ElTudelano cumple mañana 75 años. El club, con sede en el Elola desde el año 1969, atraviesa actualmente uno de sus momentos más dulces a nivel deportivo, pero para llegar hasta aquí ha tenido que afrontar situaciones complicadas, puesto que durante todo este tiempo ha estado en varias ocasiones al borde de la desaparición. Ya su gestación en la década de los años 30 no resultó precisamente un camino de rosas.

Los primeros contactos para fundar el club blanquinegro se producen, según se recoge en el libro Tudela y su fútbol 1900-1936 de Luis Miguel Saso, en noviembre de 1932, tres años antes de su constitución oficial que tiene lugar el 29 de noviembre de 1935. En esa fecha se hace un llamamiento a los presidentes de las numerosas sociedades deportivas que había en la capital ribera, entre las que se encontraban Tudela FC, Ancora CF, Aragón CB, Arenas Club o Vegetariano FC, con el objetivo de constituir una "única y competitiva" entidad que tomará parte en los campeonatos organizados por las Federaciones Navarra y Española de Fútbol en las que no había un representante de la capital ribera desde la desaparición del Gaztetasun en 1931.

Pero, convencer a todos estas entidades deportivas para que se fusionaran en una sola sociedad no es el único problema que deben resolver los amantes del foot-ball, como se conocía entonces al deporte rey, puesto que también tuvieron que pleitear con las autoridades municipales para se realizaran mejoras en el campo de deportes, ubicado en Griseras (junto a la plaza de toros), que se encontraba en un estado lamentable.

primeras reuniones

Comisiones de trabajo

Solventado este aspecto en marzo de 1935 al comprometerse el Ayuntamiento de Tudela a vallar y nivelar el terreno de juego desde la prensa local se insta a los amantes de este deporte a que se reúnan y elijan a una serie de representantes para comenzar a organizar la nueva sociedad deportiva. El siete de abril este grupo de personas entre los que se encontraban Gallego, (primer presidente del Tudelano), López de Goicoechea, Huarte, Abascal, Tejero, Sagüés, Melus, Aliana (primer entrenador de los blanquinegros), Mangado, Ledesma, Pérez, Irurre y los corresponsales de prensa Moreno y Zuazu se reunieron en el Café Bar Aragón (ubicado en la plaza de los Fueros) para comenzar a trabajar en la constitución de la nueva sociedad. En este encuentro se forman otros dos grupos de trabajo, uno para perfilar los estatutos del club y otro para organizar un campeonato local de fútbol que sirviera para seleccionar a los jugadores de la nueva entidad.

A partir de ese momento, las reuniones se suceden y en una de ellas se establece el nombre del equipo: Club Deportivo Tudela, y se acuerdan las cuotas que deberán pagar los socios: Infantiles (hasta los 14 años), 0,50 pesetas al mes; Mujeres, 1 peseta; Socios General, 1,50; Socios de Preferencia, 2 pesetas, mientras que se pone una cuota voluntaria para los Socios Honorarios.

diferencias

El Arenas se desmarca

Parece que la constitución del nuevo club marcha viento en popa, pero es entonces cuando surgen las primeras diferencias entre el Arenas y el resto de sociedades que participan en la gestación de la nueva entidad deportiva tudelana. El 29 de agosto de 1935 los cinco clubes (Los Once Diablos, El Bólido, CF, El Vegetariano CD, Arenas Club y Tudela FC) que se mantienen en activo después de casi tres años de gestiones realizan un último intento para llevar a buen puerto las negociaciones. Ese día acuerdan que el club se llamara Navarra, en lugar de Club Deportivo Tudela, y se firma una instancia para solicitar al Ayuntamiento la cesión del campo de Griseras.

Sin embargo, en septiembre se vuelve a producir un parón y es necesario en octubre volver a hacer un llamamiento a los futboleros tudelanos para culminar de constituir el nuevo club y se acuerda que finalmente se denominara Club Deportivo Tudelano. En este último encuentro están presentes Tudela FC, Vegetariano CD, Aragón CB y Ancora SC como entidades legamente constituidas y El Huracán, Once Diablos, y Bólido CB que funcionan como peñas de amigos. Para entonces el Arenas Club ya se había desmarcado por completo del resto de clubes tudelanos al considerar que contaba con medios suficientes (tenía 500 socios) como para funcionar de manera independiente.

