La selección española absoluta femenina de fútbol completó ayer su primer entrenamiento en la ciudad neozelandesa de Palmerston North, que será su campo base a lo largo del Mundial. Un acto que sirvió ambién de ceremonia para homenajear a la cultura maorí a cuatro días del debut de las de Jorge Vilda en el campeonato.

Las 23 jugadoras que disputarán el Mundial 2023, que se celebrará simultáneamente en Nueva Zelanda y Australia, llegaron el pasado sábado a Palmerston North, a unos 150 kilómetros de la capital Wellington, tras pasar una semana en Auckland para adaptarse a las condiciones climáticas y del ambiente.

Después de disfrutar un día de descanso el domingo, las jugadoras que entrena Jorge Vilda volvieron ayer al trabajo, esta vez en las instalaciones del Massey Sports Institute, localizado en la Universidad de Massey, que servirá como base de operaciones de las españolas a lo largo de todo el Mundial.

En esta sesión de prácticas abierta al público, la centrocampista Alexia Putellas, una de las piezas claves del conjunto, se entrenó parcialmente, tras realizar ejercicios por separado en la primera semana de aclimatación debido a unas molestias. La actual balón de oro tampoco participó en el amistoso del pasado viernes frente a Vietnam (9-0), aunque la sesión de ayer parece disipar, al menos en parte, las preocupaciones del cuerpo técnico sobre su recuperación antes del debut español, previsto para la matinal del 21 de julio.

En poco más de una hora, la absoluta realizó ejercicios de pases, jugadas de velocidad, simulaciones de un partido y, al final, lanzamientos de penalti.

El entrenamiento fue seguido desde la grada por cerca de 200 aficionados, entre ellos varios niños, que acudieron a las instalaciones para mostrar su apoyo a La Roja. Desde los márgenes del césped, los hinchas, muchos de los cuales vestían camisetas de clubes como el Barça y el Real Madrid, lucían banderas de España, pancartas con mensajes de ánimo y, ocasionalmente, interactuaban con el equipo entre las jugadas.

La capitana Ivana Andrés hizo entrega a la comitiva de bienvenida de una camiseta de la selección española personalizada con el nombre Papaioea (denominación de Palmerston North en maorí). “Esta camiseta simboliza todas las renuncias, sacrificios y victorias que han hecho posible tener hoy el privilegio de estar aquí para jugar el Mundial”, afirmó en su discurso la jugadora española.

Tras concluir el entrenamiento, las jugadoras brindaron una sesión de autógrafos a los asistentes, quienes se mantuvieron firmes pese al frío e intenso viento que golpea la ciudad en esta época del año.

España, integrada en el grupo C, debutará en el Mundial el próximo viernes a partir de las 9.00 horas (horario peninsular español) frente a Costa Rica, en un partido en el Regional Stadium de Wellington. Para su segundo encuentro, viajará a Auckland, la ciudad más poblada de Nueva Zelanda, donde se medirá a Zambia el 26 de julio (9.30). Asimiso, cerrará la fase de grupos nuevamente en el estadio de Wellington, esta vez frente a Japón, el 31 de julio (9.00).