Se acerca un futuro optimista y positivo para el medio ambiente. Cada vez son más los ciudadanos y las empresas concienciadas en la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y la movilidad eléctrica es una apuesta segura para ello. Álvaro Vázquez, director de la División de Movilidad Eléctrica en ABB España (empresa especializada en robótica, generación de energía eléctrica, automatización, equipamientos industriales y otras tecnologías de ingeniería) asegura que se acerca un futuro en silencio, lejos del ruido del tráfico y con entornos más limpios y manejables.

¿Cuál es la situación por la que atraviesa actualmente el sector de la movilidad eléctrica?

Es el momento de la profesionalidad y los clientes satisfechos. Hemos pasado la fase de dudas, la de la investigación, la de las pruebas y ahora entramos en la fase en la que las personas y empresas que se quieran o deban meterse en la movilidad eléctrica pueden hacerlo con garantías de que están en manos de profesionales. Profesionales que les asesoran correctamente, de profesionales que aseguran que las decisiones tomadas hoy serán válidas mañana y profesionales que aseguren que las inversiones realizadas ahora, grandes o pequeñas, están garantizadas. Nadie quiere descubrir dentro de unos años que estaba mal asesorado, que las inversiones que hizo no tienen futuro o que los productos instalados ya no son válidos. Hoy cualquier persona o empresa que quiera entrar al negocio puede estar en buenas manos.

¿El sector del vehículo eléctrico en Euskadi en qué situación se encuentra en comparación con otros lugares del Estado?

Desde un punto de vista de la infraestructura, Euskadi tiene un lugar privilegiado. Desde un punto de vista interno las distancias entre capitales y los desplazamientos normales pueden ser afrontadas por vehículos eléctricos actuales. Desde un punto de vista energético, tenemos una gran industrialización y polos industriales en cualquier pueblo, por tanto, comparativamente con otras zonas del estado, es mucho más sencillo encontrar potencia donde encontrar puntos de carga. Y también, como punto de vista de paso, la ruta desde Francia y hacia Madrid, Zaragoza, Noroeste... Euskadi es un lugar con alta densidad de tráfico, que ofrece una gran oportunidad de crear un corredor electrificado que ponga Euskadi en cabeza de las rutas.

Se van viendo que las ventas empiezan a ser pequeñas pero significativas. ¿Cómo ves el despliegue?

Con una gran demanda latente. Una gran masa de la población está deseando dar el salto. En cuanto bajen los precios y en cuanto haya puntos de recarga suficientes son las reticencias más comunes. Evidentemente, todavía tenemos una gran capacidad de aceleración en el crecimiento. Además, podemos encontrar múltiples motivos personales y como país, por ecología, por economía, por salud, por ruidos, por confort, por bajar la dependencia... Todos tenemos que poner nuestro granito de arena para avanzar. En nuestro caso, con estaciones de carga fiables, que funcionen y que siempre den a los clientes la carga que esperan donde lo esperan.

¿Cree que hace falta concienciar de manera más real sobre la descarbonización del transporte?

Creo que eso siempre es positivo. La información clara y sencilla, bien explicada sobre la descarbonización y sus alternativas siempre es bueno para todo el mundo. Hay muchas maneras de avanzar en los objetivos que todos tenemos como país, pero siempre deben ser bien explicadas y bien argumentadas.

¿Qué aporta un vehículo eléctrico?

Aporta muchas cosas diferentes, a diferentes personas, con diferentes inquietudes. Podríamos hablar de contaminación por inhalación, de reducción de ruido en las ciudades especialmente cuando hablamos de taxis y autobuses, pero también podemos hablar de ahorro de costes a las familias como estamos viendo estas semanas, pero también podemos hablar de cosas más personales como el extremo confort de la conducción eléctrica, hablar en un coche silencioso, los ahorros de costes en los mantenimientos. Tampoco debemos olvidar a los profesionales. Desde un punto de vista de flotas y profesionales, el vehículo eléctrico ofrece una nueva forma de enfocar una industria, donde los propietarios también son dueños de sus tarifas, pueden decidir dónde y cómo cargan y pueden decidir qué tipo de infraestructura de carga es la mejor para su negocio. Se pueden lograr ahorros de varios cientos de euros en un taxi eléctrico cada mes, por ejemplo.

¿Qué perspectivas de futuro existen a largo plazo?

A largo plazo creo que veremos que los sectores profesionales especialmente en entorno urbano (repartos, taxis, bus, policía...) serán puramente eléctricos. No será a largo sino a medio plazo cuando el estruendo, hoy común, de un autobús arrancando y echando humo al lado nuestro nos va a resultar ajeno y poco aceptable. Nos vamos a acostumbrar rápido al silencio, a la calma, a vivir en entornos más manejables.

En los últimos tiempos ha habido un imparable avance del vehículo eléctrico, ¿se está avanzando también a esa misma velocidad la instalación de infraestructuras?