Finalmente, el 29 de noviembre de 1935 se pone punto y final a tres años de largas y duras gestiones con la constitución oficial del Club Deportivo Tudelano en los salones de baile de La Unión. Este día se eligió a la primera junta directiva de la nueva sociedad que quedó configurada de la siguiente manera: Lucas Gallego López (presidente), Jesús Irurre Moreno (vicepresidente), Joaquín Pérez Nievas (contador), José Huarte Casadabán (tesorero), José Blanco Benito (secretario), Esteban López de Goicoechea (vocal), Ángel Abascal Fraucal (segundo vocal, técnico), José Echeverría López (tercer vocal, auxiliar) y Pedro Aliana (cuarto vocal, entrenador).

no hay unión

Griseras, caballo de batalla

La aparición del Club Deportivo Tudelano, sin embargo, no consigue uno de los objetivos perseguidos desde el principio y que no era otro que en la ciudad hubiera un único equipo representante para disputar los campeonatos federados. La decisión del Arenas Club de continuar en la escena futbolística plantea un serio problema al Ayuntamiento que debe decidir a que club arrendar el campo, puesto que las dos entidades lo solicitan de manera oficial.

Desde la Comisión de Hacienda se les invita a que hagan un esfuerzo en fusionarse, pero tras una larga reunión entre ambas directivas que tuvo lugar a principios de diciembre de 1935 se descarta tal posibilidad. Los rectores de ambos clubes son capaces de ponerse de acuerdo, pero la opción ofrecida por el Tudelano no satisface a los futbolistas del Arenas que dan un no rotundo por respuesta.

Al no llegar a ningún acuerdo desde el Consistorio se da un plazo de tiempo a las dos entidades para que presenten sus propuestas para ser los beneficiarios del campo de Griseras. Tanto Tudelano como Arenas presentan sus ofertas a finales de diciembre a las que el Ayuntamiento da el visto bueno, si bien exige a las dos entidades que presenten garantías de cumplimiento. Ambas lo hacen, pero los areneros optan también por presionar al Consistorio al que apremian para que les arriende el campo de Griseras aduciendo que la Federación Navarra de Fútbol les insta a disputar la competición regional y la Copa Amateur.

Tras estudiar y analizar detalladamente las dos propuestas, el 20 de marzo de 1936 la Comisión de Hacienda arrienda el terreno de Griseras al Tudelano que deberá entregar al Consistorio el 12% de la recaudación obtenida en cada espectáculo que se celebre en la instalación. El acuerdo, válido para cinco años, compromete al club blanquinegro a realizar los arreglos necesarios, a vallarlo y a construir los vestuarios. Asimismo, debe dejar libre la instalación los jueves por la tarde para que los niños de las escuelas públicas la puedan utilizar y tiene la obligación de colaborar con la comisión de Festejos en la organización de los actos deportivos que se programen en las épocas de fiestas y ferias. Por último, la nueva sociedad debe procurar el impulso del deporte en la ciudad.

El Arenas, como es lógico, no está de acuerdo con la decisión e interpone un recurso de alzada ante la Diputación Foral y Provincial de Navarra que falla en su contra el 28 de julio, diez días después de que comenzara la Guerra Civil. La desmoralización comienza a hacerse patente en los dirigentes del club que meses antes ya habían visto como dos de sus mejores jugadores, Milagro y Martín Galindo, se habían alineado sin permiso con el Tudelano para enfrentarse en un partido amistoso al Arenas Sport Club de Zaragoza. Al final en el mes de mayo de 1936 la entidad arenera, que había echado a andar cuatro años antes y no está por la labor de unirse al proyecto blanquinegro, acaba disolviéndose, aunque no puede impedir que sus mejores futbolistas, los Milagro, Martín Galindo, Bailo, Bastardés y Maino, acaben engrosando las filas del eterno rival.

debut en griseras

Águila Roja, el primer rival

El problema del arrendamiento del campo de Griseras, se resuelve un mes después de que el Tudelano disputara sus primeros partidos amistosos y oficiales. El debut de los de la capital ribera se produjo contra el Águila Roja de Soria el 2 de febrero de 1936 y se saldó con un contundente triunfo del Deportivo, como se conocía en los primeros años al conjunto blanquinegro. Los de la capital ribera, dirigidos por Pedro Aliana, presentaron una alineación compuesta por Martínez (portero), Lazcano, Aznar, Vallejo, Ochoa, González, Olleta, Arregui, E. González, Bailo y Sierra. No tuvieron tanta suerte en su estreno en competición oficial, puesto que el Arenas Club le eliminó de la Copa Amateur al derrotarle en los dos partidos. En la ida cayeron por la mínima (el tanto lo hizo Maino que posteriormente acabaría en el Tudelano) en el campo de Las Lurdas y en el de vuelta, disputado en Griseras, vuelven a perder 1-2.

Quedar apeado en la Copa Amateur a las primeras de cambio por el principal enemigo deportivo de la ciudad, no afecta al conjunto de Aliana que en el Campeonato Navarro de Segunda Categoría ofrece una imagen distinta y se proclama campeón al superar a Alhama de Cintruénigo (2-0 y 0-2) e Irrintzi de Pamplona (4-0 y 0-3). El resultado en esta competición le permitirá jugar a la conclusión de la Guerra Civil, en la temporada 1940-1941 en el Campeonato Navarro de Primera.