Con motivo del Día Internacional de los Bosques, que se celebra cada 21 de marzo, y coincidiendo con el décimo aniversario en el que DIARIO DE NOTICIAS se convirtió en el primer periódico estatal de tirada diaria en recibir el certificado con el sello PEFC, se celebró ayer en el Hotel Alma de Pamplona una nueva edición de Foro Hiria para debatir sobre la importancia de una gestión sostenible y de los recursos naturales que contribuyen al desarrollo socioeconómico, ambiental y cultural de la Comunidad.
En la primera mesa del encuentro, que contó con el patrocinio del Gobierno de Navarra y la colaboración de las empresas Madergia, Aislanat, PEFC y la UTE Construcciones Osés y Mariezcurrena, participaron Fermín Olabe, director del Servicio de Gestión Forestal de Gobierno de Navarra; Arantxa Ariztimuño, directora general de Agricultura y Equilibrio Territorial y coordinadora del Área Rural de la Diputación Foral de Gipuzkoa; Eduardo Tolosana, doctor Ingeniero de Montes, profesor del dpto. de Ingeniería y Gestión Forestal de la Universidad Politécnica de Madrid; Ferrán Dalmau-Rovíra, ingeniero Forestal y director de la consultora de Ingeniería Ambiental Medi XXI GSA; Oskia Saldise, presidenta de ADEMAN; y Juan Miguel Villaroel, gerente de FORESNA.
Equilibrio local: sostenible y certificado
Durante el encuentro, los seis intervinientes ofrecieron sus visiones sobre la gestión forestal y su crucial importancia en el panorama actual. Desde las transformaciones socioeconómicas hasta las consecuencias de una gestión inadecuada.
Según Fermín Olabe, director del Servicio de Gestión Forestal de Gobierno de Navarra, “el monte está expandiéndose hacia otros espacios que previamente estaban destinados a diferentes usos”. Esta expansión resalta la necesidad de una gestión forestal eficiente que aborde la complejidad de factores que afectan a los ecosistemas forestales. En este sentido, Oskia Saldise hizo hincapié en la importancia de una gestión forestal sostenible y certificada, señalando que “sin una adecuada gestión forestal, nos quedamos sin madera”. Bajo esta perspectiva, Saldise destacó la necesidad de “establecer políticas y prácticas que garanticen la sostenibilidad a largo plazo”.
Al hilo de esta reflexión. Eduardo Tolosana resaltó que en la actualidad existe una ampliación del alcance de la gestión forestal, “abarcando aspectos como la biodiversidad, las quemas prescritas y la gestión de cuencas y riberas, entre otras actuaciones”.
Por otro lado, Ferrán Dalmau-Rovira alertó sobre las consecuencias devastadoras de la falta de gestión forestal, enfatizando que “esta carencia de gestión equivale a destruir nuestros bosques, argumentando que “la creciente incidencia de incendios forestales subraya la urgencia de una gestión efectiva para preservar nuestros recursos naturales”.
Al hilo de estas declaraciones, Arantxa Ariztimuño puso sobre la mesa el ejemplo de Gipuzkoa, haciendo hincapié que la realidad socioeconómica y demográfica de la provincia es distinta a la de Navarra y, señalando que “Gipuzkoa es un territorio con una notable presencia de bosques, que alcanzan el 61,5% de su superficie”.
Se trata del mayor porcentaje de la CAV, y muy superior a la media europea, del 40%. “Una realidad muy distinta a la de los años 70, cuando la gente dejó las labores forestales para trabajar en la industria”. Sin embargo, “existen distintos factores que pueden poner en riesgo ese patrimonio, entre ellos, el pequeño tamaño de las explotaciones”. Por ello, subrayó que “el baserritarra es el principal agente medioambiental en Gipuzkoa”.
Por su parte, Juan Miguel Villarroel destacó la importancia de comunicar y promocionar una gestión forestal responsable e indicó que “la colaboración entre propietarios forestales y la Administración Pública es esencial para superar los desafíos y promover una gestión forestal efectiva”.
