l sistema educativo debe estar planificado, debe tener un control adecuado, cierta claridad en el futuro y actuaciones contrarias a la incertidumbre. Como ya expresaba José Ortega y Gasset: "Yo soy yo y mi circunstancia". Pero ¿las circunstancias son algo separado del sistema educativo navarro? Como indiqué hace ya un año en este mismo medio, lo cierto es que no podemos cambiar los hechos, pero sí la manera en que nos relacionamos con ellos. Desde luego no pensaba en ese momento en que la pandemia obligara a la suspensión de la actividad educativa presencial, sin embargo, ante la incertidumbre, el sistema educativo navarro confió en sí mismo y enarboló su fortaleza.

Como decía Séneca, "no nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas". Sin embargo Navarra, que cerró sus colegios en marzo, culminó de manera razonablemente satisfactoria el curso escolar 2019-20 gracias a que el sistema educativo navarro encontró dos valores fundamentales que le hacen diferencial: se encontraron la creencia y la experiencia.

Gracias a su confianza, a su creencia y su experiencia, la respuesta de la comunidad educativa fue inmediata y ejemplar. Aunque no comparto la teoría de que esta pandemia puede ser una gran oportunidad, creo que es una gran calamidad, una desgracia para todos, tampoco cierro lecturas positivas como la de diseñar escenarios de aulas bimodales distribuyendo 11.000 nuevos equipos informáticos en los centros públicos de Secundaria y FP desde el inicio de la pandemia y ejecutando la compra de 20.000 equipamientos informáticos hasta el momento actual.

El fuerte compromiso social se reafirmó, la aspiración de no descuidar al alumnado con menos recursos, de fomentar un modelo pedagógico "para que nadie se quedara atrás", ese compromiso hizo que los centros se "reinventaran" con atención no presencial y virtual. Trabajábamos para que existiera justicia en el nuevo paradigma de enseñanza y evaluación a distancia, con todo lo que ello implicó, pero que no eximió, de facilitar todas las condiciones justas y equitativas en cada rincón de Navarra para que la educación pudiese ser el verdadero ascensor social y garante de la equidad.

La gran lección de todo lo ocurrido ha sido la defensa de lo público. En Navarra no habíamos necesitado la crisis pandémica para entender que la enseñanza pública tenía que ser primordial para obtener buenas cotas de equidad e igualdad de oportunidades. Nada puede sustituir a la educación pública y sus fórmulas pedagógicas, nada puede evitar el apoyo a familias con menos recursos y a la escuela rural. Navarra partía de una de las ratios más altas y con la incorporación de 666 docentes se ha situado a la cabeza de España en cuanto a número de profesorado. Por eso Navarra es la comunidad que, con las nuevas contrataciones, tendrá más docentes por alumno en el presente curso académico, con una ratio general de 110 profesores por cada 1000 alumnos.

Se han reforzado programas que ya estaban en marcha como por ejemplo, PROEDUCAR y el programa de Docencia Compartida, así como el programa de refuerzo lingüístico. Se han puesto en marcha nuevas iniciativas como es el programa PROA+, y se ha dado un cambio radical a la atención domiciliaria del alumnado, garantizando una atención más coordinada y controlada desde el propio sistema educativo. Se ha aumentado la dotación de profesorado específico en Pedagogía Terapéutica (PT), audición y lenguaje (AL), orientadores, Minorías, tanto para atender las demandas en aulas ordinarias como en las nuevas estructuras creadas este curso. Se han creado nuevas estructuras de atención al alumnado con necesidades educativas especiales, marcando el precedente de la secundaria de Navarra como punta de lanza en la inclusión de alumnado con necesidades especiales en escuelas ordinarias. Sin olvidar el aumento de técnicos de Apoyo a la Inclusión y Fisioterapeutas y la reorganización del servicio de transporte de alumnado con necesidades específicas. Todo este trabajo, dedicación y esfuerzo ha supuesto una inversión de más de trece millones y medio de euros.

Pese al éxito de la experiencia, pese a las convicciones, el verdadero ascensor social está en la escuela presencial. La asistencia a las aulas contribuye a diluir las diferencias socioeconómicas; el confinamiento, sin embargo, mantiene a los alumnos en su contexto social. Eso nos hizo pensar en una respuesta para volver a las aulas, con criterio, con ponderación, con rigor y con mucha prudencia, pero también con confianza. Entendimos que €"la crisis como decía Bertolt Brecht, se produce cuando lo viejo no acaba de morir y cuando lo nuevo no acaba de nacer"€ como principio general, con previsión, con planificación, con seguridad pero también con confianza, la actividad lectiva presencial se adoptaría como principio general durante el curso 2020-2021, sin sucedáneos. El curso comenzó en las fechas habituales del mes de septiembre siguiendo unas pautas temporales similares a otros cursos académicos. La confianza en nuestro sistema nos hizo ser los primeros en volver, los primeros en compensar, los primeros en poner en funcionamiento un dispositivo de aprendizaje de gran relevancia en nuestra cultura, no sólo por la adquisición de conocimientos sino por representar una experiencia de socialización de gran calidad entre distintas generaciones y perfiles sociales y familiares diferentes. En este momento, la modalidad educativa presencial, representa una institución insustituible en nuestra sociedad y no discutida.

La espina dorsal del sistema educativo es el convencimiento sobre la necesidad de que aumente su calidad para que haya igualdad de oportunidades y sirva de palanca del crecimiento económico y de la democratización. Por eso hay continuidad en la inversión.

