La primera mesa del Foro Hiria de Rehabilitación en Navarra reunió a Peio Mendia, presidente del Colegio de Administradores de Fincas de Navarra; Berta Uriz, directora de Vivienda de Nasuvinsa; Óscar Coloma, responsable de Comunidades de Laboral Kutxa; y Santiago Iribarren, presidente del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro.

La conversación giró en torno a un objetivo común: cómo transformar el parque de viviendas en espacios más eficientes, sostenibles y habitables sin perder de vista la realidad social, económica y técnica que acompaña a cada proyecto. Berta Uriz abrió la sesión con una valoración optimista sobre el camino recorrido en la Comunidad Foral. Recordó que Navarra ha sido históricamente un territorio con fuerte tradición en rehabilitación, apoyado en un marco de ayudas estable y en la capacidad de captar fondos europeos.

Mencionó experiencias como el proyecto Elena, que ha permitido llevar recursos a barrios vulnerables. “El beneficio de estas intervenciones no es solo energético o económico, también social; hablamos de mejorar la vida de las familias en entornos con más dificultades”, destacó. Uriz incidió en que más del 50% de las viviendas navarras son anteriores a 1980, lo que refleja la magnitud del desafío, y reclamó mantener una línea coherente y estable de ayudas para evitar que los procesos se conviertan en una carrera contrarreloj.

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Desde la perspectiva de los administradores de fincas, Peio Mendia puso sobre la mesa la complejidad de lograr consensos entre vecinos. Explicó que, más allá de la eficiencia, muchas comunidades solo dan el paso cuando aparecen problemas graves de fachada o cubierta. “Cuando una comunidad de vecinos se embarca en estas obras, de repente se convierte en promotora, con contratos, plazos, seguros y responsabilidades que no siempre sabe gestionar”, señaló. Subrayó además la dificultad que generan los plazos de las subvenciones: acuerdos comunitarios que pueden quedar obsoletos si los precios cambian durante la espera. Aun así, Mendia valoró el esfuerzo de las instituciones y recalcó la importancia de fijar un rumbo claro: “No podemos estar a golpe de convocatoria; necesitamos un camino estable que permita a los vecinos organizarse y cumplir los objetivos”.

Óscar Coloma aportó la visión financiera, defendiendo el papel de la banca cooperativa en este proceso. Explicó que Laboral Kutxa ofrece préstamos pensados para comunidades, sin exigir avales individuales, con plazos largos y condiciones más ventajosas que los créditos particulares. “La gran ventaja es que personas que por edad o situación financiera no accederían a un préstamo, sí pueden hacerlo a través de su comunidad”, destacó. Coloma insistió en la necesidad de cercanía, participando en juntas vecinales para explicar la tramitación y resolver dudas, especialmente sobre la responsabilidad ante un posible impago. Más allá de lo económico, defendió la rehabilitación como “una palanca que permite transformar edificios en lugares más confortables y sostenibles, generando ahorro directo para las familias y dinamizando además el sector de la construcción”.

La visión técnica llegó de la mano de Santiago Iribarren, que reivindicó la importancia del liderazgo profesional en cada proyecto. “Una rehabilitación es más complicada que una obra nueva porque en ella surgen tensiones y condicionantes que exigen confianza y un proyecto sólido”, afirmó. A su juicio, una intervención seria debe conjugar tres dimensiones: ahorro, accesibilidad y confort. Iribarren alertó también de la escasez de mano de obra y constructoras, un factor que amenaza con complicar los plazos, y planteó el reto específico del mundo rural, donde persisten grandes casas familiares difíciles de adaptar a los usos actuales. En clave de futuro, se preguntó por la sostenibilidad a largo plazo de las inversiones: “Debemos repensar cómo transformar la vivienda de forma lógica y social”. El debate final de la mesa coincidió en que Navarra parte con una ventaja respecto a otros territorios, gracias a su tradición, su marco estable de ayudas y la coordinación entre agentes públicos y privados. Sin embargo, también se señalaron riesgos: la incertidumbre normativa europea, la falta de estabilidad en las convocatorias o la necesidad de reforzar la profesionalización del sector para dar respuesta a una demanda creciente.

Este Foro Hiria dejó claro que la rehabilitación es mucho más que una operación técnica o económica: es una apuesta colectiva para construir barrios más sostenibles, accesibles y humanos. Y aunque cada ponente aportó su mirada desde la administración, la gestión, la financiación o el diseño, todos coincidieron en que el futuro de la vivienda en Navarra dependerá de la capacidad de mantener un rumbo claro, estable y compartido. 

Berta Uriz | Directora de Vivienda de Nasuvinsa

Navarra, una comunidad referente en rehabilitación

Para Berta Uriz, directora de Vivienda de Nasuvinsa, el balance de la rehabilitación en Navarra “es muy satisfactorio”, en buena parte gracias al proyecto Elena, financiado por el Banco Europeo de Inversiones junto a varios ayuntamientos. Esta iniciativa, explicó, permitió generar convenios locales y canalizar ayudas hacia barrios vulnerables, compatibles además con las convocatorias del Gobierno foral. Recordó que Navarra “ha conseguido más fondos de los que tenía asignados” y que se ha trabajado también en el ámbito rural, pese a la mayor dificultad de movilizar a la población y financiar viviendas unifamiliares.