Planificación: actuaciones eficientes
El sector de la madera se presenta como una oportunidad de futuro, ya que ayuda a combatir la despoblación, fortaleciendo la economía local y generando empleo. Desde el Gobierno de Navarra, se ha implementado una dinámica ancestral de interacción con las entidades locales y los propietarios en lo que respecta a la gestión forestal.
En este contexto, Fermín Olabe destacó que cuentan con proyectos que se revisan continuamente, involucrando no solo a la administración, sino también a las entidades locales y los propietarios en la planificación, que es “el pilar básico de estas acciones”. Además, resaltó la necesidad de esta planificación, dado que el 65% de la superficie forestal está bajo su jurisdicción.
Sobre este hilo, Arantxa Ariztimuño, señaló que “Gipuzkoa tiene mucho que aprender de Navarra en la gestión de las masas forestales”. A su vez, añadió que “aunque Gipuzkoa no tiene un gran número de empresas madereras, “destacan por su importante papel en la economía local, así como por su buen posicionamiento e innovación”.
Por su parte, Eduardo Tolosana resaltó la necesidad de “apostar por una silvicultura orientada hacia la calidad” y apuntó “la importancia de involucrar a los ecologistas en el proceso de gestión forestal”, reconociendo que “son parte de la solución y necesarios para sensibilizar a la población”. También, anotó que “se puede discutir el modelo de gestión, pero no su necesidad”.
Oskia Saldise, por otro lado, puntualizó que “hay que trabajar en la competitividad del sector maderero”, además de recalcar que “ el aumento de la demanda actual de la madera representa una oportunidad para el sector”. A su vez, consideró que “la administración debe reconocer al sector forestal como un eje estratégico”.
Finalmente, Juan Miguel Villarroel explicó el valor de la certificación forestal “como una forma de tranquilizar a la sociedad” y resaltó “la necesidad de reconocer y premiar a los propietarios forestales, así como de incentivar el cultivo de los bosques y la búsqueda de nuevos productos que puedan generar empleo”.
Relevo generacional: formación transversal
Dentro de los diferentes enfoques expuestos, los participantes coincidieron en destacar la falta de mano de obra en el sector y un problema de atracción para las generaciones futuras. Ferrán Dalmau-Rovira lamentó “la escasez de personal cualificado en el sector” y Fermín Olabe señaló a la despoblación como “el principal problema del relevo generacional porque “hay una mayor desvinculación con el entorno y un creciente desinterés”. Sin embargo, resaltó la gran cantidad de “oportunidades que genera el aumento de demanda de la madera en los últimos años”, enfatizando que “impulsa la creación de empleo de calidad y bien remunerado”. Asimismo, reivindicó un cambio del modelo educativo en Formación Profesional, que “evolucione al ritmo de las necesidades que requiere la gestión forestal”.
En este sentido, Eduardo Tolosana expuso que “la formación actual está centrada más en la conservación y protección del medio ambiente que en la gestión activa y sostenible de los recursos forestales”. Es, por ello, que Tolosana insistió en proponer “soluciones innovadoras que incluyan disciplinas transversales y que permitan una formación más flexible y colaborativa”. Esta reflexión la corroboró Oskia Saldise desde el punto de vista del sector privado, citando que “suele ser difícil encontrar mano de obra cualificada”.
En retrospectiva, “Arantxa Ariztimuño apuntó que en un territorio industrial como el de Gipuzkoa, con una tasa de desempleo del 5%, “competir con otros sectores resulta difícil”, resaltando que “hay que hacer una gran labor de visibilidad para hacer atractivo del sector”. Al respecto, Ferrán Dalmau-Rovira expuso que para ello “hay que solucionar, por un lado, el problema de la percepción y, por otro, el de la conciencia situacional”, destacando que “hacen falta médicos del monte”, así como que “tenemos que redignificar toda la cadena de valor de la madera”.
Como conclusión, Villaroel anotó que hay que “poner en valor el potencial de la madera y buscar nuevos usos que converjan con otros sectores como, por ejemplo, en la construcción”, tal y como está haciendo el Gobierno de Navarra.