El gasto destinado a Educación en 2019 fue de 621.179.835 euros, lo que representó un 14,41% respecto al total del presupuesto del Gobierno de Navarra. En 2020, el presupuesto en Educación creció hasta los 681.877.388 euros, con un aumento del 9,77% y un porcentaje sobre el presupuesto total de Navarra que subió al 14,91%. Para 2021, el presupuesto de Educación seguirá creciendo hasta alcanzar los 735.987.616 euros, con un aumento del 7,94% y una participación del 15,11% sobre el presupuesto total del Ejecutivo foral.

La etapa de los tres a los seis años es crucial para el conocimiento y el acceso a valores colectivos, la ciudadanía o la enseñanza inclusiva. Por eso se actualizaron los módulos establecidos con las Administraciones Locales que estaban sin actualizar desde el 2012. Se ha incrementado la subvención para salarios del personal de limpieza, adecuando esta subvención al salario mínimo interprofesional. Se ha reducido el porcentaje de aportación de los ayuntamientos al 24% y se han destinado 1,3 millones para la contratación de personal de refuerzo en las escuelas infantiles públicas de titularidad municipal Esta financiación extraordinaria permitirá incrementar la contratación de personal educativo y mejorar la limpieza de los centros.

Ha sido un año de política paliativa, ahora es momento de políticas proactivas, de nuevos proyectos. Es tarea irrenunciable de los poderes públicos de un Gobierno de progreso como el de Navarra garantizar la realización efectiva del derecho a la educación como tarea primera y fundamental. Por ello la planificación y una clara definición del actual mapa escolar hará que la creación de plazas y unidades no dependa de la demanda, sino de la planificación de los recursos públicos con algo fundamental, la seguridad jurídica, un principio innegociable hoy en la educación Navarra.

La necesidad de promover la oferta pública suficiente en cantidad y calidad como compromiso para garantizar y reforzar el derecho de todos los alumnos a la educación, tanto en etapas obligatorias como post obligatorias, obliga a un Plan de Infraestructuras con criterios públicos, transparentes por primera vez, como decía Mark Twain: "En caso de duda, cuenta la verdad".

Si en primera instancia se trabajó intensamente en disponer en las relaciones de contratación del suficiente número de aspirantes para dar satisfacción a las necesidades del sistema educativo, también Navarra fue la única comunidad autónoma que cerró el procedimiento selectivo de ingreso de la OPE de Secundaria y FP durante el pasado curso académico, la conjunción de la creencia y la experiencia facilitó con carácter excepcional y transitorio la incorporación de los aspirantes admitidos en las listas de contratación. Pero se sigue trabajando intensamente en estabilizar y regularizar la mayoría de los puestos de trabajo que hacen funcionar una administración pública educativa. Se realizará en 2021 la fase de oposición del procedimiento selectivo de ingreso y acceso en los cuerpos de profesores de enseñanza Secundaria y profesores técnicos de Formación Profesional correspondientes a la convocatoria aprobada en el año 2020, que quedó aplazada por motivo de la covid-19. La suma total de plazas es de 660. Además, se convocará un procedimiento selectivo de ingreso en el cuerpo de profesores de escuelas oficiales de idiomas y de Profesores de Formación Profesional.

La educación de calidad no admite brechas de equidad y es el momento de blindar en esta comunidad la igualdad de oportunidades. Los resultados escolares no dependen solo del esfuerzo del alumnado, también dependen del esfuerzo de los poderes públicos en compensar las desventajas de origen para así nivelar oportunidades, por eso el nuevo Centro de Recursos de Educación Especial de Navarra (Creena) funcionará en base a nuevos programas.

Navarra ya se ha anticipado al nuevo escenario legislativo que se avecina. Se viene gestando un salto enorme hacia un modelo educativo más contemporáneo, avanzado, equitativo e inclusivo haciendo efectivo el derecho a una educación de calidad para todos. Prueba de ello es el nuevo Decreto Foral de admisión de alumnado elaborado por el Departamento de Educación en el que se establecen mecanismos que contribuirán a una mayor calidad en la gestión del proceso de admisión a través de principios reguladores que incidan en la no discriminación, en la igualdad en la aplicación de las normas, en la calidad educativa, en la igualdad de oportunidades y en la cohesión social. Su compleja tramitación ha durado meses y su contenido es el resultado de un amplio proceso de diálogo y consenso en el que han participado todos los agentes de la comunidad educativa navarra y que ha dado como resultado el contenido del dictamen aprobado por una amplia mayoría del Consejo Escolar de Navarra.

Educación y Derechos Sociales han posibilitado que Navarra sea la primera comunidad autónoma que ya ha acordado el traspaso de competencias en formación certificable, acreditación y centros de referencia nacional. Se ha dado ya un importante paso para la integración de la formación profesional del sistema educativo y la FP para el empleo que mejorará el servicio a la ciudadanía conjugada con una mejor, aumentada y actualizada, oferta de Formación Profesional en nuestra Comunidad Foral.

Tengo el convencimiento de que el derecho a la educación exige un compromiso con la escuela pública, el apoyo para su desarrollo y su ampliación. Quizás este año han aumentado las excusas para fallar, pero sigue sin existir ninguna razón para hacerlo, máxime cuando mi confianza, la confianza del sistema educativo navarro, es todavía mayor en conseguirlo. Si el año pasado hablábamos de la responsabilidad de haberla recibido, en el actual hemos visto como se ha puesto en acción, no cambiando los hechos, pero sí relacionándose con ellos de manera diferente, de una manera en la que se conjugan creencia y experiencia, que no puede salvo contar con mi reconocimiento, orgullo y agradecimiento.

La asistencia a las aulas contribuye a diluir las diferencias socioeconómicas; el confinamiento mantiene al alumno en su contexto social

La educación de calidad no admite brechas de equidad y es el momento de blindar en esta Comunidad la igualdad de oportunidades