pamplona. El tromboembolismo pulmonar (TEP) es una situación clínico-patológica desencadenada por la obstrucción arterial pulmonar por causa de un trombo desarrollado in situ o de otro material procedente del sistema venoso. De ello resulta un defecto de oxígeno en los pulmones. Es una de las principales emergencias médicas. Es la definición de lo que sufrió el jugador de la Peña Sport Borja Arrondo. Ahora descansa en el hospital. Sabe que tendrá que tener paciencia.

¿Cómo se encuentra?

Bien. Sé que estoy en las mejores manos, me siguen haciendo pruebas cada día y no debo tener prisa. Me dijeron que cuando saliera del hospital recibiría el alta domiciliaria, por lo que seguirán controlándome en casa.

¿Qué le ocurrió?

Llevaba días con un dolor en el pecho y en la espalda que yo achacaba a algo muscular. El sábado, de hecho, no jugué por esos dolores. Cuando juegas a fútbol, rara es la semana que no te duele algo, así que no le di demasiada importancia. Pero llevaba varios días sin dormir por las molestias. El lunes y el martes empecé a tener algo de catarro y las secreciones ya eran con sangre, por lo que el martes decidí ir a urgencias. Enseguida me dijeron que me iban a ingresar porque había sufrido una trombosis pulmonar que, afortunadamente, no me había dejado secuelas.

Supongo que uno se asusta cuando le dan la noticia...

La verdad es que sí. Le dije al médico que me hablara claro. Me dijo que era algo grave, pero que gracias a Dios no había dejado secuelas. Que eran una especie de pequeños infartos en el pulmón, que en mi caso afectó a una arteria y se había obstruido. Por eso me dificultaba respirar bien.

¿Está ya controlado?

Ahora me están haciendo pruebas para investigar de dónde ha podido venir. No es habitual en alguien con el perfil de chico joven, deportista... Esa es la incógnita que hay que resolver todavía. Al jugar a fútbol, quieren saber si ha podido venir de un golpe, porque es un deporte de contacto, de un esfuerzo físico fuerte... No queda otra que esperar. He estado dos días sin moverme de la cama y hoy (por ayer) ya me he podido levantar un poco. Aunque aquí las horas se hacen eternas, estoy tranquilo y prefiero irme a casa sabiendo lo que tengo.

Es difícil asimilar una noticia así...

Pues sí. Es algo grave. Pero cuando estás en el hospital te das cuenta de que hay otras muchas cosas peores en la vida y las ves aquí. Al principio emocionalmente me venía abajo y se lo comuniqué al presidente y al entrenador de la Peña Sport, pero después ya empezaron a correr noticias un poco distorsionadas. ¡Casi me iban a poner una esquela! (bromea). Así que decidí escribir en Twitter lo que me había pasado con el fin de darle normalidad al asunto. A partir de ahí, las muestras de apoyo y de cariño de la gente del fútbol no han parado, tanto a través de Twitter como por WhatsApp. De compañeros, de excompañeros y de rivales, que sorprende más, de gente con la que te saludas en el campo pero no tienes más contacto y en situaciones así ves que la gente te aprecia y es muy bonito.

El fútbol significa mucho para Borja Arrondo...

Fue la primera pregunta que le hice al médico. ¿Podré jugar a fútbol? Mi madre me dijo que cómo podía preguntar eso. Para mí el fútbol es todo. Pero por ahora me han puesto un tratamiento que me obliga a estar como mínimo seis meses en reposo absoluto. Pregunté qué pasaría después de ese tiempo, si podría volver a jugar, pero me dijeron que no me podían contestar hasta que pasara ese tiempo. Así que me quedo con que de momento estaré seis meses parado.

Su entrenador, Miguel Merino, también superó una enfermedad grave. Supongo que sus palabras habrán sido especiales.

Miguel transmite mucha tranquilidad siempre por su forma de ser y su forma de comunicarse. Cuando hablé con él me dijo que estas cosas llegan sin avisar. Que uno se pone en lo peor, pero que no queda otra que tirar hacia delante.