámbitos", ha explicado UGT en un comunicado.
España a todo gas
Este modesto avance del empleo contrasta con el medio millón de empleos creados en toda España en el último ejercicio. Un periodo en que la Comunidad Autónoma Vasca habría creado unos 30.000 puestos de trabajo, mientras que comunidades también cercanas, como La Rioja y Aragón, han añadido otros 10.000 empleos cada una. Diferencias sensibles y que, además, apenas concuerdan con lo que indica la Seguridad Social.
Este organismo sí certifica en todo caso los dos extremos: el empleo sigue en máximos y creciendo. Pero, a la espera de lo que suceda en octubre, cuando se espera un sensible incremento en el número de personas que trabaja, ha pasado de crecer a cifras próximas a 2% (6.000 ó 7.000 empleos nuevos al año) a hacerlo apenas un poco por encima del 1,2% (entre 3.000 y 4.000 nuevos trabajos al año).
Esta ralentización no ayuda precisamente a resolver uno de los problemas estructurales del mercado de trabajo, el desempleo de larga duración, que hunde sus raíces también en la inadecuada cualificación de miles de personas. "Es necesario mejorar la empleabilidad de las personas en esta situación, el 36% del total, intermediar para colocarlas en aquellas empresas con vacantes y un apoyo decidido en recursos económicos y humanos a las Políticas Activas de Empleo".
La debilidad económica de Alemania y Francia ayuda a entender el menor ritmo de crecimiento de la economía navarra en los últimos trimestres, algo que lógicamente impacta también en el empleo. De hecho, Carmen Maeztu, consejera de Derechos Sociales, explicaba que “la EPA sigue mostrando que pese a las lógicas incertidumbres del marco internacional, de las deslocalizaciones o de las situaciones puntuales, estamos en un momento de estabilidad, de dinamismo del mercado de trabajo en