El sector de la construcción ha vivido distintos episodios. Se ha pasado de construir edificios para completar los espacios urbanísticos (boom del ladrillo), a pensar antes fabricar inmuebles. Tener más espacios verdes, reducir las emisiones innecesarias, ahorrar energía o el deseo de dejar un mundo mejor para las nuevas generaciones son algunos de los aspectos que persigue esta nueva etapa de la construcción.

Para que el sector se convierta en un poderoso motor de recuperación de la economía española, construir viviendas adaptadas a las necesidades y apostar por edificios o ciudades inteligentes donde aplicar las nuevas tecnologías y materiales son dos factores clave. Asimismo, la rehabilitación de edificios y la construcción de alquiler social también son imprescindibles en este momento en el que el sector del ladrillo vive su transformación más profunda de los últimos treinta o cuarenta años.

Por otro lado, la pandemia ha servido para que las personas reflexionen sobre la importancia de la vivienda y sobre cuál es el tipo de domicilio perfecto para residir. Los profesionales de la construcción están adaptando sus diseños a la nueva demanda. Una demanda que es cada vez más sostenible y que ya está marcando el presente y futuro del mundo de la edificación. A su vez, el cierre de operaciones de compraventa de inmuebles ha mejorado en la Comunidad, al igual que lo ha hecho la situación de movilidad.

En Navarra, la construcción ha recuperado los niveles de actividad previos a la pandemia. Según el Colegio Oficial de Arquitectos de País Vasco y Navarra (COAVN), entre abril y junio de 2021 se han visado 8,58 millones de metros cuadrados, lo que se traduce en un 1,66% más que en el mismo periodo en 2019. También ha tenido el mejor primer semestre de la última década con el inicio de la construcción entre enero y junio de 2021 de 1.953 viviendas, la cifra más alta desde 2011, y la segunda más elevada desde 2008.

Nuevo paradigma

La edificación tiene definida una hoja de ruta dirigida a la transición hacia un modelo climáticamente neutro, sostenible, circular y eficiente en el uso de recursos en el que la tecnología y la digitalización van a jugar un papel fundamental.

En la actualidad, cada vez son más las personas que se deciden por un tipo de edificación de bajo consumo. Entre la demanda de los nuevos modelos de construcción destacan las casas industrializadas, la construcción prefabricada y el emergente modelo de edificación modular pasivo.

Una de las diferencias más significativas entre las viviendas Passivhaus y las construcciones tradicionales es que los primeros reducen un 75% las necesidades de calefacción y refrigeración e, incluso, el resto de energía puede ser cubierta con energías renovables.

Por otra parte, la madera va ganando terreno como material estrella en la arquitectura. Esta materia encaja a la perfección en los objetivos y principios de esta renovada política relacionada con la sostenibilidad. Utilizar la madera en la edificación supone varias ventajas: rapidez del proceso constructivo, menor impacto medioambiental, mejora de la contaminación acústica, absorción de las radiaciones electromagnéticas de dispositivos electrónicos y regulación de la humedad interior.

Igualmente, diversas investigaciones científicas y estudios demuestran que la utilización de superficies de madera en espacios interiores reducen el estrés y fomentan el bienestar físico y mental entre los usuarios.

Navarra, líder en viviendas de Consumo Casi Nulo

La Comunidad Foral fue la primera autonomía en implementar desde 2016 la Directiva Europea 2010/31/U sobre Edificios de Consumo Casi Nulo. La labor por parte del Gobierno de Navarra, a través de su sociedad pública Nasuvinsa, en la construcción de este tipo de vivienda o con certificación Passivhaus es una muestra de la necesidad de impulsar este tipo de edificios.

Actualmente, Navarra cuenta con más de 6.000 m2 certificados Passivhaus y otros 32.000 m2con compromiso de certificación.

La importancia de tener un domicilio confortable, seguro y saludable, a la vez que sostenible, ha hecho que este tipo de viviendas marquen el futuro de la construcción. Un futuro que ya se está comenzando a observar en el entorno urbano y en la vida de sus inquilinos.

Existen Edificios de Consumo Casi Nulo (ECCN) públicos sometidos a los parámetros del Gobierno y, otros, privados. Estos últimos son medidos al milímetro bajo el deseo del cliente. Este podrá escoger las características del edificio, las materias primas empleadas, la organización de los m2 o el tamaño de la zona verde.

Rehabilitación energética

La rehabilitación energética es otra de las transformaciones del sector. Con esta línea de actuación se pretende reducir la factura eléctrica, realizar un consumo responsable de la energía, producir una menor emisión de CO2 y aumentar el valor y habitabilidad de una vivienda, con la ganancia en calidad de vida y salud que implica.

Además, con la rehabilitación energética se espera descarbonizar este sector que representa el 30% de la demanda total de energía final en España.

Por otro lado, la construcción de vivienda de alquiler social o asequible también es una edificación sostenible porque gozan de altos estándares de eficiencia energética. Así, este tipo de vivienda ofrece soluciones habitacionales a las familias más vulnerables, algo fundamental para mejorar la resiliencia de la economía en tiempos de crisis como sucede en la actualidad.

Para acometer estas medidas, el Gobierno de Navarra contará con una ayuda de 47,2 millones de euros a través de los fondos Next Generation. Este plan se orienta hacia la transición ecológica y la transformación digital como vía para ganar competitividad económica en este mundo interconectado y globalizado, sin descuidar la cohesión territorial y la igualdad de género.

La construcción navarra ya ha recuperado los niveles de actividad previos a la pandemia