ué lejos se vislumbra ahora el mes de enero de 2020. Nada más comenzar el año dibujábamos con ilusión y expectativas doce meses que desembocarían en el 25º aniversario del Banco de Alimentos de Navarra. Cifra redonda, que como hoy sabemos, no hemos podido celebrar. O quizá la nueva normalidad desatada por la covid-19 ha marcado el 25 cumpleaños más activo que nunca imaginamos.

Porque cuando el 14 de marzo estalló una pandemia que, semanas antes, ya se veía venir, el Banco se transformó al 100 % en el ejercicio de esa labor social para la que nació un diciembre de hace 25 años.

Y es que, tras solo unos días de cierre por la situación sanitaria, bien pronto tuvimos que abrir puertas para atender la creciente demanda de alimentos de primera necesidad derivada tras un confinamiento total que, solo unos meses antes, nadie hubiésemos contemplado. Y precisamente en los días más oscuros del encierro obligado, el Banco de Alimentos halló su mejor luz. Iluminada por los comprometidos voluntarios que, a pesar de la creciente incertidumbre, no dudaron en trasladarse a nuestras naves del polígono Plazaola, en Pamplona, para distribuir esas cajas individuales de alimentos con las que llegamos a miles durante los meses de marzo, abril, mayo y junio. Pero no solo trabajaron duro y con firmeza durante dicho periodo quienes se encontraron bajo el techo de nuestras instalaciones, también decenas de voluntarios ofrecieron su mejor versión solidaria teletrabajando. Todo ello, sin olvidar la inestimable y sincera ayuda de una docena de entidades que nos permitieron hacer llegar los alimentos a más de 25.100 navarros y navarras. Porque solo en 60 días, la demanda de alimentos de primera necesidad despuntó en nuestra tierra en más de 3.000 personas.

Y la Fundación Banco de Alimentos de Navarra supo organizarse para llegar a los domicilios de todos ellos. Por supuesto, con el apoyo (que jamás olvidaremos) de: Protección Civil, Tantaka, DYA, Cruz Roja, Ebys, Correos, todos los parques de Bomberos de Navarra, Asvona y Guardia Civil. Nuestra gratitud eterna para con ellos, a quienes pudimos homenajear el pasado 14 de julio, en un emotivo acto celebrado en nuestra sede central, con la entrega de nuestro Pañuelico Solidario. Ceremonia que repetimos dos semanas después, coincidiendo con las no-Fiestas de Santa Ana, en Tudela.

Pero, sin duda, si para el BAN ha habido este excepcional 2020 un agente protagonista, ese ha sido la sociedad navarra. Ya lo afirmó nuestro presidente, Joaquín Fernández, en la última rueda de prensa organizada a principios de diciembre para ofrecer los datos de la Gran Recogida On line: "La sociedad navarra, siempre solidaria, empatiza y está a la altura en los tiempos más exigentes. Y así ha sido este año. El Banco de Alimentos requirió dos veces su urgente ayuda, y Navarra, tierra de inagotable solidaridad, respondió".

Los datos lo dicen todo: en las dos campañas llevadas a cabo este 2020, el Banco de Alimentos, cuyas necesidades se incrementaron exponencialmente, recibió el total apoyo de los ciudadanos y ciudadanas de nuestra comunidad. Así, en la urgente (e improvisada) Gran Despensa de mayo (activada ante la imposibilidad de celebrarse la habitual Gran Recogida) recaudamos en donaciones más de 500.000 euros. Muchas de ellas, en torno al 40 %, procedentes de ingresos individuales. Y el 60 % restante, tras la implicación de distintas empresas e instituciones. Lo que está claro es que alcanzamos un montante difícil de imaginar al inicio de la campaña. Un resultado que, incluso mejorado, acaba de repetirse estas últimas semanas. La Gran Recogida On line, celebrada del 16 al 21 de noviembre también supuso para nosotros todo un experimento (y una inquietud). Y tras unos primeros días sin obtener los resultados deseados, solo podemos confirmar la versión más comprometida de la ciudadanía navarra. ¿El motivo? Una vez más, hemos vuelto a superar todas las expectativas. Sumando las donaciones on line a través de nuestra nueva página web (www.bancoalimentosnavarra.org), junto con los donativos realizados en las cajas de las distintas firmas comerciales, la cuantía solidaria supera en estos momentos los 560.000 euros. Una recaudación que irá destinada en su totalidad a la compra de alimentos de primera necesidad. Por lo tanto, nos vemos en la obligación de mostrar de nuevo nuestra gratitud: ¡Gracias, Navarra. Eskerrik asko!

No podemos finalizar este texto sin agradecer la ayuda mostrada durante este difícil año por parte de todos de los medios de comunicación de nuestra tierra. Prensa, radios, digitales, televisiones€ Vuestra ayuda ha resultado fundamental para transmitir nuestro mensaje en los buenos, pero sobre todo, en los malos momentos. Gracias, una vez más, por darnos espacio en vuestras páginas, en vuestros programas, informativos, magazines, espacios digitales€ Nuestro aplauso sincero también es para vosotros. Por ejercer como mejor altavoz en los momentos en los que más necesitábamos hablar. Por transmitir nuestro mensaje sincero de ayuda, concordia y solidaridad.

En estos últimos compases de un año que jamás olvidaremos, también queremos recordar en estas líneas a tres personas que, tristemente, ya no nos acompañan. Gracias, de corazón, por vuestro compromiso y solidaridad, Juan Pedro Arraiza (fundador y ex presidente del Banco de Alimentos), Mesías Razquin (también fundador), y Joaquín Sáez (voluntario del BAN en Tudela). La muerte y el bicho, respectivamente, nos han privado de vuestra compañía física. Pero vuestra labor solidaria siempre nos servirá de ejemplo.

Porque ellos tres, durante años, encarnaron los verdaderos valores de nuestra fundación: la ayuda desinteresada hacia los demás, y la lucha contra el desperdicio. Méritos universales que han definido, y definirán, al Banco de Alimentos de Navarra. Porque como hemos señalado al principio de este texto, jamás pensamos festejar nuestros 25 años de labor solidaria con una pandemia mundial. Un hecho inédito en la historia moderna del hombre y la mujer que, sin duda, ha supuesto primar durante meses nuestros principios solidarios por encima de los personales. Quizá este sea el mejor modo de rendir tributo a una institución en la que tantos voluntarios y voluntarias han trabajado, trabajan y trabajarán. ¡Gracias, Navarra, eskerrik asko, por un año inolvidable! En lo malo, pero sobre todo en lo bueno. Con nuestro cariño y gratitud, os deseamos Feliz Navidad y un próspero año 2021 repleto de salud.