Sin ninguna duda. El incremento de la instalación de infraestructuras, así como de las empresas involucradas en ello, tanto como operadores como usuarios o lugares de carga. Sin embargo, la necesidad en un país tan grande como el nuestro casi no se nota, porque el salto es muy grande. Por ejemplo:hoy es casi garantizado que con un coche eléctrico puedes viajar por España y hay cargadores de alta media y baja potencia por toda la geográfica. Pero, ciertamente, si el número de coches crece más que el de infraestructuras llegará un momento en el que cuando viajemos y lleguemos a un punto de recarga es probable que este ocupado. Por ello, ahora mismo estamos pasando de la fase de que haya un punto de recarga donde voy a parar a que haya suficientespuntos de recarga en donde voy a parar. Por ejemplo, un aeropuerto ya es casi seguro que tiene puntos de recarga. Pero si cada coche pasa dos días aparcado en un aeropuerto, ¿cuántos coches eléctricos pueden cargar por semana? En un aeropuerto por ejemplo se ve un caso claro de un lugar con alta necesidad de puntos de recarga de baja rotación y baja potencia.

¿Qué ofrece un cargador con tecnología ABB?

Garantía de permanencia y de uso. Cuando nuestros clientes instalan un cargador de ABB saben que el equipo en sí mismo está hecho para durar muchísimos años, pero además cuentan con la garantía de una gran empresa de más de 140 años de experiencia en electrificación, más de 30.000 puntos de recarga rápido (mayores de 50 KW) y más de 350.000 cargadores AC lo que damos a nuestros clientes es la confianza que ellos piden. Que lo que compran duren, que lo que compran les de lo que esperan y que las inversiones que hagan tengan un apoyo en el tiempo. No se trata solo de un cargador, se trata de un equipo que debe estar siempre actualizado, siempre monitorizado y siempre disponible. Y para eso detrás hay que tener un equipo enorme, como el nuestro.

ABB está a la cabeza en cuanto a los puntos de recarga rápida. ¿Ha evolucionado mucho este mercado en los últimos años?

Afortunadamente para nosotros, la tecnología y el uso van de la mano. Siempre hemos tenido muy claro lo que quieren los clientes. Cargar rápido cuando quieren tardar poco tiempo, cargar barato cuando lo hacen en casa... eso es a gusto del consumidor, pero todos los consumidores siempre quieren una carga fiable. ¿A quién le gustaría levantarse por la mañana y ver que el coche no está cargado? O en un hotel, un huésped que a la mañana recoge su coche del garaje y no esa cargado. Lo mismo podríamos decir de la sensación de un cliente que sale de comer y no recibe lo que esperaba al dejar su coche cargado... Todo conduce a lo que ABB siempre ha tenido como base de su negocio, que los cargadores deben funcionar todo el tiempo, deben estar monitorizados y los clientes deben saber, como puede pasar con la caldera de casa con el agua, que el cargador esta activo y su coche cargado.

Antes esto era una buena idea, que este siempre monitorizado. Ahora es una exigencia primordial, si no se puede garantizar un 24/7, no podemos ofrecer una satisfacción al cliente.

Asimismo, cuando hablamos de viajar, ABB siempre ha apostado porque cada plaza de parking, cada uso tiene un cargador. Los cargadores AC, podemos llamarlos "lentos" son perfectos para casa, mientras que para autopistas flotas, taxis, el tiempo es dinero y, por ello,el cliente y los conductores demandan la máxima velocidad de carga. Nadie quiere pasar más tiempo del necesario pudiendo cargar rápido.

¿Cómo podemos avanzar confiando en que damos pasos firmes?

Confiando en profesionales y empoderando a los clientes. Los primeros pasos dentro del mundo de la movilidad eléctrica pueden resultar apabullantes. Opciones, potencias, energía, precios, subvenciones. Pero una vez que los clientes aprenden los básicos (tiempos, usos, potencia) a partir de ahí ya pueden decidir de manera empoderada. Pueden ser más o menos complejo o más o menos rápido, pero lo que podemos confiar es que el cliente va a instalar y tener lo que esperaba. Lo peor que puede pasar a un cliente es no recibir aquello que esperaba y que además sienta que se le ha asesorado mal.

Cargar un coche eléctrico no es tan rápido como llenar el depósito de gasolina. ¿Cuánto tarda en llenarse un coche o un camión, por ejemplo?

Es muy variable y depende del vehículo, porcentaje de carga etc, pero podríamos decir que en los coches actuales con batería de 77 KW, digamos que, con una autonomía real de 350 Km, se puede hablar de cargar la mitad de la batería en el tiempo que nos tomamos un café, si el cargador es por lo menos de 180 KW.

¿Cree que el día de mañana se logrará que el transporte sea más limpio en todos los casos?

Sin duda. Solo podemos mejorar, pero no solamente con coches eléctricos. Los propios vehículos de combustión son menos contaminantes. Los combustibles son más limpios, las energías se generan de manera más sostenible, las nuevas tecnologías, aunque incipientes tiene un gran potencial de crecimiento.