Fotos del Foro Hiria de la rehabilitación en Navarra Javier Bergasa

Uriz subrayó que Nasuvinsa actúa como “enlace entre la dirección general y los vecinos”, apoyando desde la fase previa de reuniones y proyectos técnicos para que las comunidades afronten las ayudas con seguridad. Con la llegada de los fondos Next Generation, se ajustaron las convocatorias para suavizar la bajada posterior y se elevaron las cuantías: “Ahora se cubre hasta el 50% del presupuesto subvencionable, con un máximo de 14.000 euros por vivienda”. 

Finalmente, coincidió en reclamar que las directivas europeas sean “claras y cumplibles, porque lo contrario solo genera confusión y desánimo”.

Peio Mendia | Presidente del Colegio de Administradores de Fincas de Navarra

Apoyo a una normativa clara y estable

El presidente del Colegio de Administradores de Fincas de Navarra, Peio Mendia, explicó que la mayoría de rehabilitaciones y fachadas ventiladas “se acometen cuando hay problemas graves de fachada o cubierta”, mientras que la eficiencia energética a veces queda en segundo plano. Señaló la dificultad añadida en viviendas de alquiler, “donde solo se busca el beneficio”.

Fotos del Foro Hiria de la rehabilitación en Navarra Javier Bergasa

Recordó que una comunidad que emprende este tipo de proyectos “se convierte en promotora de obra”, asumiendo contratos, plazos y responsabilidades que generan tensiones internas. A ello se suma la dependencia de las subvenciones: “Cuando todo está consensuado, se para a la espera de ayudas que a veces llegan un año después, con precios desfasados, y toca volver a convencer a los vecinos”. Destacó el esfuerzo del Gobierno foral por consolidar las ayudas, la confianza ganada con los bancos (“las comunidades siempre pagan”) y el apoyo de mecanismos como los CAEs, que aportan hasta 1.200 euros por vecino. Sin embargo, alertó de la inseguridad respecto a las desgravaciones fiscales, que condicionan decisiones a largo plazo. 

Por ello, reclamó “un camino claro y estable”, tanto en normativa como en financiación, que permita a los vecinos organizarse y cumplir los objetivos de rehabilitación.

Óscar Coloma | Responsable de Comunidades de Laboral Kutxa

Generador de empleo y dinamizador del sector

Desde el ámbito financiero, Óscar Coloma, responsable de comunidades en Laboral Kutxa, subrayó que su entidad ofrece préstamos diseñados específicamente para comunidades de propietarios: “Tenemos mejores tipos de interés que un préstamo particular, sin comisiones de apertura ni amortización, y plazos de hasta 15 años”. 

Una de las principales ventajas, señaló, es que permite acceder a financiación a colectivos que de otro modo no podrían, como “personas mayores de 70 años o jóvenes que ya tienen hipotecada su capacidad financiera”.

Fotos del Foro Hiria de la rehabilitación en Navarra Javier Bergasa

Coloma destacó la importancia de la cercanía: “Acudimos a las juntas de vecinos para explicar cómo se estructura la financiación y resolver dudas”, especialmente en torno a la responsabilidad ante posibles impagos. También remarcó el compromiso de Laboral Kutxa con la sostenibilidad, considerando la rehabilitación energética “una apuesta de futuro que mejora la eficiencia, genera ahorro en las economías familiares y revaloriza las viviendas”. Para el responsable, la rehabilitación es además “una palanca de transformación social y económica” que crea empleo y dinamiza el sector, siempre que se alineen subvenciones, financiación y sensibilidad social. 

Santiago Iribarren | Presidente del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro

Un patrimonio construido que proteger

Santiago Iribarren, presidente del COAVN advirtió que “una rehabilitación es más complicada que una obra nueva”, ya que en ella influyen las tensiones entre vecinos, lo que exige liderazgo y confianza. Subrayó que un buen proyecto requiere tiempo y rigor porque “en una rehabilitación hay más riesgo de que aparezcan desvíos no contemplados”. A su juicio, una intervención seria debe atender no solo al ahorro energético, sino también a la accesibilidad y al confort, siempre adaptándose al contexto de cada barrio.

Fotos del Foro Hiria de la rehabilitación en Navarra Javier Bergasa

Iribarren reivindicó la figura del técnico como clave para que los proyectos lleguen a buen puerto: “La calidad del técnico que lidere y lleve el proyecto es fundamental para reducir problemas”. Otro de sus focos fue el mundo rural, donde “rehabilitar grandes casas familiares resulta muy difícil” y reclamó flexibilidad para dar nuevos usos a un patrimonio que no puede quedar vacío. Iribarren, lanzó una reflexión demográfica: “Rehabilitamos como si fuéramos inmortales, pero en 20 años puede que muchos bloques estén vacíos”, lo que obliga a repensar las reformas más allá de la envolvente, con criterios lógicos y sociales. Finalmente, explicó que desde el COAVN apuestan por la rehabilitación y que disponen de una red de oficinas abierta al público que están presentes en la CAV y en Navarra.